Florencia Leonetti es la nueva directora de estrategia de la agencia La América. Viene de desempeñarse como directora de estrategia en R/GA y cuenta con una larga trayectoria en agencias de publicidad que abarca más de diez años en BBDO Argentina, donde llegó a ser brand planner director.
—¿Qué implica este nuevo desafío? ¿Cuáles serán sus principales objetivos?
—Venir a La América es un desafío en sí mismo, es volver a conectarme con lo que más me gusta de la comunicación, de las marcas, del rol que tienen en la vida de las personas. Es comprometerse con los clientes para hacer el trabajo serio y honesto. Y llevar a las marcas a que sean útiles en la vida, ayudarlas a hacer cosas pensando en la gente, más que en ellas mismas. Mi objetivo principal es integrarme a un equipo que está conformado hace tiempo y que trabaja de una manera admirable, y poder adaptarme a ellos y aportar desde mi propia experiencia cosas que vi que están buenas e incluso ser crítica en las cosas que por experiencia siento que no funcionan.
—Dada su experiencia, ¿cuál cree que serán sus aportes principales en la agencia?
—El aporte es mutuo. Tengo experiencia en distintos tipos de agencia, y fui trabajando con diferentes clientes en diferentes momento. Fui viendo cómo iba cambiando la comunicación de las marcas durante todos estos años. Aprendí a hacer estrategia cuando las marcas tenían discursos muy generales, amplios, masivos, y también trabajé viviendo la transformación digital y cómo fue cambiando el consumo de la gente. Cómo cambiaba la relación de las personas con las marcas, cómo se comportan en un mundo digital, y pasamos de pensar marcas que tenían un monólogo a marcas que necesitan generar un diálogo más personal, más íntimo. Eso me dio una visión más amplia y la posibilidad de ir adaptándome todo el tiempo. Siento que La América es el lugar perfecto para poder encontrar ese equilibrio.
—¿Qué necesita tener en cuenta hoy un director de planning?
—Una visión general de lo que está pasando. Entender que hoy la gente se relaciona con las marcas con mucha más exigencia. Que está bueno tener un punto de vista que puede no ser compartido por todos, pero que eso se valora, inclusive más allá de lo que ofrece esa marca con un producto. Para mí, la clave es generar equipos de trabajo en los que uno se enriquece a partir de escuchar, de compartir, de aprender, de observar, de comprometerse realmente con el trabajo y con lo que esas marcas dejan en la sociedad, en la cultura y en las personas.
