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Redacción Adlatina |

Heineken enfrenta críticas por su lenta salida de Rusia

La empresa operadora local debe vender cerveza para seguir siendo solvente, dice la compañía, mientras el hashtag #BoycottHeineken se extiende en las redes sociales.

Heineken enfrenta críticas por su lenta salida de Rusia
Alrededor de 16.800 tuits llevaban el hashtag #BoycottHeineken hasta el viernes 24. (Crédito: Bloomberg L.P.)

(Ad Age) - Heineken se convirtió esta semana en el centro de la furia en Internet y de amenazas de boicot, después de que circularan historias de que la marca de cerveza no estaba saliendo de Rusia como había prometido tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.

El movimiento #BoycottHeineken llevó a la cervecera holandesa a emitir un comunicado en el que aclaraba que la división rusa de la empresa estaba haciendo negocios de forma independiente mientras Heineken busca un comprador para ella. El objetivo de la empresa es salir de Rusia a mediados de 2023 y prevé unas pérdidas estimadas de 300 millones de euros, unos 316 millones de dólares estadounidenses.

Alrededor de 16.800 tuits llevaban el hashtag #BoycottHeineken hasta el viernes 24 por la tarde.

"Estamos trabajando duro para transferir nuestro negocio a un comprador viable en circunstancias muy difíciles, y esperamos una pérdida financiera significativa para la empresa, que asciende a alrededor de 300 millones de euros", decía el comunicado de Heineken. "Mientras tanto, nuestros colegas locales de Heineken Rusia están haciendo lo que pueden para mantener el negocio en marcha, después de retirar completamente la marca Heineken, para evitar la nacionalización y asegurar que sus medios de vida no estén en riesgo."

Al parecer, el control fue avivado por un sitio Web holandés llamado Follow the Money, que informó de que el negocio ruso de Heineken introdujo 61 nuevos productos, incluidas versiones de su marca Amstel, en el último año.

Heineken reconoció que su empresa operativa local estaba haciendo negocios con Amstel y otras cervezas como medio para mantenerse solvente. "Sin Amstel, lo más probable es que la empresa hubiera quebrado y existiera un riesgo real de nacionalización", declaró la empresa. Subrayó que no se ha producido ninguna transferencia de fondos, cánones o dividendos entre las unidades. Su marca Heineken y las cervezas bajo licencia Guinness y Miller han sido retiradas del mercado.

Heineken dijo que detuvo las nuevas inversiones en Rusia a principios de marzo de 2022 y se convirtió en la primera cervecera mundial en anunciar sus planes de abandonar Rusia a finales de ese mes. La lenta retirada refleja el "riesgo muy real de que si detuviéramos nuestras operaciones o nos volviéramos insolventes, el gobierno ruso tomaría medidas contra los empleados o decidiría nacionalizar nuestro negocio", dijo la compañía.

Su rival internacional, Anheuser-Busch InBev, vendió su negocio ruso con pérdidas de 1.100 millones de dólares en abril último.

La noticia se conoció al tiempo que se revelaba en documentos financieros que el multimillonario Bill Gates había comprado una participación del 3,76% en Heineken por unos 939 millones de dólares.