Publicidad > Global | INFLUENCIA, NUEVA SECCIÓN DE ADLATINA, CURADA POR FERNANDO VEGA OLMOS
Por Redacción Adlatina |

Federico García: “Me gusta tomar decisiones que me pongan incómodo”

Fede García, actual jefe creativo de BCW Global, del WPP Group, es presentado por Fernando Vega Olmos con su particular prosa para Influencia, la nueva sección de Adlatina. Un sencillo pero profundo racconto que abarca los comienzos como cadete en Casares Grey, los vaivenes de salud, el viaje a Tokio, las transiciones y finalmente la privilegiada posición mundial.

Federico García: “Me gusta tomar decisiones que me pongan incómodo”
Si bien Fede García (izquierda) conocía a Vega Olmos por haberse desempeñado como cadete en la mítica Casares Grey, el primer diálogo formal entre ellos se produjo hace apenas unos días en Cannes. (Foto: Adlatina)

Se llama Federico García y hoy es el global chief creative officer de BCW Global, basado en New York.

Pero esta es la historia de Fede.

Un chico de 18 años que empezó de cadete en Buenos Aires, en el subsuelo de Casares Grey, llevando y trayendo sobres, paquetes y demás cosas.

Tres años estuvo Fede en esa posición. 

Tratando de meter otro pie en la agencia, pensando que tal vez sería bueno en Cuentas.

Pero un riñón le falló. 

Y Fede tuvo que atarse muchas horas por día a una máquina de diálisis.

Pudiendo sólo trabajar en los tiempos en que la máquina lo soltaba.

Hizo free lance. Guiones de radio, activaciones para empresas de presupuesto casi inexistente, hizo lo que le pedían, hizo lo que pudo.

Hasta que apareció un riñón, un trasplante, una vida nueva.

Un Fede de 28 años empezó a meterse en el mundo de la publicidad.

En Ogilvy, de la mano de Gastón Bigio.

Un día se abrió una posición en Ogilvy Japón.

Y le preguntaron a Fede si le interesaba.

Dijo que sí, total era imposible que saliera.

Lo consideraron. Viajó a Tokio una semana.

Lo probaron. Llevándolo a comer, a cenar, a beber, a cantar karaoke.

A ver cómo reaccionaba él ante el shock de una cultura tan diferente.

Lo eligieron.

Fede se mudó cuatro años a Tokio.

Cuatro años de recibir ideas de creativos japoneses en japonés a través de una traductora japonesa.

Fede dice que así aprendió a pensar antes de dar feedback, a no decir la primera cosa que se le pasaba por la cabeza.

Fede dice que aprendió a considerar todas las ideas, aunque no las entendiera, a buscar qué había en ellas a pesar de lo estrafalarias que pudieran resultarle, a ampliar las fronteras de su cabeza para darles lugar a cosas distintas.

Japón le enseñó a Fede a escuchar, a pensar, a abrir su cabeza.

Le llegaron dos nuevas propuestas de trabajo.

Una en Los Ángeles, una agencia enorme del mercado hispano.

Hablar en español. Pensar en español.

La otra en Nueva York, una agencia del mercado afroamericano.

Fede no sabía nada de esa cultura.

La eligió. 

“Me gusta tomar decisiones que me pongan incómodo”, argumenta.

Disfrutó mucho el tiempo allí. Porque aprendió, porque el trabajo lo desafiaba, porque tenía que admitir muchas veces que no entendía y pedir ayuda.

Algo que no es muy habitual cuando uno es el jefe.

Llegó otra oportunidad. 

Y Fede aceptó ser el director creativo global de Huge, una de las agencias digitales más grandes del mundo.

Fede no viene del palo digital. 

Por eso lo eligió.

Fede consiguió inyectar storytelling en Huge.

Hasta que finalmente, hace nueve meses, aterrizó en BCW Global como responsable creativo global de una de las redes de PR más grandes del mundo.

A Fede le gusta provocar conversaciones en los medios con sus ideas.

¿Acaso eso no es la esencia del PR?

Fede es un buen ejemplo de que no hay una única manera de progresar en nuestra industria.

Le pregunté a Fede qué fortalezas tenemos los latinos.

“Nosotros sabemos transitar mejor que nadie el caos. Cuando el mundo se vuelve más caótico, más oportunidades tenemos. Somos flexibles, sabemos hacer mucho con poco, no nos rendimos nunca”.

Este texto no habla de los premios de Fede.

Que los tiene, pero no lo definen.

A Fede lo representa mejor salir siempre de su zona de confort.

Los financieros nos obligan a contar premios.

No renunciemos a contar historias.


INFLUENCIA (*).

Nos sobra talento. Nos falta influencia.

Fernando Vega Olmos 

(*) Los interesados en proponer nombres deben escribir a fernandovegaolmos10@gmail.com incluyendo en el asunto: “Influencia”.