Lo conocí a fines de 2004, nos reunimos por primera vez en la oficina de la calle Cerrito, entre Santa Fe y Marcelo T. de Alvear, de Buenos Aires. Me comentó que había mantenido reuniones con otros profesionales de la Argentina, pero que a ninguno le había interesado su propuesta. En esos años, con la imagen de la creatividad argentina en alza, cuando los festivales que dominaban el escenario eran los que premiaban exclusivamente la creatividad, hablar de efectividad era mala palabra.
Héctor organizaba el premio Effie desde 1991 en Chile y tuvo una gran visión: sembró su semilla en distintos países de la región. Había gestionado la representación para difundirlo y organizarlo. Así fue como con extrema claridad mental y convencido de su importancia futura se lanzó a la tarea ciclópea de instalar un emprendimiento que en principio era de poco interés.
Héctor me habló del Effie con mucha pasión, era un tipo muy formal, serio, organizado. Tenía un discurso que en principio me parecía mecanizado; con los años fui modificando mi pensamiento sobre esta actitud. Fui entendiendo que si bien mi vehemencia y adaptación a nuevas instancias es el motor que me acompaña desde siempre, la rigidez del método de Héctor bien aplicado ha sido uno de los pilares en el éxito de Effie Argentina.
Nos llevó tiempo ponernos de acuerdo, más de un año. Luego de idas y venidas hubo fumata: él se encargaría del vínculo con Effie Worldwide y Adlatina de la gestión, organización y difusión en la Argentina. Desde 2006, año de la primera edición, Effie Argentina alcanzó una posición de privilegio en el mercado argentino. Luego de 20 años, según datos de Scopen, es el premio mejor valorado y a considerable distancia del segundo, Cannes Lions.
Luego, una tarde de 2014, en la oficina de Olleros, me comentó al pasar que Effie Worldwide había decidido lanzar una competencia regional. Le propuse presentarnos a la licitación pero declinó. “Héctor a mí me interesa”, le afirmé. Su respuesta: “A mí no, pero cuenta conmigo para informarle a Neal Davis (presidente de Effie Worldlwide en esos años) que Adlatina quiere organizar el premio regional”.
Se fue el patriarca de Effie en Latinoamérica, un socio, un profesional, un amigo. Queda firme esa fusión entre los dos emprendedores que hemos sido y un dolor por su ausencia difícil de soportar.
Hasta pronto, Héctor. Queda tu legado. Te fuiste sabiendo que las semillas germinaron y se esparcieron en toda la región. Tu sueño es una gran realidad.
JM