—¿Por qué hace lo que hace?
—Porque en un juzgado o en una fábrica de pastas terminaría con licencia psiquiátrica. Fuera de broma, siempre fui muy inquieto, de querer cambiar y experimentar todo el tiempo, de observar y pretender llevar ciertas ideas a la práctica, fueron muchas las razones. Por supuesto que también tiene que ver con el lado ególatra de cada uno, la intención de hacer ver mi propia mirada de las cosas e intentar con eso llamar la atención, indistintamente de si el fin sea querer sentirme un artista o conseguir que se vendan pañales. Todo arrancó como un hobby, una compulsión de querer atesorar momentos en video y eso naturalmente me trajo a donde estoy hoy.
—¿En qué proyecto está trabajando actualmente?
—Acabo de volver de filmar un musical de una telco en Marruecos y ahora tengo un rodaje de una cerveza en Shanghai que, muy a mi pesar, voy a dirigir de forma remota. Visa de trabajo que no llegó a tiempo y blá. Visualizando también otros cuantos guiones y armando los tetris de timings, sumido en el frenesí de siempre que me mantiene enérgico, sin saber a dónde voy a estar en dos semanas.
—¿Cómo ve su actividad hoy? ¿Qué cambios hubo en estos años y hacia dónde cree que va?
—Todo pasa tan rápido que cuando te envíe el mail con estas respuestas, lo que diga ya va a quedar obsoleto.
—Si tuviera que recomendar una película, un disco y un libro, ¿cuáles serían y por qué?
—Película: La ciencia del sueño, por lo lúdica, lo imaginativa y nostálgica que es. Fue la primera película que al verla en cine me generó cosas que nunca antes otro estímulo audiovisual me había generado. Un disco: El primero de Darwin Deez, para seguir en la misma línea de lo lúdico y para reforzar el concepto de que, ante todo, siempre intento pasarla bien y divertirme. Un libro: Como libros no leo recomiendo un manga, un clásico, PunPun. Para sumar una cuota de angustia y que no todas mis recomendaciones sean color de rosas.
—¿Qué consejos puede darles a los que quieren hacer esto en el futuro?
—Que se pongan a redactar los mejores prompts para tener reels de IA de primera. Y si por alguna razón el futuro aún nos mantiene en acción, que hagan, que salgan a filmar y que compartan esos trabajos. Pero no se conformen con el like o el “sos un/a genio/a” de una tía o un amigo del secundario, esa es muy fácil. Intenten conectar con pares de otros lugares que estén viviendo el mismo proceso, compitan, apunten a ser los mejores pero sepan que lo más probable es que nunca lo sean, y usen eso como motor.
—¿Qué otras cosas hace además de dirigir?
—No soy un director que además hace otras cosas, soy todas esas otras cosas y además dirijo, que creo es más interesante. Colecciono figuras de acción articuladas y resinas de manga y animé. Mi casa hoy es más museo que casa y estoy en vías de mudanza porque ya no me da el espacio para tanto chiche. Juego al squash esporádicamente, me tatúo pavadas sin meditarlo mucho y no tengo horno en casa porque soy como la guía T de los deliveries, entre otras cosas.
—¿Cuál es su filosofía o frase?
—Que ante todo hay que pasarla bien en el proceso. Ya bastante estrés y presiones trae consigo cada proyecto como para que encima los involucrados hagamos que se sufra más. Hay que saber fluir, reírse y rodearse de gente que sepa equilibrar la exigencia y la perfección con la amabilidad y la diversión.
—¿Qué creator colega de Iberoamérica recomienda a la comunidad Bloomclouds, y por qué?
—¿Por dónde empezar? Sebas y Santi Cantillo, Lluis Martí, César Guardia, Josep Pardo, Dani Borbujo, Agus Barrutia, Julia Rossetti, Nadia Khairat, Álvaro Stocker, Martín Holzman, Felix Sóifer… y me faltan decenas. El por qué es muy sencillo, es gente que a veces me da bronca que sea tan buena en lo que hace, pero por otro lado me alegra porque sé que son adorables y además nos sirven como refe o inspiración.

Compartimos algunos de sus trabajos y en Bloomclouds pueden verse el perfil y más contenido de Luciano Ruiz.

TRABAJOS DE LUCIANO RUIZ