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Redacción Adlatina |

Walrus: “Cruzamos ideas con alma, pensadas para la acción y medidas con rigor”

Maité Wilson y Diego Aleixo, equipo directivo de la agencia de activación de marcas, conversó con Adlatina sobre su aporte en la industria, la conexión con los clientes, las tendencias en su área de expertise y la competencia.

Walrus: “Cruzamos ideas con alma, pensadas para la acción y medidas con rigor”
Walrus: “Son las emociones las que guiarán el diseño, la comunicación y las experiencias de marca”.

Maité Wilson y Diego Aleixo, equipo directivo de Walrus, en diálogo con Adlatina, cuentan que su trabajo abarca desde la creación de eventos y experiencias de marca hasta la construcción de identidad marcaria y el desarrollo de estrategias digitales, con un enfoque integral y colaborativo.

La agencia entiende que toda acción forma parte de un ciclo mayor: la evolución de la marca. Por eso, su proceso comienza con la definición de objetivos y KPI claros, para luego desarrollar experiencias personalizadas que no solo puedan cautivar a la audiencia, sino que también generen impacto y valor tangible.

¿Cómo está conformado el equipo de Walrus? ¿Nos podrían aportar nombres y cargos de su equipo directivo?

Como directora, tengo la suerte de liderar un equipo con una identidad muy marcada: el 90% somos mujeres, con una mirada empática, rigurosa y orientada a la acción. En la dirección estoy yo, Maité Wilson, y me acompaña mi socio, Diego Aleixo, impulsando estrategia, cultura y desarrollo del negocio. A partir de ese liderazgo armamos células por proyecto, sumando dirección creativa, producción, contenido, data y partners técnicos según el desafío. Preferimos un “core” muy senior más una red de talento especializado para ir siempre con el mejor equipo posible.

Si bien trabajan para diversas marcas ¿Cuáles son las demandas más recurrentes que le hacen sus clientes?

Cuando un cliente nos llama, suele pedirnos tres cosas que van de la mano. Primero, experiencias y activaciones que realmente muevan la aguja: no solo momentos memorables, sino objetivos claros, creatividad pensada para la acción y métricas a la vista —tráfico, leads, trials, ventas— para entender el impacto. Segundo, branding y contenidos que no vivan aislados, sino integrados al funnel: lo que pasa en el mundo físico se traduce en conversación, en performance y en construcción de posicionamiento. Y tercero, ejecución impecable: llegar a tiempo, cuidar el presupuesto, anticipar riesgos y documentar el aprendizaje. En Walrus nos sentimos cómodos en ese cruce: ideas con alma, pensadas para la acción y medidas con rigor.

¿Cómo hacen para estar a la vanguardia en términos de tendencias en activación de marca?

Para estar a la vanguardia, primero escuchamos, la curiosidad es parte de nuestra cultura. Escuchamos y observamos a la gente, a las comunidades, a los creadores y a los pequeños gestos culturales que marcan clima. De esa escucha salen hipótesis que convertimos en ideas rápidas: las prototipamos, las vemos en “baja” antes de enamorarnos, y recién ahí las llevamos a escala. La tecnología —incluida la IA— nos ayuda a acelerar ese ciclo: investigar mejor, visualizar conceptos, sintetizar, anticipar cómo se verán, sin perder la sensibilidad humana para que esas experiencias sean realmente significativas, generen emociones, conecten. Después, cuando la experiencia ya sucedió, volvemos a mirar con honestidad: qué funcionó, qué no y por qué. Esa mezcla de intuición, prueba y aprendizaje es lo que nos mantiene frescos sin perder foco en el resultado.

¿Cuál es su visión en torno a la industria publicitaria actual y a las agencias con las que compiten?

Vivimos un momento donde data y craft se necesitan mutuamente. Las marcas buscan partners que entiendan el negocio y que aterricen ideas en resultados. Competimos con agencias grandes y boutiques; nuestra ventaja es la velocidad, la cercanía y una cultura de “ideas reales” se producen, miden y dejan aprendizaje. Esta capacidad de conectar todos los puntos del customer journey se vuelve una ventaja competitiva fundamental. Celebramos la competencia sana: levanta estándares y profesionaliza la categoría.

Han trabajado con diversas marcas como Havaianas, Starbucks, Vitalcan, Círculo de Creatividad y Adlatina, entre otros. ¿Qué tipo de objetivos y desafíos se plantean ante un nuevo trabajo?

Cuando arrancamos un proyecto, lo primero es entender para qué existe: qué quiere mover en el negocio o en la comunidad y cómo vamos a saber que lo logramos. Con ese norte claro, buscamos el insight y lo convertimos en una experiencia que tenga sentido culturalmente, que hable con honestidad y no suene a pose. En paralelo, pensamos la cocina: la producción al máximo detalle, sin dejar nada librado al azar, considerando posibles riesgos y soluciones; todo lo que hace que una buena idea también sea posible en la vida real. La medición entra desde el día uno, no como cierre, para aprender en el camino. Y, sobre todo, lo hacemos en co-creación: trabajamos con nuestros clientes en equipo. Cuando eso pasa, la idea crece, se vuelve más precisa y deja una huella mejor.

¿Qué esperan lograr para 2026?

Soñamos a lo grande para crear un futuro con más alegría, donde podamos seguir revalorizando las emociones, para que los consumidores experimenten el storytelling que quieren contar las marcas, de una forma cercana. Fusionando tecnología que nos permita combinar creatividad con sensibilidad para seguir desarrollando más ideas con sentido porque estamos convencidos que son las emociones las que guiarán el diseño, la comunicación y las experiencias de marca.