Jerónimo González Montalvo: “Nuestra propuesta siempre fue intentar producir y componer música con alma”
El profesional cuenta en cómo se consolidó Twins Music Platform y habla de la industria creativa de la música.
—Sí. Empezamos siendo una casa de música ofreciendo un servicio de bandas original para campañas audiovisuales, documentales, etcétera. Con el tiempo nos vimos con el entusiasmo de brindar un servicio más asociado al audiobranding, desde el asesoramiento en derechos autorales hasta propuestas de identidad sonora. El ecosistema de audio dentro de una campaña es complejo, ya que son muchos los factores que participan: locución, diseño de sonido, banda sonora y audiologos. Para que la suma de las partes se convierta en una conjugación virtuosa, es importante que cada una de estas partes ocupe el lugar que le corresponde dentro del proyecto, y para ello está bueno que el director de música participe desde el comienzo de la campaña, que tenga al menos conocimiento de la marca para que pueda proponer ideas. Hoy los proyectos audiovisuales se multiplicaron y vemos un valor grande en el servicio de audiobranding.
—¿Cuál es el diferencial de Twins Music?
—Sin dudas, poder contar con una plataforma B2B de audiobranding hizo que pudiéramos expandir nuestras fronteras, mejorar la dinámica de nuestro servicio y optimizar los costos más los tiempos. Nuestra propuesta siempre fue intentar producir y componer música con alma, y para lograrlo era muy importante mejorar nuestros procesos. Sabemos que la industria es vertiginosa y, a veces, eso atenta contra la creatividad. No es fácil lograr bandas sensibles y bien producidas bajo tanta presión, tantos cambios y en tan poco tiempo. Es por eso que hace cinco años comenzamos a idear Twins Music Platform, una plataforma cuyos pilares estuvieran basados en la simpleza, la estética y la inteligencia, tres conceptos que nos ayudaran a fluir.
—¿Cómo fue avanzando la plataforma?
—Luego de muchos años de incubación, hoy Twins Music Platform se convirtió en un sistema B2B que ofrece un servicio de audio 360. Allí convergen los mejores catálogos de música aplicada, un esquema de licenciamiento por fee o a la carta, algoritmos para encontrar música y herramientas colaborativas para guardar, licenciar y compartir listas de canciones, locutores, referencias, reels y proyectos (para clientes que se difunden en la Argentina incorporamos las licencias, los aranceles mínimos de SADAIC obligatorios). Es una plataforma que, gracias a los reportes que arroja sobre cada cliente, nos permite producir y componer música según demanda y con tiempo, mejorando los procesos y la calidad de nuestro servicio. Cada cliente también cuenta con un Music Advisor que estudia y atiende a la marca y propone ideas, optimiza licencias y presupuestos, sugiere locutores y arma listas de música. Brindamos todos los servicios clásicos de una casa de audio, pero a través de una plataforma. El mundo sonoro es enorme y las marcas empiezan a necesitar una plataforma propia que proponga ideas y ordene todo el procesos de este gran ecosistema.
—¿Cómo ve a la Argentina a nivel creatividad musical en relación a la región?
—La música aplicada tiene el desafío de potenciar la imagen y, al mismo tiempo, la imagen tiene que ser inspiración para el músico. Por más buena que sea la música, si no fluye bien con la imagen no toca, no emociona, no despierta atención. En la Argentina tenemos muy buenos músicos con lindas ideas creativas y muy buenos creativos con lindas ideas sonoras. Si tuviéramos más tiempo para comunicarnos, si tuviéramos más tiempo para jugar y proponer, seguramente disfrutaríamos más de los procesos y los proyectos tendrían más vuelo. En la Argentina, materia prima sobra.
—Los podcasts hoy están marcando tendencia y cada vez más usuarios los escuchan. ¿Qué opina al respecto? ¿Qué los hace tan particulares?
—Que no requieren tanta atención como una imagen. Hemos llegado a producir bumpers de seis segundos porque entendemos que cada vez es menor el tiempo de atención. Lo loco es que esa misma persona te puede escuchar un podcast de diez minutos. La diferencia la encuentro en que un podcast requiere de menor atención. Luego, como en todo, dependerá del contenido.
—A nivel personal, ¿cómo se siente hoy profesionalmente?
—Después de pasar muchos años en la cocina de la música, produciendo, hoy me encuentro en una etapa nueva. Saliendo un poco al mundo, juntándome con personas que admiro y que me despiertan ese fuego necesario para confiar y seguir buscando maneras más sanas de comunicar y de comunicarnos.
