Publicidad > Latinoamérica | FRAGMENTO DE LA ENTREVISTA PUBLICADA EN ADMAG #129
Por Redacción Adlatina |

Jessica Apellaniz: “Pensé que había llegado a lo más alto de mi carrera; ver a la CCO global de Ogilvy me demostró que no”

La actual CCO de Ogilvy Latina comenzó como asistente de producción en MTV hasta que los guiones de presentación de los tradicionales Top 10 y Top 20 del canal le sirvieron como puerta de entrada al mundo de las agencias. Cuenta que estaba muy tranquila en su zona de confort hasta que su primer viaje a Cannes le cambió la cabeza y despertó en ella unas ganas internas de llegar a más. Se lo propuso. Y lo logró. Es una de las pocas mujeres que alcanzó un puesto de dirección creativa regional en Latinoamérica. Y dice que espera ser una facilitadora para abrirles el juego a más mujeres.

Jessica Apellaniz: “Pensé que había llegado a lo más alto de mi carrera; ver a la CCO global de Ogilvy me demostró que no”
“Soy creativa porque me gusta resolver problemas”, dice Apellaniz.


Desde hace unos años hay una corriente que pone la lupa sobre un nuevo tipo de liderazgo, el silencioso. Lejos de bombos y platillos, se trata de perfiles más bien introvertidos, que sin discursos ni actitudes rimbombantes son capaces de formar nuevos líderes y acompañar a sus equipos a encontrar su mejor versión.

Chief creative officer de Ogilvy Latam, Jessica Apellaniz aplica dentro de este perfil a la perfección. Habla tranquila, pausada. Entre anécdota y anécdota deja pasar algún chiste. Sin histrionismos. Todavía se le ponen los ojos vidriosos al recordar la última edición de Cannes. Su emoción lo dice todo.

“Lo de Honduras fue una locura que me llevo en el corazón ―dice en referencia a los leones conquistados por esa sede de Ogilvy, gracias al trabajo Morning after island―. Seguro llegarán Cannes Lions mejores, distintos, pero este quedará guardado en algún lugar de mi corazón”, reconoce. “No pude evitar chillar. Estaba muy emocionada. No quería llorar, y en la foto de recuerdo de Ogilvy están todos y Jess chillando. Pasaré a la posteridad chillando en el escenario por enésima vez”, dice entre risas (y llantos).

―Si tuviera que nombrar otro momento de quiebre y vidriera internacional desde que llegó a Ogilvy, ¿cuál sería?
―Desde que estoy acá, en Ogilvy, hubo un hot house, que es un evento en el cual participan distintos creativos del mundo y se hace un proceso creativo para lograr las mejores ideas. Este fue en Chicago, para Coca-Cola. Dejé mi alma en ese evento y me gané la invitación al Worldwide Creative Council. Fue la primera vez que sentí: “Ay, entonces es que sí soy buena en esto”. Me cuesta creerlo. Unos meses después de eso, me ofrecieron el puesto regional. Ese evento en Chicago fue súper exigente, pero fue breaking.

―Si miramos un poco más atrás de eso, ¿cómo fue su llegada a Ogilvy?
―Bueno, cuando me invitaron, no era yo sola la cabeza creativa, tenía un CCO, mi exjefe, y una dupla, Luciano Chany Dameglio. Estuvimos un tiempo e hicimos muchas cosas muy lindas, como La alarma. El chip diferente en Ogilvy pasa por pensar en multicategoría, innovación, inventar cosas; en Publicis era más bien concentrarte en ciertos clientes. Y acá no importa el cliente, sino innovar. De hecho, tuvimos el primer shortlist en Innovación en Cannes, una categoría que para mí es lo mejor de lo mejor, y en la que hay que presentar en vivo. No me acuerdo de haber sudado tanto en mi vida. Fue muy estresante, pero perdí el miedo. Necesitas de estos momentos que te cuestan para que, en el próximo, tengas más confianza. Sigo teniendo momentos en los que me sigo poniendo nerviosa en presentaciones, pero se va aprendiendo.

―¿Fue difícil al principio lidiar con eso?
―Me acuerdo de que presentamos el caso ante el jurado de Innovación con el chico que nos ayudó a hacer la parte técnica de la alarma, por si había preguntas técnicas. Y yo lo veía tan tranquilo presentando. No me considero muy extrovertida, por el contrario, es algo que he tenido que ir aprendiendo a manejar. De chiquita era muy callada. Sólo hablaba si estaba en un ámbito de confianza, como mi mamá y mi hermana. Si llego a un lugar y no conozco a nadie, y, me cuesta. Lo he aprendido a trabajar. Si alguien lee por ahí que si eres introvertido es difícil llegar a un puesto de dirección, pues no. Joe (Sciarrotta), que es un ser de luz (además de CCO de Ogilvy Estados Unidos y global deputy CCO de la red), es introvertido también, y es uno de los mejores creativos del mundo y un gran líder.

―¿Siempre supo que se convertiría en líder? ¿Cómo fue ese proceso? Porque si bien cada vez se habla más de que ser introvertida es una fortaleza para liderar, a veces las personas introvertidas escapan a estas posiciones.
―Me acuerdo de que, estando en Publicis, yo iba a Héctor Fernández y le decía: “Quiero ser directora creativa”. Entonces él me dijo que íbamos a ir de a poco, y me puso a un trainee. Y luego a otro. Y así, con un crecimiento muy orgánico, llegué a mi primera presentación con un cliente. Y ¡hola, introvertida! El chico con el que presenté era de estos muy histriónicos para hablar, presentaba, movía las manos y hacia chistes. Yo sólo pensaba que me encantaría presentar así. Más adelante, en una presentación, mi jefe me vio intentarlo. Seguramente me salió fatal, porque me agarró y me dijo: “No intentes ser como nadie, más bien encuentra cómo puedes presentar tú”. Fue uno de los grandes consejos. Ahora me gusta mucho cómo presento. Es cierto que debes encontrar tu manera.

―¿Cómo ve sus próximos pasos? ¿A dónde le gustaría llegar?
―Hace poquito tuvimos un curso que estuvo muy padre, porque nos obligaba a buscar nuestra misión de vida. Me gustó pensarme como una facilitadora para abrirles el paso a más mujeres. Así como yo llegué hasta acá, me gustaría que haya más llegando a esta posición. Mas CCO Latam mujeres. Ayudar a más chicas, introvertidas o no. A mí me pasó al ver a Liz Taylor, global chief creative officer de Ogilvy. Nunca había pensado que podía ocupar una posición global. Pero ver a Liz Taylor, no digo que sea fácil ―por cierto, es muy difícil―, pero un hilito de luz entró a mi cabeza y me dijo que imposible no es. Eso que me provoca Liz a mí quisiera que les pasara a otras chicas conmigo. En Ogilvy México ya logramos un 50 y 50 de directores y directoras creativas. Quisiera llevar esto al resto de Latinoamérica.

―¿Se imagina como directora creativa global?
―Muy lento, como en 20 años. Amo a Liz, quiero tenerla para siempre, es una gran líder.


PARA LEER MÁS
Versión completa de esta entrevista en Adlatina Magazine digital #129.