Cine Publicitario > Global | CON PROYECCIÓN INTERNACIONAL
Redacción Adlatina |

Javier Lourenço: “Las marcas tienen que dejar de comportarse como anunciantes y empezar a actuar como co-creadores culturales”

El fundador y director de Flamboyant Paradise y cofundador de People Like Pixels habla de proyectos como Kirāmomo, una DJ virtual convertida en performer física. “Las ideas que más nos entusiasman juntan storytellingcraft y generan alguna emoción”, expresa.

Javier Lourenço: “Las marcas tienen que dejar de comportarse como anunciantes y empezar a actuar como co-creadores culturales”
Sobre el talento, Lourenço aseguró: “Buscamos artistas con criterio, visión y sensibilidad. Eso no se reemplaza con ningún algoritmo”.

Javier Lourenço, fundador y director de Flamboyant Paradise, productora argentina de animación y mixed media, conversó con Adlatina. El profesional, a su vez, creó junto con Hernando Gómez Salinas, People Like Pixels: un hub creativo especializado en la creación de avatars virtuales y mundos digitales.

¿Qué trabajos destaca de este 2025?

Antes que nada, quiero contar que con Flamboyant Paradise nos venimos posicionando como “character-driven production company”. Además de mi trabajo como director de animación y mixed media, hemos sumado a Álvarez, Sawa y Okytronic como directores de animación con diferente expertise. Este año, junto con Álvarez dirigimos Being Vegan is Good Shit, un spot para PETA, que ha sido uno de los pocos finalistas de la región en Craft Animation en Cannes Lions. Es parte de una campaña muy disruptiva que desarrollamos junto a la agencia Samy. Creamos una pieza divertida donde los protagonistas son “poops” veganos, personajes kawaii que cantan una canción ultra pegadiza sobre los beneficios del veganismo para el sistema digestivo. Como el tema en sí roza lo escatológico elegimos estos personajes adorables para contar esta historia en modo de comedia musical lo-fi. A nivel craft, la pieza fue animada en 2D tradicional, con más de 20 animadores.

Por otro lado, lidera People Like Pixels, ¿cómo definiría ese proyecto?

Si, con Hernando Gómez Salinas creamos un hub creativo especializado en la creación de avatars virtuales y mundos digitales. Hace menos de dos meses logramos un hito clave: convertir a una DJ virtual en performer física. Nuestro IP propio, Kirāmomo, es una masked artist que cruza lo cyber con lo asiático e hizo su debut en vivo con un DJ set inmersivo. Ya ha lanzado una docena de temas con colaboraciones locales e internacionales, y ahora vamos por su primer álbum para principios de 2026. Dos proyectos muy distintos, pero que reflejan el tipo de ideas que más nos entusiasman. Las que juntan storytelling, craft y que generan alguna emoción.

¿De dónde toma la inspiración para crear, entre otros, a Kirāmomo?

Kirāmomo nace del deseo de crear un IP propio desde People Like Pixels, pero también de demostrar este expertise creativo dirigido a clientes del mundo de la música, el deporte o la moda. Kirāmomo no es solo una DJ enmascarada phygital: es una plataforma para explorar nuevas estéticas y narrativas. Funciona como un playground creativo, donde probamos técnicas, lenguajes, workflows con IA y todo tipo de cruces. El core de People Like Pixels es también una evolución natural del trabajo que venimos haciendo desde Flamboyant Paradise con personajes y universos visuales para publicidad. Y a eso sumarle narrativa y estrategias digitales para artistas.  La inspiración y la estrategia vino también de observar cómo crecen fenómenos como el animé, el K-pop, los vocaloids, los artistas virtuales y la influencia global de masked DJs como Marshmello o DeadMau5. Sólo para poner un par de ejemplos de estas tendencias, Netflix triplicó su audiencia de animé en 2025 y ya supera los 300 millones de usuarios. En 2024, siete de los discos físicos más vendidos a nivel global fueron de K-pop. Nos interesa esa lógica de comunidad, diseño y fandom. Con Kirāmomo abrazamos la estética cyber-asiática, pero le sumamos una mirada más occidental. El objetivo, aunque ambicioso, es claro: que ese casco con manitos en V se convierta en un ícono pop global, y que trascienda las fronteras de la música.

¿Cómo ve posicionada a la IA en la industria?

Empecé a investigar IA en 2021, cuando Stable Diffusion recién arrancaba y Midjourney generaba cosas un poco deformes, pero a la vez fascinantes. A principio de 2023, el Art Directors Club de Nueva York me incluyó entre los 101 artistas de IA más influyentes del mundo. Eso ayudó a posicionarme como uno de los pioneros en este campo. Siempre fui curioso con las nuevas herramientas. Hoy actualizamos nuestro reel de IA casi todas las semanas, porque lo que era nuevo hace unos días ya quedó viejo hoy. El uso de la IA se volvió clave por su velocidad y eficiencia. Antes tenías una semana para presentar un tratamiento; hoy lo esperan en dos o tres días y ya es un nuevo estándar.

¿Qué sucede con la competencia si hablamos de IA?

En cuanto a la competencia, hay cada vez más productoras especializadas en IA, divisiones dentro de agencias, o estudios que integran estos procesos a sus flujos. Pero más allá de la herramienta, ¿Quiénes las están usando? ¿Qué tipo de artistas son? ¿Tienen conocimientos de dirección? ¿De narrativa? Lo que quiero destacar es que, en definitiva, para sobresalir, lo único importante es el criterio de quien usa la AI. Con saber la técnica no alcanza. Lo que conecta en serio es la sensibilidad, la narrativa, la construcción de un mundo. En cuanto al uso de la IA en la industria, yo hago este tipo de análisis. Parecería haber tres perfiles de clientes: primero, los que siguen produciendo como siempre, con buenos presupuestos, de la manera tradicional. Esta va a ser la manera de producir del cine. No creo que cambie mucho. En segundo lugar, están los que, con recursos más limitados, adoptan IA o virtual production para lograr resultados visuales más potentes. Y, por último, quienes hasta hoy casi no accedían a filmar, y ahora hacen uso de la IA pueden realizar piezas con impacto visual real.  Alguna vez dijo Steve Jobs: “Los storytellers son las personas más poderosas del mundo. Ellos son los que van a setear las agendas y los valores de las generaciones futuras”.

¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo?

A corto plazo, desde Flamboyant Paradise queremos sostener la calidad de nuestras piezas, sin importar la técnica. Usamos las herramientas al servicio de la idea, no al revés. No nos interesa el virtuosismo productivo si no hay algo para contar. Primero está la sensibilidad o el concepto; después viene la producción a potenciar eso.

A largo plazo, con People Like Pixels buscamos crecer en tres verticales: música, deporte y moda. Nos interesa colaborar con artistas, deportistas o diseñadores para construir sus universos visuales, sus relatos personales. Nuestro foco está puesto en dirigir music videos, visuales de shows musicales, hacer contenido para deportes, fashion events y films. Y en particular, queremos seguir desarrollando Kirāmomo como IP. Giras, álbumes, colaboraciones, presencia en cultura pop y, eventualmente, licenciamiento. Queremos seguir creando propiedad intelectual con identidad, valor de producción y proyección internacional.

En su presentación usted habla de que es alguien que “no solo se está adaptando al futuro, sino también lo está inventando”. ¿Cómo define a ese futuro?

Siempre sentí la necesidad de reinventarme. Empecé como director de arte en agencias en 1996 y desde 2005 dirijo. Siempre intenté estar un paso adelante, entendiendo hacia dónde se mueve la industria. Creo que el futuro es mixto. IA, sí, pero también experiencias físicas. No como respuesta nostálgica, sino porque la humanidad necesita seguir viviendo de contenidos reales. Eventos deportivos, recitales, teatro, espectáculos en general. Por eso, cuando Kirāmomo estaba funcionando en el mundo virtual, decidimos llevarla al plano físico. Queríamos tener una presencia real, no sólo una existencia digital. Porque incluso en el momento más fuerte de la IA, el diferencial humano sigue siendo irreemplazable. Además, un personaje con máscara no envejece. Eso también es una ventaja enorme en este tipo de proyectos. El futuro no es solo tecnología. Es sensibilidad, relato, presencia. Por ello es que estamos poniendo un pie en el mundo del entertainment.

En una industria en constante cambio, ¿qué se necesita para no quedar al margen? ¿Qué consejos les daría a las marcas para reinventarse?

Curiosidad, apertura y rapidez para reaccionar. Las marcas tienen que dejar de comportarse como anunciantes y empezar a actuar como co-creadores culturales. Preguntarse qué historia tienen para contar. Qué pueden ofrecer que sea relevante y que no suene a fórmula. Hoy conecta lo genuino, lo experimental, lo que mezcla códigos. La IA puede ser una gran herramienta si se usa con un objetivo claro. No sólo para simular realismo, sino más que nada para crear otra lógica visual, más poética, más expresiva. La IA también tiene que encontrar su propio código y lenguaje y son pocos los artistas que la hacen relevante. Si tengo que rescatar una marca de gran valor hoy no es una marca. Es un dúo musical: Ca7riel y Paco Amoroso. Su mundo va más allá de la música: crearon un universo visual, performático, fashionista y con códigos propios. Son una marca en sí mismos. Se autocritican, protestan contra la industria musical, pero viven de ella. Y eso es un mensaje descontracturado, genuino, que llega. Y lo más importante es que se ríen de ellos mismos.

¿Cómo es tener un roster de directores “AI-native”? ¿Cómo atrae y retiene a ese talento?

En Flamboyant Paradise y en People Like Pixels trabajamos con directores y talentos que vienen del diseño, la ilustración, la animación 2D, 3D, los shows en vivo, el real time animation y el mix media. Hemos incorporado la IA, no como complemento, sino como parte del workflow principal de la productora. Pero más allá de la herramienta, lo que más valoramos es el criterio visual. La técnica cambia todo el tiempo. El criterio permanece. Y a la hora de retener talento, lo que más pesa son los objetivos y la posibilidad que tienen los talentos de hacer algo distinto. Eso es lo que trato de inculcar y demostrar no sólo con los directores sino con todos los talentos que trabajan con nosotros. Que sientan que están en un espacio donde pueden proponer y crecer. Buscamos artistas con criterio, visión y sensibilidad. Eso no se reemplaza con ningún algoritmo.