(Ad Age) - Cuando los millennials aparecieron por primera vez en escena, desconcertaron a los profesionales del marketing y generaron titulares sobre todas las industrias que destruirían. En la actualidad, nuestro sector ha dedicado mucho tiempo y recursos a aprender sobre las generaciones posteriores -la Generación Z (mi generación) y la Generación Alfa (13 años y menores)- para conectar mejor con estos públicos.
La Generación Alfa es conocida por ser una generación diversa de nativos digitales expertos que ya están influyendo mucho en el bolsillo de sus padres. Por razones obvias, los profesionales del marketing tienden a centrarse en los medios de comunicación, la tecnología y -cuando tienen edad suficiente- los hábitos de gasto. Pero al leer las últimas investigaciones, la característica que salta a la vista es lo estresada que está ya la generación Alfa.
No es ningún secreto que el aumento del consumo de medios y tecnología está relacionado con el aumento de los niveles de estrés. Puedo hablar personalmente de ello como miembro de la Generación Z. Pero dado lo sorprendentemente altos que son ya los niveles de estrés de este joven público, es importante que las marcas alivien el estrés de la Generación Alfa y de sus padres.
Las chicas se llevan la peor parte
La Generación Alfa está creciendo en un mundo donde la tecnología reina y la información fluye incesantemente. Pero la tecnología que utilizan a diario también es un factor que contribuye, ya que los adolescentes se preocupan mucho por lo que la gente dirá de ellos en las redes sociales. Las adolescentes, en particular, están estresadas por su apariencia y su imagen corporal. El impacto de los medios de comunicación en las adolescentes es como jugar a la ruleta. Cuando era adolescente, reblogueaba contenido "delgado" (léase: inspiración delgada) en Tumblr. Para la generación Alpha, la "cena de chicas" es tendencia en TikTok, donde las jóvenes muestran los tentempiés que toman como comida.
Sabiendo que estos factores de estrés no son casos aislados, sino que están integrados en los medios de comunicación, las marcas y los vendedores pueden desempeñar un papel fundamental para mitigarlos. He aquí algunas sugerencias:
Ofrecer apoyo educativo
La escuela siempre ha sido dura para los adolescentes. Pero cuando los niveles básicos de estrés ya son altos, el estrés escolar se convierte en un problema aún mayor. Al abordar el principal factor estresante de las tareas escolares, las marcas pueden ser vistas como auténticas aliadas en la búsqueda del éxito académico.
Por ejemplo, ¿qué pasaría si una marca de mochilas ofreciera clases particulares gratuitas después de clase? ¿O si una marca que se encuentra con frecuencia en las fiambreras de los colegios ofreciera a la generación Alpha la posibilidad de participar en sesiones de meditación gratuitas durante el almuerzo? Personalmente, me encantó cómo Nicki Minaj se erigió en defensora de la permanencia de los millennials en la escuela. Las marcas tienen la oportunidad de intervenir y mejorar la educación de la generación alfa.
La generación Alpha también tiene ganas de aprender fuera de las aulas. Varios estudios demuestran que los adolescentes -criados por padres agobiados por los préstamos estudiantiles y que llegan a la mayoría de edad durante un periodo inflacionista pospandémico- están interesados en aprender más sobre finanzas. Las marcas pueden aprovechar esta oportunidad para ofrecer contenidos educativos o productos financieros que satisfagan la curiosidad de la generación Alpha por la gestión del dinero. Esto no sólo les dota de valiosas habilidades para la vida y alivia el estrés financiero, sino que también establece una asociación de marca positiva.