Publicidad > Estados Unidos | ES LA CONCLUSIÓN DE UN ESTUDIO DE LA GENERAL ACCOUNTING OFFICE
Redacción Adlatina |

Hacen falta leyes sobre la publicidad dentro de los colegios

La GAO, el brazo investigador del Congreso de los Estados Unidos, acaba de dar a conocer los resultados de un estudio que se llevó a cabo en una muestra representativa de colegios y organismos educativos de los cincuenta estados del país. Según el informe, sólo California, Nueva York, Florida, Illinois y Maine establecen límites explícitos a ciertos tipos de publicidad y de otras actividades comer

Hacen falta leyes sobre la publicidad dentro de los colegios
Muchas escuelas no están al tanto de que dentro de sus establecimientos las empresas obtienen datos que incluyen los hábitos de compra de los estudiantes.
Nuevos uniformes, computadoras, máquinas expendedoras de gaseosas, películas aptas para todo público... productos de todo tipo son actualmente publicitados dentro de los edificios de las escuelas públicas norteamericanas sin que prácticamente nadie se haya puesto a pensar en cómo debería estar legislada esa comunicación a los alumnos. Esta, al menos, es la principal conclusión del estudio que acaba de dar a conocer la General Accounting Office del Congreso de los Estados Unidos. “El asunto es grave, porque muchos chicos y, sobre todo, muchos padres, no están preparados para el ataque de los anunciantes”, expresó George Miller, legislador representante de California. Más allá de esta opinión personal, el informe no se extendió en la cuestión de si la publicidad dentro de los colegios era apropiada o no. Más bien se dedicó al tema de cómo los estados regulan todo lo relacionado con la comunicación que los anunciantes establecen con los alumnos durante el tiempo de clase. Investigadores informaron que apenas 19 estados incluyen leyes que tocan levemente el tema de la publicidad dirigida a escolares, y que sólo California, Nueva York, Florida, Illinois y Maine específicamente limitan la publicidad y la comunicación comercial dentro de los edificios de sus escuelas públicas. Representantes de varias empresas, por su parte, se defendieron diciendo que sus contratos publicitarios y auspicios relacionados con escuelas se establecen siempre sobre la base de recursos valiosos y de un elevado compromiso por respetar los contenidos del sistema público de educación. Eileen Murphy, vocera de Channel One, un canal que emite un noticiero diario que se emite en escuelas e incluye publicidad, afirmó que los maestros tienen un gran concepto del contenido del programa. Además, explicó, los avisos que se pasan son aprobados por un comité de educadores. “Nunca tuvimos la más mínima queja”, agregó. El informe de la GAO menciona que muy rara vez un anunciante necesita permiso de padres o educadores para hacer llegar su material comercial a los estudiantes. “Casi todas las 86.000 escuelas públicas del país participan en algún tipo de programa de canje publicitario, por el cual reciben dinero o equipamiento a partir de aceptar el compromiso de hacer llegar, por ejemplo, cupones de descuento a los alumnos”, se lee en el estudio. Por otro lado, nadie ha realizado hasta ahora una encuesta que permita saber cuántos contratos comerciales con colegios están firmándose en todo el país, pese a que, siempre según el reporte, esos acuerdos están realizándose cada vez con más frecuencia. Un ejemplo: en Grand Rapids, Michigan, un contrato con una gaseosa aseguró al municipio u$s 30 por alumno, o un 0,4 por ciento del total del presupuesto educativo municipal de u$s 206 millones. En otro distrito, cuyo nombre no aparece en el informe, una escuela alquiló su campo de softball a una productora de cine publicitario que rodó allí un episodio de la vieja serie ‘Melrose Place’. Además, varios distritos debieron cancelar contratos de ese tipo antes protestas de los padres. La GAO afirma en su informe que las leyes actuales se dedican casi exclusivamente a los contratos con proveedores de golosinas para vender a los estudiantes y, además, son débiles, poco claras y ofrecen poca guía a las escuelas y sus directores. El senador Christopher Dodd, de Connecticut, aseguró estar preocupado tras el hallazgo de que muchas compañías están proveyéndose de bases de datos que incluyen información como domicilios, códigos postales y hábitos de compra de estudiantes, una práctica de la que la mayoría de las escuelas no están informadas, pese a que en la mayoría de los casos se realiza dentro de sus establecimientos. “Todo lo que estamos queriendo es lanzar a la sociedad una señal de alarma”, concluyó el legislador.