El magnate Elon Musk, dueño de la red social X (ex Twitter) anunció el pasado sábado que la red social cerrará sus operaciones en Brasil “con efecto inmediato” debido a lo que calificó de “órdenes de censura”, por parte del juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes.

En un comunicado, X señaló que la decisión se tomó luego de que De Moraes decidiera bloquear las cuentas de la plataforma y amenazara con arrestar al responsable de la empresa en el país.

El sábado 17, X (antes Twitter) publicó un comunicado informando que cerraría la oficina de la empresa en Brasil. Pese a ello, el servicio seguirá disponible para los usuarios del país.

Moraes ordenó a la plataforma bloquear cuentas de redes sociales que hubieran hecho publicaciones antidemocráticas y de odio contra las autoridades. El ministro dio a X dos horas para eliminar los perfiles, so pena de una multa de 50 mil reales por día.

De no cumplirse las determinaciones, Rachel de Oliveira Villa Nova Conceição, responsable legal de X en Brasil, podría ser multada y encarcelada por desobedecer la orden judicial.

En la nota anunciando el cierre de la oficina en Brasil, X afirmó que la decisión se tomó para proteger la seguridad del equipo. “A pesar de que nuestras numerosas apelaciones ante el Tribunal Supremo Federal no fueron escuchadas, que el público brasileño no fue informado sobre estas órdenes y que nuestro equipo brasileño no tenía responsabilidad ni control sobre el bloqueo de contenido en nuestra plataforma, Moraes decidió amenazar a nuestro equipo en Brasil en lugar de respetar la ley o el debido proceso legal”, señala el comunicado.

Según la empresa, el equipo brasileño no tiene responsabilidad ni control sobre el bloqueo de contenidos en la plataforma.

Una guerra declarada

En abril, Alexandre de Moraes solicitó la apertura de una investigación para investigar la conducta del empresario Elon Musk. El multimillonario utilizó la red social para criticar al ministro por su nombre y acusarlo de restringir la libertad de expresión de la plataforma, tras una orden del tribunal brasileño para que X bloqueara a algunos perfiles.

En su momento, el Ministro Luís Roberto Barroso incluso publicó una nota oficial en la que señalaba que “cualquier empresa que opere en Brasil está sujeta a la Constitución Federal, a las leyes y a las decisiones de las autoridades brasileñas”.

Ahora, con el cierre de la oficina en Brasil, será más difícil obligar a la red social a cumplir con la legislación brasileña.

Posteriormente, en junio, Moraes volvió a solicitar que X suspendiera publicaciones que acusaban de “violador” a Arthur Lira (PP-AL), presidente de la Cámara. La plataforma tendría dos horas para cumplir la orden, so pena de una multa de 100 mil reales por día.

X incluso apeló la decisión. La empresa señaló que la información contenida en el post era “de notable interés público, de contenido exclusivamente narrativo, no hay excesos ni exageraciones de lenguaje y no deriva, en ningún caso, la intención de ofender la reputación ajena”.

Moraes negó la impugnación y luego las publicaciones fueron eliminadas. Pese a ello, mantuvo una multa de 700 mil reales a las big tech.

En los últimos años, De Moraes ordenó el bloqueo de cuentas de figuras influyentes de los movimientos ultraconservadores brasileños, fundamentalmente desde los intentos de los partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, admirador de Musk, de desacreditar el sistema de votación electrónica durante las elecciones presidenciales ganadas por Luiz Inácio Lula da Silva.

A principios de este año, Moraes ordenó a X bloquear ciertas cuentas, mientras investiga a las llamadas “milicias digitales” que han sido acusadas de difundir noticias falsas y mensajes de odio durante el gobierno de Bolsonaro.

Moraes abrió una investigación a principios de este año contra el multimillonario después de que Musk dijo que reactivaría cuentas en X que el juez había ordenado bloquear. Musk ha calificado de “inconstitucionales” las decisiones de Moraes sobre X.