Publicidad > Estados Unidos | MIENTRAS LA FDA PLANEA NUEVAS REGULACIONES
Redacción Adlatina |
El Departamento de Justicia estadounidense no le pedirá a la Corte Suprema que anule la disposición de una corte inferior en la que se dejaban sin efecto las disposiciones que obligaban a publicar advertencias de salud a los paquetes de cigarrillos.
El Fiscal General Eric Holder, en una carta enviada al Congreso el 15 de marzo, dijo que la Food and Drug Administration (FDA) creará nuevas regulaciones relacionadas con las objeciones fundadas en la Primera Enmienda que realizó la corte de apelaciones, que en una decisión por 2 votos contra 1 dictaminó que los requerimientos violaban los derechos de libre expresión de las compañías tabacaleras.
“Si una corte de apelación fuera a dejar de lado nuevas regulaciones lanzadas por la FDA en una fecha posterior, habrá una oportunidad para que la Corte Suprema haga una completa revisión en ese momento”, dijo el fiscal Holder.
La FDA fue demandada en 2011 por R.J. Reynolds, Lorillard Tobacco, Commonwealth Brands, Liggett Group y Santa Fe Natural Tobacco Co, que alegaron que las disposiciones aplicadas a los paquetes, cartones y avisos de cigarrillos, aprobadas como parte de la Family Smoking Prevention and Control Act, violaban la Primera Enmienda, porque el gobierno estaba utilizando “amenazas y temor” para motivar a la gente “a dejar de utilizar un producto legal”.
El gobierno argumentó que las nueve imágenes seleccionadas por la agencia para su ubicación en los paquetes y piezas publicitarias eran descripciones reales requeridas por el Congreso para mostrar las consecuencias negativas del acto de fumar en la salud.
Una imagen era de un hombre con un cigarrillo encendido que salía del agujero de una traqueotomía en su garganta. Otra era de un cadáver con grapas en el pecho sobre una mesa de autopsia. Las ilustraciones estaban destinadas a cubrir la mitad del frente y el dorso del paquete de cigarrillos y un 20% de los avisos de gráfica.
La Corte de Apelaciones de Washington dispuso el 24 de agosto que las imágenes visuales, junto con el número telefónico 1-800-QUIT-NOW, eran “intentos desembozados de provocar emociones” e “intimidar a los consumidores” para que dejen de comprar los productos de las compañías. El pedido del Departamento de que la corte reconsidere la disposición fue rechazado en diciembre.
Bryan Hatchell, vocero de Reynolds, y Robert Bannon, vocero de Lorillard, no respondieron a las llamadas telefónicas y e-mails que solicitaban comentarios sobre la carta de Holler.