Joyce Kahn
MANAGING DIRECTOR DE MCCANN CHILE
¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
Siempre me ha fascinado el mundo de las ideas. Su capacidad para transformar lo simple en algo poderoso me sigue pareciendo mágica. Me enamoré de esta actividad porque une creatividad con propósito: una idea bien pensada puede movilizar, emocionar o incluso cambiar la percepción de una marca o una realidad. Y eso no ocurre en solitario, lo cual es algo que me sigue encantando: la posibilidad de trabajar en equipo, de nutrirme del talento de otros, de construir en conjunto. Esta forma de hacer las cosas me apasiona profundamente en el día a día. Estar en una agencia como McCann me ha permitido conocer y comprender una enorme variedad de industrias, marcas, personas y contextos culturales. Esa diversidad ha sido clave para ampliar mi mirada y enriquecer mi forma de pensar. Lo que más valoro de esta profesión es que nunca se deja de aprender. Cada desafío creativo es una oportunidad para crecer, para conectar con otros y para generar impacto. Y en ese proceso reafirmo cada día que las ideas —cuando se trabajan con pasión y propósito— pueden transformar no sólo marcas, sino también realidades.
¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Aprendí que liderar no es tener todas las respuestas, sino confiar, dejar espacio y permitir que los talentos florezcan. Uno de mis mayores aprendizajes fue soltar el control, porque cuando el equipo se siente parte, las ideas son más potentes. Creo profundamente en el valor de tener objetivos claros y compartidos: cuando todos remamos hacia el mismo lugar, el resultado siempre es más sólido. Además, trabajar con equipos diversos te obliga a abrir los ojos, te desafía, te mantiene vigente. Pero también enriquece profundamente el camino, porque aparecen soluciones más creativas y ajustadas a los desafíos que enfrentamos. De ellos aprendo constantemente. A cambio, creo que he podido transmitir visión, criterio y una forma de trabajar con rigor, pero también con mucha empatía. En definitiva, el crecimiento ha sido mutuo y muy enriquecedor.
¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
Veo la inteligencia artificial como una herramienta que, bien utilizada, puede potenciar muchísimo nuestro trabajo. A favor destaco su capacidad para optimizar procesos, generar ideas iniciales, ordenar información y liberar tiempo para lo más estratégico. También puede ayudarnos a llegar más lejos en creatividad y personalización. Pero creo que su uso debe ir acompañado de mucho criterio, cuidado y ética. La IA no reemplaza la intuición, el juicio ni la sensibilidad humana. Tampoco puede interpretar del todo los contextos culturales o emocionales. Y, sobre todo, no reemplaza la creatividad genuina ni las ideas con corazón, esas que nacen de una conexión profunda con las personas y los desafíos reales. Mi expectativa es que la IA nos complemente y nos eleve, sin apagar lo más esencial: nuestra mirada crítica, empática y humana. Y que, como industria, seamos responsables en cómo y para qué la usamos.
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Caroline Reutter
SOUTHERN CONE REGIONAL MARKETING DIRECTOR & MARKETING MANAGER NIVEA & HEALTHCARE DE BEIERSDORF
¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
En un principio, descubrí la oportunidad de combinar análisis de datos y tendencias con la creación de estrategias que satisfagan las necesidades de los consumidores y generen resultados positivos. Sin embargo, a lo largo de los años, mi motivación en esta área me llevó a enfocarme en crear valor de marca y en generar impacto positivo en los consumidores y la sociedad. Me fascina cómo el marketing puede influir en las decisiones de compra y, al mismo tiempo, contribuir al bienestar social y económico. Creo firmemente que una marca puede ser trascendental cuando logra satisfacer una necesidad que mejora o cambia directamente la calidad de vida de las personas. En esos momentos, la marca no sólo ofrece un producto o servicio, sino que también aporta valor y significado, genera un impacto positivo y duradero y se convierte en parte integral de la vida diaria y emocional de las personas. Es un privilegio y estoy muy agradecida de trabajar en la creación de marcas que puedan hacer una diferencia real en la vida de las personas.
¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Trabajar con mi equipo ha sido una experiencia enriquecedora que me ha demostrado el valor de la confianza, el respeto mutuo y la colaboración, y cómo, cuándo cada miembro se siente valorado y apoyado, puede aportar al máximo su potencial y creatividad. Me siento afortunada de liderar un equipo que no sólo comparte conocimientos y habilidades, sino que también se apoya y se inspira mutuamente. La creación de un ambiente de trabajo colaborativo y seguro ha sido fundamental para nuestro crecimiento, para superar desafíos y para lograr resultados.
¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
Estoy abierta e interesada por la posibilidad de integrar programas de inteligencia artificial en el área de marketing, ya que creo que pueden ser una herramienta poderosa para simplificar, analizar datos, identificar tendencias de consumo, testear conceptos y perfilar a nuestros consumidores de manera más precisa. Sin embargo, también considero fundamental destacar que la inteligencia artificial debe ser un complemento, no un reemplazo, de habilidades clave como el liderazgo, el trabajo en equipo y, sobre todo, la empatía. La capacidad de entender y conectar con los consumidores, de liderar y motivar a los equipos y de tomar decisiones informadas con un toque humano es lo que realmente marca la diferencia en nuestros resultados y en la experiencia del consumidor.
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Laura Flores
GERENTA GENERAL DE iPROSPECT
¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
Me enamoré del marketing digital cuando vi, por primera vez, cómo una optimización o una buena estrategia de medición podía tener un impacto directo y medible en el negocio de una marca. Esa sensación de lograr resultados concretos, de conectar acciones con outcomes reales, se convirtió en algo apasionante hasta el día de hoy. Y con el tiempo, cuando asumí un rol de liderazgo, ese impacto dejó de ser sólo hacia los clientes y se amplió hacia mi propio equipo y organización. Hoy me entusiasma no sólo lo que podemos lograr para nuestros clientes, sino también cómo podemos transformar nuestros propios entornos desde el trabajo bien hecho.
¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Una de las grandes lecciones que he incorporado es hacer todo lo posible por evitar los sesgos al evaluar talento. El talento no tiene una sola forma ni una sola voz y cuando lideramos desde estereotipos o ideas preconcebidas nos arriesgamos a pasar por alto contribuciones valiosas. También he aprendido algo que parece obvio, pero que no siempre se pone en práctica: todos somos personas, con vidas, desafíos y emociones más allá del trabajo. Liderar no es sólo guiar equipos hacia resultados: también es ayudar a que el trabajo no se convierta en un obstáculo para la vida plena de las personas, sino en un aliado para el equilibrio de nuestras áreas de vida.
¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
Lo encuentro fascinante. La inteligencia artificial está ampliando nuestras posibilidades de una forma que antes no hubiéramos imaginado: nos permite escalar capacidades, acelerar procesos y potenciar la creatividad. Como líderes, considero que tenemos la responsabilidad de acompañar a nuestros equipos en esta transición, darles herramientas y espacios para que se adapten, aprendan y evolucionen junto a esta tecnología. No lo veo como una amenaza, aunque sí soy muy consciente de los riesgos que implica: desde la protección de datos y derechos de autor hasta la necesidad urgente de educar en el uso ético y seguro de estas herramientas, especialmente a las nuevas generaciones.