Publicidad > España | LA ASOCIACIÓN DE AGENCIAS DE PUBLICIDAD EXPONE SU PUNTO DE VISTA
Redacción Adlatina |
Sugiere que la publicidad de tabaco no debe ser prohibida
La entidad que nuclea a las agencias de publicidad en España se mantiene firme en su posición sobre qué debe ocurrir con la publicidad de tabaco: “no debe prohibirse de manera absoluta, sino que debe someterse a una serie de limitaciones que vengan impuestas por unos códigos de autorregulación que marque la propia industria”. Esta declaración se enfrenta con la directiva del Parlamento Europeo en
La entidad que agrupa las agencias está decidida a cuestionar la prohibición de la publicidad de tabaco.Cuando los organismos legislativos se nuclean en la firme postura de prohibir definitivamente la publicidad de cigarrillos y muy especialmente la directiva del Parlamento Europeo, la Asociación Española de Agencias de Publicidad (AEAP) emitió nuevas opiniones a cerca del tema. Los publicitarios que se agrupan en la entidad señalan que: “Dicha Directiva establece la completa prohibición de la publicidad y el patrocinio del tabaco y establece una fecha límite para su aplicación en los estados miembros de la Unión Europea: 30 de julio de 2001. Los estados miembros podrán aplazar la puesta en vigor de la prohibición un año con respecto a la prensa escrita y en dos con respecto al patrocinio. A nuestro entender, la Directiva supone una intromisión de la Comunidad en una materia competencia de los estados miembros”.
Por otra parte, la entidad española se apoya en un estudio de factibilidad económica realizado la Consultora KPMG titulado "Estudio sobre el Impacto de una prohibición de la publicidad del tabaco en España" arroja los siguientes datos: Durante el período 2000-2002, la total prohibición de la publicidad del tabaco generaría unas pérdidas directas que se calculan en más de 37.000 millones de pesetas para el sector publicitario. Además, y para el mismo período de tiempo la prohibición también generaría una serie de pérdidas indirectas”.
Las entidades encargadas de agrupar a las agencias de publicidad tienen bien en claro que el del tabaco es un negocio que sus asociados no están dispuestos a perder, al menos por ahora. “La publicidad del tabaco, como la de otros muchos productos, no debe prohibirse de manera absoluta, sino que debe someterse a una serie de limitaciones que vengan impuestas por unos códigos de autorregulación que marque la propia industria. Por lo tanto, la prohibición de la publicidad del tabaco constituiría una violación de una serie de derechos constitucionales. Por un lado, del derecho de libertad de expresión y comunicación comercial de un sector legal de la actividad económica y por otro, del derecho que tienen los ciudadanos a estar informados y elegir”.