Publicidad > Latinoamérica | ENTREVISTA CON LA DIRECTORA EJECUTIVA DE INTUIC
Redacción Adlatina |

Laura Tabares: “El trabajo del líder es ser un facilitador”

La pandemia provocó un sismo en las estructuras laborales y puso en jaque sistemas y métodos que tuvieron que ser repensados, actualizados y modificados para adaptarse a los tiempos que corren. En este marco, la ejecutiva se refirió a cómo impactan en las mujeres las nuevas habilidades requeridas por los empleadores, a la necesidad de liderazgos empático y más humano, a los riesgos del burn out y a la importancia de preocuparse por la salud mental.

Laura Tabares: “El trabajo del líder es ser un facilitador”
Laura Tabares: “La empatía y el entendimiento ayudan a que las personas seamos más eficientes y productivas”.

De acuerdo con un estudio sobre el futuro de los empleos, publicado por el Foro Económico Mundial, el 50% del capital humano deberá actualizar sus skills de cara a 2025. Entre las principales habilidades se destacarán aquellas relacionadas con la resolución de problemas, la autogestión, las relaciones interpersonales y el uso y desarrollo de tecnologías. En este marco, la capacidad de desarrollar pensamiento crítico, el liderazgo y la influencia social y la resolución práctica de problemas son las que tendrán mayor impacto.

El informe también hace referencia al porcentaje de mujeres en los llamados trabajos del futuro, sobre lo cual cabe destacar: cultura y manejo de gente (65%), producción de contenido (57%), marketing (40%), ventas (37%), desarrollo de producto (35%), data e inteligencia artificial (26%) y cloud computing (12%).

A todos estos temas se refirió Laura Tabares, directora ejecutiva de Intuic, quien sostuvo: “La pandemia sacudió todas las estructuras. Lo que teníamos supuestamente dominado y estructurado ya no funciona. La tecnología dominará la nueva normalidad y ya nos está rigiendo al cien por ciento. Esto también cambia las habilidades de los empleados y lo que buscan las compañías. Los colaboradores tendrán que adaptarse a la nueva normalidad, en la que el capital humano es el centro de las empresas y de los negocios”.

―¿Cuáles son estas nuevas habilidades?
―Los líderes de las organizaciones deberán tener skills en pensamiento crítico, poder resolver problemas complejos de forma creativa, innovadora, práctica, desarrollar el liderazgo a distancia, poder motivar a los equipos. También el factor humano, la resiliencia, la tolerancia al estrés. Al pensar en estas habilidades, siempre se me viene a la cabeza la imagen de una mujer, porque son capacidades que desarrollamos de manera natural.

―¿Qué aprendizajes cree que queda en términos de liderazgo ahora que la pandemia está poco a poco apaciguándose?
―Meternos de alguna forma dentro de las casas de todos nos cambió la visión, nos volvió más humanos. Hay muchas cosas detrás de cada persona que uno no ve cuando va a la oficina. Si te preocupas por el ser humano, por la persona detrás del profesional, esa persona va a responder con los resultados que esperas. Es una fórmula que no falla. La empatía y el entendimiento ayudan a que las personas seamos más eficientes y productivas. Porque si tenemos resueltas las necesidades básicas, eso nos permite poner el foco en las tareas de la organización.

―Uno de los desafíos del trabajo remoto es cómo mantener la cultura de una organización. ¿Qué rol juegan los líderes en este aspecto?
―El trabajo de un líder no es que lo sigan. Obvio que son personas que inspiran, pero no tienen que buscar que los seguidores quieran ser como ellos, sino que cada persona pueda descubrir sus propias capacidades. El trabajo del líder es ser un facilitador. Generar acercamiento, cercanía. El sentimiento de equipo lo genera el líder. Tiene que lograrse ese vínculo emocional y de compromiso de ambos lados, que permite alcanzar las metas propuestas. Así es cómo se genera una verdadera cultura de empresa. Un líder que se preocupe por su equipo genera compromiso. Porque si yo siento la ayuda de la empresa, de mi líder, ¿cómo no voy a responderle? ¿Cómo no voy a comprometerme a llegar a los resultados? Ahora está muy en boga el tema de la salud mental: los líderes deben preocuparse por ello. Se viven situaciones de mucha presión: hay que identificarlas para poder manejarlas.

―En los Juegos Olímpicos, por ejemplo, se habló mucho de la salud mental de los atletas. Asimismo, también se vio cómo la opinión de terceros influye en el desempeño y en las frustraciones. ¿Cómo manejar esos aspectos desde una organización?
―Es un tema de liderazgo. Veo muchos paralelismos entre la vida corporativa (de los empleados) y la de los atletas. Las redes sociales nos han acercado y nos permiten hablar de lo que sea. Se nos abrió un canal, una voz, y todos generamos contenido y opiniones. Pero debemos ser responsables con lo que decimos. Porque es fácil criticar. En la vida corporativa es lo mismo. Es fácil marcar los errores. Pero lo interesante es entender que los líderes tenemos que trabajar la habilidad de dirigir equipos con empatía, cordialidad, poniéndonos en los zapatos del otro. Todos podemos tener un mal día. A veces tu mente está en otro lugar. Eso no te hace menos profesional. Las mujeres tenemos esa sensibilidad. No quiere decir que haya que darle la razón a la otra persona siempre, pero sí entenderla.

―Otro de los temas que trajo la pandemia entre las personas trabajadoras fue el burn out...
―Pasa en todas las industrias. Estamos con mucha presión. En Latinoamérica, si mal no recuerdo, se han perdido 26 millones de empleos. Sin embargo, se van a generar empleos nuevos, de otro tipo. Todo eso genera presiones. No puedo perder el trabajo, la economía, hay que dar resultados, poner límites, estar en el trabajo y en la casa a la vez, aprender a trabajar en una tribu digital. Es el futuro del trabajo y hay que adaptarse a nuevas formas de trabajo. Eso, sumado a la vida personal. Es como ir poniendo más ingredientes en una olla hasta que explota. Ahí es importante el ojo clínico del líder, para detectar quiénes están a punto de quemarse y poder aliviar las cargas de trabajo. Un líder está al servicio de los demás. Es un facilitador para que los equipos funcionen. Hay que estar atento a que no se nos queme el equipo, poner reglas claras y justas y ayudar para que todo el equipo siga creciendo.