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Redacción Adlatina |

¿Qué tecnologías de vanguardia son más importantes para las empresas en 2025?

El estudio destaca los últimos avances tecnológicos, las tendencias de talento, los casos de uso y su posible impacto en empresas de todos los sectores.

¿Qué tecnologías de vanguardia son más importantes para las empresas en 2025?
El estudio destaca al delivery personalizado de medicina como una de las maneras en que las tecnologías de vanguardia --en este caso, la confianza digital, la bioingeniería, y el futuro de la movilidad-- podrían ofrecer soluciones innovadoras en el futuro.

El informe de McKinsey ofrece 13 tendencias tecnológicas con el potencial de transformar los negocios globales en 2025.

El estudio emerge como una ayuda para los ejecutivos actuales, quienes se enfrentan al reto de gestionar la creciente complejidad, escalar soluciones emergentes y generar confianza en un mundo donde las fronteras entre lo digital y lo físico, lo centralizado y lo descentralizado, se difuminan cada vez más.

En ese marco, los análisis de este informe pueden ayudar a los líderes empresariales a decidir cuáles de estas tecnologías de vanguardia son las más relevantes para sus empresas, mostrando cómo otros las están empezando a aplicar.

Estos hallazgos surgen de un análisis de las medidas cuantitativas de interés, innovación, inversión de capital y talento que sustentan cada una de las 13 tendencias y exploran las tecnologías subyacentes, las incertidumbres y las preguntas que las rodean.

Entre las tendencias, la inteligencia artificial destaca no solo como una poderosa ola tecnológica por sí sola, sino también como un amplificador fundamental de las demás. La evolución de las soluciones de IA en el mercado combina cada vez más aspectos de las tendencias que previamente se analizaron por separado, como la IA aplicada y la IA generativa, por lo que este año se examinan conjuntamente.

Además del creciente alcance de la IA, otra nueva tendencia que el informe ha elegido destacar en 2025 es la IA agéntica, que se ha convertido rápidamente en un importante foco de interés y experimentación en la tecnología empresarial y de consumo.

La IA agéntica combina la flexibilidad y la generalidad de los modelos básicos de IA con la capacidad de actuar en el mundo mediante la creación de "compañeros de trabajo virtuales" capaces de planificar y ejecutar de forma autónoma flujos de trabajo de múltiples pasos.

La IA también es el principal catalizador de otra tendencia que se destaca este año: los semiconductores para aplicaciones específicas.

Estas innovaciones han surgido en respuesta a una demanda exponencialmente mayor de capacidad de computación, memoria y redes para el entrenamiento e inferencia de la IA, así como a la necesidad de gestionar los costes, el calor y el consumo de energía eléctrica. Esto ha dado lugar a una gran cantidad de nuevos productos, nuevos competidores y nuevos ecosistemas.

Desde el auge de la robótica y los sistemas autónomos hasta la necesidad imperiosa de innovaciones responsables en IA, los avances tecnológicos de este año subrayan un futuro donde la tecnología es más adaptativa, colaborativa e integral para la solución de problemas globales. Esto se ve ilustrado por temas que atraviesan las tendencias de este año:

Los sistemas autónomos, incluyendo robots físicos y agentes digitales, están pasando de proyectos piloto a aplicaciones prácticas. Estos sistemas no solo ejecutan tareas; están empezando a aprender, adaptarse y colaborar. La autonomía se está expandiendo, ya sea mediante la coordinación de la logística de última milla, la navegación en entornos dinámicos o la actuación como compañeros de trabajo virtuales, entre otras habilidades.

La interacción entre humanos y máquinas está entrando en una nueva fase, definida por interfaces más naturales, entradas multimodales e inteligencia adaptativa. Desde entornos de entrenamiento inmersivos y robótica háptica hasta copilotos controlados por voz y wearables con sensores, la tecnología se está volviendo más sensible a las intenciones y el comportamiento humano. Esta evolución está cambiando la narrativa del reemplazo humano a la mejora, permitiendo una colaboración más natural y productiva entre personas y sistemas inteligentes. A medida que las máquinas mejoran su capacidad para interpretar el contexto, la frontera entre operador y cocreador continúa desvaneciéndose.

La creciente demanda de cargas de trabajo con uso intensivo de recursos computacionales, especialmente de IA de última generación, robótica y entornos inmersivos, está generando nuevas exigencias en la infraestructura global. Las limitaciones energéticas de los centros de datos, las vulnerabilidades de la red física y la creciente demanda computacional han expuesto las deficiencias en la infraestructura global. Pero el desafío no es solo técnico: los retrasos en la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y las fricciones regulatorias en torno al acceso a la red y la obtención de permisos están ralentizando las implementaciones. En consecuencia, escalar ahora implica abordar no solo la arquitectura técnica y el diseño eficiente, sino también los complejos desafíos reales en términos de talento, políticas y ejecución.

La competencia global por tecnologías críticas se ha intensificado. Países y corporaciones han redoblado sus esfuerzos en infraestructura soberana, fabricación local de chips y financiación de iniciativas tecnológicas como laboratorios cuánticos. Este impulso hacia la autosuficiencia no se limita a la seguridad, sino que también implica reducir la exposición al riesgo geopolítico y liderar la próxima generación de valor. El resultado es una nueva era de competencia impulsada por la tecnología, donde las naciones tienen participación en industrias críticas.

El crecimiento en estos vectores se ve impulsado por la innovación en servicios en la nube y la conectividad avanzada. Por un lado, se observa un rápido crecimiento de la infraestructura de entrenamiento de modelos de propósito general en centros de datos extensos y de alto consumo energético, mientras que, por otro, se observa una aceleración de la innovación en el borde, con tecnología de bajo consumo integrada en teléfonos, automóviles, controles domésticos y dispositivos industriales. Esto está creando ecosistemas que ofrecen modelos de lenguaje masivos y de gran tamaño con un número asombroso de parámetros, así como una gama creciente de herramientas de IA específicas para cada dominio que pueden ejecutarse prácticamente en cualquier lugar. Los líderes equilibrarán la escala centralizada con el control localizado: piensen en microrredes modulares para energía limpia o en robótica a medida para la fabricación especializada.

A medida que las tecnologías se vuelven más potentes y personales, la confianza se convierte cada vez más en el factor determinante de su adopción. Las empresas se enfrentan a una creciente presión para demostrar transparencia, equidad y responsabilidad, ya sea en modelos de IA, procesos de edición genética o plataformas inmersivas. La ética ya no es solo lo correcto, sino palancas estratégicas en la implementación que pueden acelerar, o frenar, el escalamiento, la inversión y el impacto a largo plazo.

A continuación, las 13 tendencias tech identificadas por McKinsey:

1. IA Agencial

La IA Agencial (Agentic AI) es un sistema de inteligencia artificial capaz de planificar y ejecutar de forma independiente tareas complejas y de múltiples etapas. Basados en modelos fundacionales, estos agentes pueden actuar de manera autónoma, comunicarse entre sí y adaptarse a nueva información. Han surgido avances significativos, desde plataformas generales de agentes hasta agentes especializados diseñados para investigación profunda.

2. Inteligencia artificial

La inteligencia artificial se refiere a sistemas informáticos diseñados para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Estos sistemas utilizan algoritmos, datos y poder de cómputo para reconocer patrones, tomar decisiones y aprender de la experiencia.

3. Semiconductores específicos para aplicaciones

Los semiconductores específicos para aplicaciones son chips diseñados con un propósito particular y optimizados para realizar tareas especializadas. A diferencia de los semiconductores de propósito general, estos están diseñados para manejar cargas de trabajo específicas (como el entrenamiento e inferencia de modelos de inteligencia artificial a gran escala), optimizando características clave como la velocidad, la eficiencia energética y el rendimiento.

4. Conectividad avanzada

La conectividad avanzada abarca un conjunto de tecnologías en evolución que mejoran y amplían las redes de comunicación digital. Esto incluye redes inalámbricas de baja potencia, sistemas celulares 5G y los emergentes 6G, los estándares Wi-Fi 6 y 7, y satélites en órbita terrestre baja (LEO).

5. Computación en la nube y en el borde

La computación en la nube y en el borde consiste en distribuir las cargas de trabajo entre distintas ubicaciones, desde centros de datos remotos a gran escala hasta hubs regionales y nodos locales. Este enfoque optimiza el rendimiento al abordar factores como la latencia, los costos de transferencia de datos, la soberanía de los datos y la seguridad de la información.

6. Tecnologías de realidad inmersiva

Las tecnologías de realidad inmersiva abarcan la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR), e incluyen gafas inteligentes con AR, retroalimentación háptica avanzada y mejoras impulsadas por inteligencia artificial que optimizan el renderizado, el seguimiento y las capacidades de procesamiento.

7. Confianza digital y ciberseguridad

La confianza digital y la ciberseguridad abarcan tecnologías y prácticas destinadas a garantizar interacciones digitales seguras, transparentes y confiables. Esto incluye la verificación de identidad, la protección de datos, el cifrado, la detección de amenazas y los sistemas de confianza basados en blockchain.

8. Tecnologías cuánticas

Las tecnologías basadas en principios cuánticos aprovechan las propiedades únicas de la mecánica cuántica para ejecutar ciertos cálculos complejos de forma exponencialmente más rápida que las computadoras clásicas, asegurar redes de comunicación y desarrollar sensores con niveles de sensibilidad superiores a los de sus equivalentes tradicionales.

9. El futuro de la robótica

El futuro de la robótica abarca el avance de robots capaces de realizar tareas de forma autónoma o semi-autónoma, adaptándose a nuevos estímulos del mundo real con grados crecientes de autonomía y destreza. Esto incluye robots móviles autónomos y robots humanoides.

10. El futuro de la movilidad

Las tecnologías de movilidad incluyen vehículos autónomos, vehículos eléctricos, drones, soluciones de movilidad aérea urbana —como aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL)— y micromovilidad, como monopatines eléctricos y bicicletas eléctricas. Estas tecnologías tienen como objetivo mejorar la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad de los sistemas de transporte.

11. El futuro de la bioingeniería

La bioingeniería es la aplicación de principios de ingeniería a la biología, utilizando avances tecnológicos (por ejemplo, la edición genética y la biología sintética) para mejorar la salud y el rendimiento humano, transformar las cadenas de valor alimentarias y crear ofertas innovadoras.

12. El futuro de las tecnologías espaciales

Las tecnologías espaciales incluyen sistemas satelitales, vehículos de lanzamiento, módulos de habitabilidad y misiones de exploración, tales como constelaciones de satélites en órbita terrestre baja, conectividad directa a dispositivos que integra activos espaciales con redes terrestres, y observación de la Tierra.

13. El futuro de las tecnologías de energía y sostenibilidad

Las tecnologías de energía y sostenibilidad abarcan un amplio espectro de innovaciones destinadas a transformar el panorama energético global hacia un futuro más sostenible y resiliente. Esto incluye tecnologías que están transformando la cadena de valor energética global, con un enfoque particular en electrones limpios, electrificación y moléculas limpias.

En conclusión, el informe de McKinsey destaca un panorama de innovación acelerada, donde la inteligencia artificial —especialmente la IA agéntica— emerge como motor central de transformación y unificador de múltiples tecnologías disruptivas.

La convergencia entre sistemas autónomos, robótica avanzada, conectividad mejorada y tecnologías inmersivas redefine la interacción entre humanos y máquinas, abriendo paso a nuevas formas de colaboración y productividad. Sin embargo, el crecimiento exponencial de estas tecnologías enfrenta desafíos significativos en términos de escalabilidad, infraestructura, talento y regulación, al tiempo que la competencia geopolítica impulsa un enfoque renovado en la soberanía tecnológica.

En este contexto, la innovación responsable y la confianza digital se posicionan como imperativos estratégicos para que las empresas y naciones lideren con éxito la próxima era tecnológica, asegurando que estas herramientas potentes se utilicen de manera ética y sostenible para enfrentar los retos globales.