Publicidad > Brasil | BAJO EL LIDERAZGO CREATIVO DE DANIEL OTTONI
Por Redacción Adlatina |
TracyLocke DDB Brasil creó la campaña El uniforme que nunca existió para Centauro Sports, que rinde homenaje a la ex deportista brasileña, que representó a ese país sin tener uniforme, ni ningún tipo de incentivo.
Es el año 1964, un período político desafiante en Brasil, pero el comienzo de uno de los mayores legados deportivos del país, seguido por Aída dos Santos. Una mujer pobre fue la primera atleta brasileña en participar en los Juegos de Tokio, en medio de una delegación exclusivamente masculina. Criada en una comunidad de Niterói, Río de Janeiro, Dos Santos se fue sola al otro lado del planeta sin dinero, ni entrenador, ni uniforme para competir. Pero, contrariamente a todas las estimaciones, hizo historia y volvió con el cuarto lugar en el salto de altura, el mejor resultado individual para un deportista de ese país en más de treinta años. Arrojando luz sobre este viaje tan importante y, al mismo tiempo, extremadamente difícil y aún poco reconocido, Centauro homenajea a Aída con El uniforme que nunca existió.
La red de artículos deportivos, que lleva en sus valores la democratización del acceso y el estímulo al desarrollo del deporte en el país, invitó a la estilista de ModAtivismo, Carol Barreto, a crear y producir piezas únicas del uniforme de Aída en sus competencias, inspirada en la trayectoria de la ex deportista.
Además de agradecerle, el diseño, la confección y la entrega del uniforme que nunca recibió tiene como objetivo potenciar sus logros, contar su historia y enfatizar que es necesario hacerlo de otra manera. También es importante recordar que muchas mujeres jóvenes pueden seguir un camino mejor y menos arduo, con más inclusión y estímulo al deporte.
En ese sentido, Gustavo Milo, gerente ejecutivo de marketing de Centauro, aseguró: “El legado que nos dejó Aída debe ser recordado para siempre, con más valor y reconocimiento. Sabemos que no podemos cambiar los errores y las actitudes del pasado, pero debemos hacer cambios ahora, a partir de ahora. Honrar a Aída es un paso en el intento de replantear un momento notable, pero también muy triste en su historia y la de tantos otros deportistas. Y Centauro, como parte de un ecosistema que cree en el deporte como un agente que cambia la vida, se siente muy honrado de poder honrarlo con algo que, aunque tan simple, es tan significativo para todos los deportistas”.
Ahora, con 84 años y sin ver ningún detalle previo del atuendo, Aída fue invitada a recibir su uniforme en la pista de atletismo del Estadio Olímpico Nilton Santos, en Engenhao, en Río de Janeiro. La emoción de ese momento fue capturada y transformada en un film llamado El uniforme que nunca existió, con la voz de una de las más grandes cantantes y compositoras de Brasil, Sandra de Sá.
Creada por la agencia TracyLocke DDB Brasil y producida por Lady Bird, con dirección escénica de Giorgia Prates, la producción sigue la sorprendente entrega del uniforme, además de traer testimonios de la deportista, participación de Carol Barreto, pasajes en el estudio de la estilista y, sobre todo, imágenes del pasado y presente de todo el viaje de Aída dos Santos. Además de la película, la campaña también incluye una acción con influencers y personalidades deportivas, realizada por la agencia Giusti, con el objetivo de expandir la repercusión de esta historia, y la estrategia mediática en Rede Globo, con inserciones en GE San Pablo (TV) y digital.
Para finalizar, Daniel Ottoni, CCO de Tracy Locke Brasil, agregó que concibieron la idea del El uniforme que nunca existió hace nueve meses en la agencia: “Fue un embarazo real. Un proyecto que ha rendido muchas lágrimas a lo largo de su camino y que nos llena de orgullo. No sólo por el homenaje a Aída do Santos, que sería suficiente en sí mismo, sino también por tener la oportunidad de pensar y poder contar con talentosos profesionales, de la talla de Aída, para liderar este proyecto. Carol Barreto, estilista, creadora del uniforme. Giorgia Prates, directora que tenía la sensibilidad adecuada para contar esta historia. Y la inconfundible voz de Sandra de Sá. La sensación es de misión cumplida al entregar el uniforme a Aída de esta manera”.