Inspiradores > Argentina | INSPIRADORES #10
Redacción Adlatina |
Referente de varias generaciones, el socio fundador de Ponce Buenos Aires es uno de los creativos que marcó una época de la publicidad argentina, y aún mantiene su vigencia. Apasionado y fiel defensor de la profesión, asegura: “Cuando empecé era una actividad bastardeada por muchos que estaban dentro de ella. Para mí, siempre fue una profesión. Intelectualmente, una de las más completas y entretenidas”.
Definido alguna vez como “el padre de la creatividad moderna”, Hernán Ponce comenzó su carrera en 1979, en el departamento de Contaduría y Medios de Naya Publicidad.
Fue redactor en agencias como Yuste, Lautrec, Gowland, Rubén Maril y Funes, Straschnoy & Dreyfus; director creativo en David Ratto y, más tarde, director general creativo de Young & Rubicam, donde estuvo durante nueve años.
En 1999, cofundó Vegaolmosponce, junto a Fernando Vega Olmos, agencia que diez años después pasaría a denominarse Ponce Buenos Aires.
¿Qué recuerdos tiene de aquel Hernán Ponce que daba sus primeros pasos en la publicidad?
Los mejores: las ganas, el hambre, la curiosidad, el aprendizaje, la energía, el disfrute, la admiración casi embobada. El querer hacer, querer cambiar, comprar anuarios, colarme en el Gran Rex para ver los Clio. Aunque, entre todo eso, obviamente, hubo también algunas pocas decepciones. Pero lindos tiempos, muy lindos. Era la bohemia de lo que se venía.
¿Quiénes fueron las personas que lo inspiraron en sus inicios?
Gabriel Deryfus, Washington Olivetto y Nissan Guanaes, Lautrec (la agencia y también el artista afichero), Omar Di Nardo, David Ratto, Alan Parker, Joe Sedelmaier, Martín Lobo, la Tana Mazza, Tom McElligott, Tom Delaney, Hamlet (happiness is a cigar call) y los que crearon Heineken refreshes; John Hegarty, David Abbott, Dave Dye… Uf, ¡cómo me gusta nombrar a mis ídolos! ¿Se nota? Aprovecho para decirles gracias a todos.
Alguna vez dijo que se identificaba con Vilas en el sentido de que, más allá de un don, lo suyo fueron "horas de práctica frente al frontón”. ¿Cree que la creatividad puede entrenarse?
No solo creo que se puede, se debe. Ser creativo no es solo tener una epifanía de originalidad, es también entender al consumidor, imaginar territorios, diseñar estrategias, mirar arte, mirar cine, mirar YouTube, estudiar diseño de una u otra manera, boludear en Instagram, boludear al GPT, leer a los hermanos Marx para escribir con humor (y reírse un rato), tomar café en un bar mirando a la gente por la ventana mientras hablás con el mozo. Todo eso, pero todo el tiempo.
Siempre dice que se considera un "defensor de la profesión”. ¿Por qué?
Porque cuando empecé era débil, una actividad bastardeada por muchos que estaban dentro de ella. Para mí, siempre fue una profesión. Intelectualmente, una de las más completas y entretenidas. Y porque la quería. A los amores hay que defenderlos. Hoy miro para atrás y digo: “guau!”.
¿Cuáles son sus campañas favoritas de las realizadas a lo largo de su carrera? ¿Por qué?
Aviso que van a quedar muchas afuera. En los comienzos, Bayer y “Si usted les habla a sus plantas, coménteles esta novedad”, la campaña de Aerolíneas Argentinas con el icónico “Olé” a la cabeza. Canal 13, No me pidan que cabecee y All the rest. Disco y la viejita que corría cuando escuchaba las ofertas, las celebrities y las costumbres de Visa, la nenita de Hellmann’s, el comercial de Cindor Shake y el nieto que se lo hacía batir al abuelo. Los muchos, felices y recontra reconocidos años de Axe (acá, allá y más allá), los experimentos de Glaciar, Impulse y los tiempos difíciles para el romanticismo, el corto Who para Fox y la sátira de corto de Espumante para Navarro Correas. ¡Haz recorrido un largo camino, muchache!
¿Hay algún cliente con el que nunca haya trabajado y le hubiera gustado?
Un montón. Pero no pienso nombrarlos porque nunca me llamaron, ja. Aunque todavía están a tiempo.
¿Qué significó haber cocreado una de las agencias más legendarias de la historia de la publicidad argentina?
Eso mismo. Solo eso.
Ser emprendedor es asumir riesgos ¿Cuál es el límite entre ser emprendedor y ser loco?
No lo sé, realmente no lo sé, porque nunca fui ninguna de las dos cosas. Me dejé llevar por lo que sentía que tenía que hacer en cada momento. Una consciente inconciencia, eso sí puede ser.
¿Le queda algún sueño por cumplir?
Ya no son sueños, han dejado de serlos hace un tiempo. Ahora me gustan más las sorpresas.
Reel de Hernán Ponce
-No me pidan que cabecee, para Canal 13
-Confusión, para Hellmann’s
-Chocolate Man y Choques, para Axe
-Superclásico sin estrés, para Glaciar
-Tiempos duros para el romanticismo, para Impulse
-Who, para Fox Premium
-Espumante, para Navarro Correas