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Por Redacción Adlatina |

Inspiradores #5: Alberto Ponte, el redactor que iba con cuaderno y lapicera a todas partes

Ponte fue el tercer argentino que integró la plantilla de creativos de W+K: el camino había sido abierto por José Mollá y luego había seguido Carlos Bayala, proveniente de Mother. “Al principio, cuando terminábamos las reuniones, sabía tan poco el idioma que preguntaba si nos había ido bien o mal porque no entendía nada”, cuenta. Y asegura que “aprender la cultura fue cuestión de años”.

Inspiradores #5: Alberto Ponte, el redactor que iba con cuaderno y lapicera a todas partes
Alberto Ponte: “Hoy, hay inspiración por todos lados y es mucho más fácil de encontrar que cuando yo empecé”.

Director creativo global de Nike para Wieden+ Kennedy Portland, el argentino Alberto Ponte trabaja desde 2003 en la filial estadounidense.

Antes de dejar su país natal, se había desempeñado como director creativo en la época dorada de  Agulla & Baccetti  y co-DGC de Young & Rubicam, junto a Juan Cravero, dos de las agencias argentinas con más lustre.

Ahora forma parte del éxito de la agencia de Portland, que fue consagrada mejor agencia y mejor agencia independiente del año en Cannes Lions 2019.

Hoy también es stakeholder de W+K, un grupo global encargado de construir una compañía fuerte de segunda generación.

Algunos de sus trabajos más memorables para Nike incluyen Pretty, para María Sharapova; Encuentra tu grandeza, para los Juegos Olímpicos de 2012; Sistema Kobe; LeBron;Until We All Win, con Serena Williams; Running Makes the World Go Round (Shanghai) o la multipremiada Dream Crazy.

-¿Qué recuerdos tiene de aquel Alberto Ponte que daba sus primeros pasos en la publicidad?

-Muchas ganas y no poder creer que este sea un trabajo. Me acuerdo de estar pensando todo el tiempo, de viajar en subte con mi cuaderno y mi lapicera; nunca iba a ningún lado sin cuaderno y lapicera por las dudas de que se me ocurriera algo. Me acuerdo de profesores de la facultad: Silvia Mazza, Rubén Pornoi, Horacio Di Pascuale. Me acuerdo de Pérez Rivas, de Gustavo Scarpatto que me dio mi primer laburo, de Hernán Ponce que me vino a buscar a la facultad. De Ricardo Capara que me tuvo que aguantar muy junior. Me acuerdo de muchas noches largas y de encontrar por primera vez confianza en mi haciendo algo.


-¿Cuánto tiempo (y sacrificio) le llevó adaptarse a la cultura estadounidense?

-Creo que me llevó unos años. Primero, Dan Wieden me contrató como redactor y yo no sabía una palabra de inglés. Él sabía eso. Así que tome clases cinco veces por semana todas las mañanas por casi dos años. Al principio, cuando terminábamos las reuniones, sabía tan poco el idioma que preguntaba si nos había ido bien o mal porque no entendía nada. Aprender la cultura fue una cuestión de años. De pasar mucho tiempo con mis compañeros del laburo, de mirar mucha televisión, de leer libros, de aprender los deportes y los deportistas, de entender las diferencias sin juzgarlas, de entender la historia.


-¿Quiénes fueron en sus referentes al inicio de la carrera y qué es lo que lo inspira hoy?

-Al principio miraba mucho el trabajo de la publicidad, Hernán Ponce, Ramiro (Agulla) y Carlos (Baccetti), John Hegarty, Fallon, Wieden and Kennedy, Lowe, Saatchi, David Abbott, Cliff Freeman, Seba (Wilhelm) y Maxi (Anselmo), Carlos Bayala; también me inspiraba en escritores que me gustaba como escribían, en sus tonos de voz, en cómo encontraban voces diferentes. Eso siempre me daba curiosidad a la hora de escribir. Hoy me parece que me inspiran cosas más allá de la publicidad. Siempre me inspiraron las buenas historias, entonces busco más por ahí. En TV, The wire, Sopranos, The bear, White lotus. En cine, Paul Thomas Anderson me encanta como cuenta hisotrias, Paracite, mucho de lo que hace A24, Tambien me encanta Marvel, Stutz en Netflix me pareció muy interesante, Dave Chappelle me parece un gran pensador. Me encanta como piensan los comediantes. Hoy, en realidad, hay inspiración por todos lados y es mucho más fácil de encontrar que cuando yo empecé.


-Nike tiene una larga historia de hits publicitarios, ¿cuál es la fuente de inspiración para renovarse en cada campaña trabajando para un mismo cliente y poder presentar siempre una mirada fresca?

-Primero, no intentar hacer un “Nike ad”, eso es lo primero que le decíamos a todos los que empezaban a trabajar en Nike. No es muy difícil mantenerse fresco porque los atletas y las situaciones cambian todo el tiempo, entonces si tenés el dedo en el pulso del deporte generalmente eso te inspira a hacer cosas diferentes constantemente. No es lo mismo hacer un comercial para Lebron cuando se fue de Cleveland y todo el mundo lo odiaba, que hacer uno para cuando volvió y todos estaban felices con el tema.


-¿Cuáles son sus campañas favoritas de las realizadas (ya sea para Nike como anteriores)?

-Hormiguita y elefante, fue la primera idea que tuvo reconocimiento de la que fui parte; Comunicate, es simple, para Telecom; Pretty fue mi primer comercial grande para Nike; Find your greatness, cuando todos celebraban a los atletas porfesionales, Nike hizo una campaña con todos amateurs; MVP puppets nació de un problema de no tener a los atletas disponibles para filmar y terminó siendo una de las cosas más divertidas que hicimos; Koby System, un atleta como Kobe no tomándose en serio a él mismo y riéndose de sus propias máximas; Kobe Conductor, un comercial que celebraba a alguien que se retiraba pero basado en Kobe siendo el villano de la NBA; Dream Crazy creo que fue la campaña más grande que hicimos y además, Nike, con Gino Fissanotti, tomó una posición muy importante en un momento políticamente álgido. La última campaña para el Mundial, porque hicimos algo que todos queríamos ver.


-¿Cómo fue su experiencia de trabajar con Dan Wieden? ¿Qué significó él en su carrera?

-Dan Wieden era un hombre muy especial, muy profundo e inspirador. Casi nunca hablamos de publicidad, siempre de libros, de relaciones y de personas. Estaba como afuera de la publicidad y creo que eso lo hizo tan único. Un poco la relación con Nike en la que Phill Knight lo primero que le dijo fue “Hola Soy Phill Knight y odio la publicidad”, eso marcó el tono y el ritmo de Wieden and Kennedy. Este lugar nunca hizo publicidad muy “publicitaria” por decirlo de alguna manera.

Era bravo pero a la vez muy protector. Una vez me dijo que cada vez que me sentara en una reunión me preguntara, ¿en qué puedo ayudar?, y que si no encontraba una respuesta, me quedara callado. Gran consejo.


-¿Cree que toda persona tiene un precio?

No, no creo eso.


-¿Le queda algún sueño por cumplir?

Miles, ¿si no, como te levantás a la mañana?