Publicidad > Argentina | EL VIERNES FUE UN DÍA ESPECIAL EN AGULLA & BACCETTI
Jorge Raúl Martínez Moschini |
La despedida de Sebastián Wilhelm
(Por Jorge Martínez, de la redacción de adlatina.com) - El mes de agosto está resultando muy especial para todos los integrantes de Agulla & Baccetti: hace una semana, Raposo, Stricker, Lucero y Colonnese, luego de renunciar el jueves previo, partieron hacia J. Walter Thompson. El viernes último fue el de la despedida de Sebastián Wilhelm –informada un mes antes-, quien a mediados de septiembre vi
Agulla -foto de archivo- y Wilhelm. La partida del segundo sólo es tomada como una escala.El sentimiento de Sebastián Wilhelm está muy ligado a Agulla & Baccetti. Prácticamente nació en su faz profesional junto a los dos creativos que con su irrupción revitalizaron, hace cerca de diez años, a la publicidad argentina. Agulla & Baccetti nació en 1995, pero Ramiro Agulla y Carlos Baccetti comenzaron su destino de dupla en 1989 –Young & Rubicam-. Cuando la pareja, en uno de los pases más comentados en la historia de la publicidad de este país, se incorporó a las filas de Verdino Publicidad, Sebastián era reclutado como un promisorio redactor.
Nueve años más tarde, con el cabello corto y muchas ideas plasmadas, Wilhelm se encamina hacia una “aventura” más que anhelada por infinidad de sus colegas: parte, de su Buenos Aires natal, rumbo a Londres -la ciudad que para muchos es el territorio donde mejor se “trabajan las ideas”-, a la agencia más caliente, Mother. Allí reemplazará a su amigo Carlos Bayala –se une a Wieden & Kennedy, Portland, en octubre-.
Entonces, cómo no iba a ser el viernes un día de sensaciones contradictorias para Wilhelm: por un lado, toda la expectativa por su nuevo destino; por el otro, la nostalgia que ya comienza a ocupar espacio en los recovecos de su mente y ese ardor en el alma que sólo sufren los que tienen sensibilidad. Todo, a pesar de que recién viajará en poco más de un mes. “Hace una semana que estás triste porque te vas. Que si, que no. Si empezás así prefiero que te quedes”, le dijo en tono jocoso un increíblemente estilizado Ramiro Agulla –redujo su peso 13 kilos-.
Agulla se muestra distendido. Se lo ve muy activo. “Sebastián no se va a ir nunca de Agulla & Baccetti –comentó-. Esta es una escala. Seguro que va a volver y si no es así nosotros iremos a Londres”. La seguridad de Agulla se entiende sólo si se interpreta la filosofía con la que armaron la agencia y especialmente el departamento creativo. “Estoy tranquilo porque el sector creativo, además de la participación de Carlitos y mía, cuenta con dos directores de extrema confianza y capacidad: Maxi Anselmo y Alberto Ponte -reflexionó Agulla-. Y debajo de ellos muchos creativos con todas las ganas de demostrar su talento”.
Luego expresó: “Es como una revolución, ante la partida de cinco personas, todos los creativos están muy estimulados. Todos quieren hacer más de lo que hacían. Y los entiendo, haría lo mismo, porque partieron los que al estar les impedían crecer”.
Pero, lo que Agulla no dice es lo que todos saben, o al menos intuyen: tanto él como Carlos Baccetti son y seguirán siendo el alma de esta agencia emblemática. Y los que están y los que vengan deben adaptarse a su mística. Por eso, jamás habrá otra agencia igual. “Seguiremos reclutando chicos nuevos, sangre joven, para mantener nuestra calidad de servicio -cerró el diálogo Agulla-. Porque sabemos que en esta actividad hay que sorprender permanentemente”.
CARTA ENVIADA POR SEBASTIÁN WILHELM A TODOS LOS INTEGRANTES DE AGULLA & BACCETTI
Hoy es mi último día de trabajo en la agencia.
Pero éste no es un mail de despedida porque no me voy.
O mejor dicho, me voy sólo físicamente. Emocional, logística e intelectualmente voy a seguir ligado a la agencia. Esta es mi agencia. Esta es mi casa. Y lo va a seguir siendo de cerca o de lejos.
La gente de este lugar me dio mucho. Y eso no se olvida nunca. No se deja de querer nunca.
Adaptando un texto del gordo Troilo (*):
Alguien dijo una vez...que yo me fui de mi casa.
¿Cuando?
¿Pero cuando?
Si siempre estoy llegando.
Y si una vez me olvidé...las estrellas de la esquina de Pampa y Miñones... titilando como si fueran manos amigas, me dijeron...
Seba..., Seba..., quedate un cachito...
Igual en este mes que me queda antes de viajar me van a ver de tanto en tanto pululando por acá.
Un abrazo,
Seba
(*) Aníbal Troilo fue uno de los más talentosos músicos y compositores de tango. Ejecutaba el bandoneón.