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Camila Vidal: “Hago lo que hago porque una historia es capaz de revolucionar otra”

La directora de cine peruana que reside en Los Ángeles responde el cuestionario de Bloomclouds.

Camila Vidal: “Hago lo que hago porque una historia es capaz de revolucionar otra”
Vidal: “Me gusta ser sincera y consecuente con lo que expreso”.

―¿Por qué hace lo que hace?
―Hago lo que hago para romper con la rutina y, de esa manera, transformar mis días en películas distintas. Hago lo que hago para recordarme y recordarle, a quien logre resonar con mi trabajo, que la vida está en constante movimiento, que tiene un ritmo, un tiempo y una duración, e inspirar a disfrutarla. Es en esta constante mutabilidad donde se encuentra la transitoriedad del presente, algo que busco capturar en la pantalla como un respiro a la cotidianidad, que se tiende a ver como aburrida, agotadora y estática. Y es verdad. La vida no es color de rosa, es dura. Me gusta ser sincera y consecuente con lo que expreso. Es por eso que encuentro en el concepto de mutar algo muy interesante en el retrato que busco de la humanidad y de las relaciones interpersonales. Hago lo que hago porque lo disruptivo es entretenido, emocionante, reconfortante y memorable. Y es en esta brecha entre mi intención como directora y el efecto que busco producir en los espectadores donde encuentro la revolución. Creo que la razón más importante de entregar mi vida entera al arte visual y al poder de las historias radica en mi intención por revolucionar. Sí, hago lo que hago porque una historia es capaz de revolucionar otra historia. Una emoción sostenida por un personaje en pantalla puede conectar con los sentimientos del público y también una intención en el contenido intelectual de una puesta en escena puede significar una postura política. Soy parte de una generación de la que me siento contenta por todo lo que está logrando a nivel de pensamiento. Promoviendo la diversidad y la inclusión. Finalmente, hago lo que hago porque soy una admiradora de la empatía. Viajo por un mundo interior que es tan fascinante que quiero compartirlo e invitar a otros a que viajen por él. Creo que la autenticidad no debería buscar llamar la atención, sino darle la bienvenida al mundo a ser parte de tu mundo. Es lindo escuchar y ser escuchado. Creo que esta es la parte más increíble de dedicarnos al arte.

―¿Qué propuesta de valor tiene presente a la hora de crear, y qué influencias tuvo o tiene?
―Antes de crear siempre pienso en algo muy sencillo: “Una llamada puede cambiar por completo el rumbo de nuestras vidas”. A veces me bloqueo y me es muy difícil ordenar mis ideas para formular un concepto. Viajar al pasado para concebir una historia en el presente es un viaje emocional tan complejo como nuestros sentimientos. Es por eso que en los últimos años aprendí a no complicarme la vida y a no complicarle la vida a quien verá mi trabajo. Primero, pienso en los incidentes repentinos que suceden todos los días que convierten lo que conocemos como cotidianidad en “tuve un día de mierda”. Y, aunque no lo crean, esos malos días son los que, para mí, se transforman en una historia original. Para mí en este cambio de normalidad se encuentra lo que conocemos como ficción. La vida tiene cambios de presión: ese es mi punto de partida a la hora de crear. Luego de tener esta transición como parte de la idea, es donde estoy lista para agregarle mi mundo interior y crear una historia, que por lo general se encuentra en mis recuerdos de la infancia y en mi experiencia teniendo una hermana melliza. Otra propuesta de valor importante en mi proceso es la investigación. Me gusta sumergirme en universos distintos de pensamiento crítico, ya sea biología, política, filosofía, arquitectura o ―la que más me llama la atención― psicología. Prefiero cambiar la palabra influencias por inspiraciones, aquellas que hoy por hoy continúan apareciendo en mi vida. Me inspira mi historia familiar y ser parte de una familia no tradicional y disfuncional dentro de la sociedad en la que me crié, en la que existe un pensamiento patriarcal, que felizmente poco a poco está logrando cambiar y me alegra mucho. Me inspira Lima. Me inspiro en mi país, el Perú, en su historia, su cultura y sus colores. Me inspira ser mujer latina en un momento en que la industria del cine está cambiando y evolucionando. Me inspiran los humanos y las conversaciones espontáneas y genuinas. Me inspiran las horas mágicas de luz, pero también las composiciones musicales generadas por la naturaleza. Por supuesto me inspiran talentos con nombre y apellido. Entre ellos puedo mencionar a cineastas como Andréi Tarkovski, Yasujirō Ozu, Wong Kar-wai, Michelangelo Antonioni, Terrence Malick, Lucrecia Martel, Natalia Almada y Sofía Coppola. A fotógrafos como William Eggleston, Helmut Newton, Cindy Sherman y Ansel Adams. A músicos y compositores como Jóhann Jóhannsson, Hans Zimmer, Philip Glass y Max Richter. A escritores como Julio Cortázar y Jorge Luis Borges. Y, hoy por hoy, definitivamente me inspiran los haikus japoneses.

―¿En qué proyecto está trabajando actualmente?
―Esta es una pregunta difícil porque hay proyectos que tuve que dejar en stand by por motivos de la pandemia, pero que poco a poco se están reactivando de nuevo; otros que son más nuevos, pero que tendrán resultados no a corto plazo; y otros que tienen deadlines de una semana para otra. Algo que he aprendido de este universo audiovisual es que siempre hay proyectos en los que estás trabajando, a corto o a largo plazo, pero que estás trabajando. El espectro de oportunidades es enorme. No hay que tenerle miedo, hay que hacerlo. Actualmente estoy cursando un MFA en film directing en CalArts (California Institute of the Arts) en Los Ángeles. Di un stop en mi vida en Perú, donde estuve trabajando mucho en publicidad y en videoclips, para empezar a trabajar más en mi parte narrativa y en cine. Estoy trabajando por ahora en el guión y la preproducción de mi first year film, que es el primer cortometraje de la maestría, que filmaré en Perú en enero. Mientras, estoy en la posproducción del último cortometraje que filmé a finales de 2020. Y, paralelamente, ando en etapa de pitchings de algunos proyectos de publicidad para filmar en Lima en el tiempo que voy por las Fiestas. Y sin contar los proyectos más pequeños del día a día que aparecen en la universidad. Me encanta porque estamos haciendo colaboraciones todo el tiempo entre mi Facultad y las de actuación, danza y música. Como ven, mi calendario de proyectos se divide en mil pedazos y puede cambiar repentinamente de un día para otro. Tal como lo expliqué antes, como una película. A pesar de haber cambiado el rumbo de mi vida por completo, estoy viviendo en Los Ángeles sintiéndome más motivada que nunca, replanteando muchas cuestiones de mi proceso creativo y haciéndome muchas preguntas a mis 30 años. Creo que estoy en la edad indicada para seguir aprendiendo y creciendo como directora.

―¿Cómo ve el futuro de la dirección de cine en cuanto a la creación de contenido?
―Desde mi perspectiva, forma y contenido son cosas distintas. Cuando uno piensa la forma, imagina la puesta en escena: esa brecha que existe entre lo que vemos en pantalla y como lo vemos versus lo que nos hace sentir; eso que no podemos expresar con palabras, pero que conecta y resuena en nosotros con un mensaje. Esto último es el contenido. No existe una fórmula ni para lograr una forma de contar una historia ni lograr transmitir un contenido en una historia. Por eso estoy ansiosa por ver lo que tiene en mente la nueva generación. Portavoces de formas nuevas y revolucionarias a la hora de expresar una idea y portavoces de historias que nunca antes hemos escuchado.

―¿Cuál es su filosofía o frase?
―Antes de mencionar las frases que motivan mi proceso creativo, creo que diría que mi filosofía consiste en algo que me gusta llamar playing the game. El cine es complejo, para mí no tiene reglas, pero tiene caminos. Y está en ti como director, storyteller, generador de contenido o artista visual cómo invitas a la audiencia a recorrer ese camino. Está en ti cómo les enseñas las reglas del juego y cómo los guías a ser parte de él. Tengo algunas frases favoritas que tienen que ver con la búsqueda de la creatividad:
“Si sólo lees lo que todo el mundo está leyendo, sólo puedes pensar lo que todos los demás están pensando” (Haruki Murakami).
“La memoria sabe lo que debe guardar entero” (Julio Cortázar).
“Un beso dura lo que dura un beso” (Pau Donés).
“Es un chiste confiar que existe un gobernante honrado. El poder puede corromper a cualquier ser humano. Capitalismo, socialismo, comunismo practicado”.

―¿Qué creator colega de Iberoamérica recomienda a la comunidad Bloomclouds, y por qué?
―Recomiendo a Verónica Garrido Lecca, peruana, bailarina de ballet clásico y de danza contemporánea y artista cultural que promueve y guía las prácticas del movimiento. Es parte de Novaeva, una comunidad de videographers y bailarines que cuentan historias a través del movimiento. Además es fundadora de Unahebra, una comunidad de siete mujeres que se juntaron para formar una compañía de danza que acaba de estrenar su primer proyecto audiovisual.

Compartimos algunos de sus trabajos y en Bloomclouds pueden verse el perfil y más contenido de Camila Vidal.

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Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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