Marketing > Argentina | DIÁLOGO CON LAS LEADING WOMEN ARGENTINA 2022
Por Pancho Dondo |

Samanta Ramírez: “La comunicación nos atraviesa”

La head of media relations de La Caja - Generali Group explica que persigue diariamente el “hacer”, describe al “consumidor protagonista” que se gestó con la pandemia, detalla qué le dejó su educación universitaria, analiza qué le aporta la comunicación a la sociedad y señala que la distinción como LW la “inspira y alienta a seguir caminando, a seguir aprendiendo”.

Samanta Ramírez: “La comunicación nos atraviesa”
Ramírez: “Estoy muy agradecida de compartir esta distinción con mujeres tan talentosas que están dejando su huella en la industria”.

―En la revista Leading Women Argentina 2022 usted afirmó que su frase de cabecera es “Con lo que hay, lo mejor siempre”. ¿Podría explicarla en profundidad y detallar en qué se manifiesta esa capacidad en su día a día como profesional?
―Es una frase de Somos Buscadoras, la mentoría colaborativa creada por Soledad Simond, a la cual completé con “siempre” para reforzar su aplicación a decisiones clave. Persigo el hacer en la diaria con pasión y compromiso, para inspirarnos como equipo a dar el máximo. Si somos protagonistas de lo que nos sucede tenemos más herramientas para tomar mejores decisiones y, muchas veces, es cuestión de enfoque y perspectiva aplicar esta capacidad. Un plan es el mejor plan para el momento en el que se diseña, para resolver una necesidad puntual; cuando cambian las condiciones, y es necesario virar el timón frente a un imprevisto, se vuelve necesario tener la templanza para cambiar de estrategia. Por eso refuerzo esta nueva mirada siempre desde la abundancia para enfocarme en soluciones. Como siempre, hay días mejores, y otros no tanto: por eso suelo volver a esa “frase-mantra”, para tomar perspectiva en la vorágine y tener control sobre mi ámbito de acción.

―¿Cómo describiría al nuevo consumidor que se formó durante la pandemia?
―Se aceleraron procesos que ya se venían transitando. Este cambio de paradigma nos obligó a repensar muchos aspectos de nuestra vida, como la administración del tiempo, uno de nuestros activos más valiosos. En línea con esto, no sé si lo llamaría nuevo consumidor, sino consumidor protagonista y, como tal, que busca acompañamiento, servicio, en su experiencia con empatía y calidez; que está hiperconectado e informado y es experto. Una evolución que ya venía dándose y se acentuó con el cambio de rutina, de hábitos y de consumo. Hasta podríamos hablar de una transformación cultural de las audiencias por la preocupación creciente por temas sociales. Como así también es importante que reflexionemos sobre la prevención, en un sentido amplio, tanto en la valoración de los hábitos saludables, que sí mejoró; no así los hábitos de conducción y manejo responsable, en base al crecimiento importante en los incidentes de tránsito. Sabemos que el mayor desafío de las marcas es mantenerse relevantes y cercanas al consumidor que, como protagonista, marca el ritmo de la conversación; por eso las empresas deben acompañar esa relación, responder en el canal, el medio y el momento de su preferencia. Valorar su libertad y sus necesidades, ser socios en su día a día y de su vida. Ser marcas responsables, comprometidas e interesadas con una propuesta de valor que resuelva estas demandas, con empatía, cercanía e interés real.

―Se licenció en una universidad pública y luego hizo una maestría en una universidad privada. ¿Qué grandes enseñanzas le dejó cada uno de esos ámbitos educativos, el público y el privado?
―La enseñanza más grande es la educación y la formación constante en el ámbito educativo disponible, a nuestro alcance; lo más importante es sostener un espíritu inquieto y curioso, que nos motive a estar en modo aprendiz permanente. Por eso muchas veces digo que tengo más preguntas que respuestas, porque son las preguntas las que te mantienen en movimiento. Cuando elegí estudiar Ciencias de la Comunicación Social naturalmente pensé en la Universidad de Buenos Aires, quizás porque fue una de las primeras en incorporar la licenciatura como tal ―en 1985, coincidente con mi año de nacimiento―, y me entusiasmaba la propuesta de una mirada crítica sobre el sistema de medios y su función social. En el mientras tanto, cuando transitaba la carrera, complementé mi formación en ambos ámbitos también. En la actualidad, decidí profundizar mi maestría en el ámbito privado por la oferta educativa en la especialización y el enfoque que estaba buscando dentro de mi campo profesional. En el devenir del desarrollo profesional ―prefiero llamarlo así, más que carrera―, el ámbito público te alienta a hacer un camino no lineal, con escalas, que por momentos puede parecer más complejo; el privado tiene otros desafíos y debés hacer tu propio camino también. La educación te abre puertas y mundos nuevos, y en el recorrido tuve la oportunidad de conocer personas inspiradoras, amistades y ejemplos que quería seguir ―así como otros que sabía que no― y, sobre todo, de alimentar el espíritu de querer una realidad social mejor; y valorar el rol clave de la comunicación, como ese puente para inspirar y lograr esas transformaciones. Cada ámbito tiene su desafío: ya hemos probado y aprendido, en estos años de pandemia, la importancia de seguir aprendiendo nuevas herramientas y roles, y que el único camino es la capacitación constante. Es un desafío personal ―así como una responsabilidad― poder tomar lo mejor de cada espacio que habitemos y, cuando no sucede, ser agentes de cambio con nuestro máximo esfuerzo por ser y hacer mejor.

―¿Qué siente que su profesión le aporta a la sociedad y qué más siente que podría aportarle?
―La comunicación nos atraviesa, está al servicio, crea puentes para trascender mensajes y transmitir valores. Es lo que me apasiona de mi profesión, como parte de su rol social: su poder de desarrollar y conectar campañas que movilicen. Esencialmente la comunicación debe ser sostenible, transparente y acompañar la transformación del negocio. Los profesionales de comunicación tenemos la misión de visibilizar el poder de una marca, con el compromiso de inspirar con un mensaje positivo que acompañe en cada instancia de la vida. Como veníamos conversando palabras atrás, el consumidor pide más storydoing y menos storytelling. Por eso es fundamental que las comunicaciones de las marcas trabajen en su propósito y lo vuelvan tangible. La comunicación debe ser responsable y comprometida con las temáticas que conmuevan a la sociedad, en cada momento histórico, así como también habilitar conversaciones que desarrollen oportunidades e inspiren cambios con impacto social. Porque hay que contar la historia haciéndola, y es nuestra responsabilidad hacer del mundo uno más amable.

―¿Qué implica ser una de las 17 Leading Women de este año? ¿Qué les diría a las futuras generaciones?
―Es un honor y una gran responsabilidad. Estoy muy agradecida de compartir esta distinción con mujeres tan talentosas que están dejando su huella en la industria. Me inspira y alienta a seguir caminando, a seguir aprendiendo. Cuando llegan estos reconocimientos es necesario frenar ―qué difícil―, mirar para atrás y valorarnos con alegría, porque nos demuestran que vamos por buen camino, que lo estamos intentando y que hay mucho más por recorrer todavía para seguir generando los cambios que necesitamos. En tiempos volátiles hay que hacer la diferencia, por eso celebro a cada persona que se esmera por hacer esa diferencia, y abrir camino para quienes vendrán. Les diría que siempre demos más, que es importante la capacitación constante y que sean parte y promuevan la colaboración en equipos diversos, interdisciplinarios. Una gran herramienta diaria es mantener nuestra curiosidad y nuestro asombro por hacer mejor: a veces, cuando no siempre, la mayor innovación sucede cuando somos amables, cuando abrimos paso, cuando vemos lo simple en la complejidad que nos rodea, cuando damos el primer paso. Como dije emocionada al recibir la distinción, celebro a nuestras antecesoras que hayan dejado esa huella, que nos trajo hasta acá fruto de la formación, el trabajo, el esfuerzo, la dedicación y la capacitación, por generar ese cambio. Y como agentes de cambio y profesionales de la comunicación, tenemos el compromiso de incluir todas las voces, no reproducir creencias ni percepciones, no seguir viejos paradigmas y hacer de la colaboración nuestro norte.

SAMANTA MELISA RAMÍREZ | BIO
Con más de diecisiete años de experiencia en el mundo corporativo, se especializó en comunicaciones a medios y estrategias de relaciones públicas off/ on, con foco y compromiso en acciones clave que trascienden los mensajes tradicionales.
Licenciada en comunicación social, con orientación en opinión pública y publicidad, por la Universidad de Buenos Aires, continúa su actualización en la Maestría en Dirección de Comunicaciones Institucionales de UADE Business School. Desarrolló gran parte de su carrera profesional en la aseguradora La Caja, parte del Grupo Generali, y hace siete años lidera el área de relaciones con los medios, a cargo de prensa, PR, comunicación corporativa y endomarketing, en la dirección de marketing y comunicación externa.
En aprendizaje constante, entusiasta del modo beta y el desarrollo de equipos de alto rendimiento, potencia el talento y la colaboración interdisciplinaria. Su gestión se destaca por una estrategia innovadora y sostenida en la búsqueda de la excelencia, en nuevos formatos, tendencias y en constante movimiento para captar la atención; y en perseguir el propósito de incluir e integrar, a través de la comunicación, a todas las personas y voces.
Participó como jurado en diferentes premios locales y regionales como Sabre Awards, Eikon, Lápiz de PR, Effie Awards, El Ojo de Iberoamérica, Mercurio y FePI. Durante 2021 fue nominada al premio Jerry Goldenberg, que destaca la excelencia en las comunicaciones, como Mejor Profesional de RRPP de Empresa de Servicio junto a colegas y referentes del sector.