Un estudio realizado por YouGov Surveys revela que la mayoría todavía siente cierta aprehensión hacia el uso de la IA en la creación de contenidos. Según el estudio, solo entre el 34.1% y el 43% se siente cómodo con el uso de Inteligencia Artificial en el área de la publicidad y el marketing. En general, el rechazo está ligado a la sustitución de tareas relacionadas a la interacción humana.

Dependiendo del área en cuestión, el grado de aceptación o rechazo varía. La mayor resistencia se encuentra en la sustitución de embajadores de marca humanos, como influencers o celebridades, por embajadores virtuales. Solo el 34.1% preferiría la opción de la IA a la humana. En cuanto a la redacción en general, la aceptación crece un poco: 43% está de acuerdo con la implementación de ChatGPT o similares en la escritura, particularmente los copywriters. 

La novedad del fenómeno genera un reclamo relativamente generalizado de transparencia a la hora de utilizar la IA en la gestión de contenidos. En los embajadores virtuales, el 66.3% está de acuerdo en que debe explicitarse la implementación de la tecnología; en el caso de la fotografía, es del 66.2%.

Resulta importante destacar también las brechas de opinión entre los distintos rangos etarios y socioeconómicos, no hay un consenso homogéneo que atraviese todas las edades. El rechazo más grande viene por parte de las personas de 55 años o mayores (58.8%); mientras en el rango de los 25 a los 44 años hay más tensión: aproximadamente el 55% de las personas no encuentra problema en el uso de la IA.  En cuanto al género, los hombres (37.9%) parecen ser estadísticamente más tendientes a la aceptación de la tecnología que las mujeres (30.2%).

En el marco global; los datos indican que los países con mayor aceptación de la IA en el ambiente de la publicidad y el marketing son también aquellos que manifiestan un aumento en la productividad gracias a ella. En Singapur, Hong Kong y los Emiratos Árabes hay una relación positiva entre el grado de comodidad con la tecnología y la productividad; hasta las dos terceras partes. Suecia, con 21%, tiene uno de los porcentajes más bajos de aceptación del mundo; y así también se ve reflejado en la percepción de utilidad de la herramienta en el trabajo, con solo el 13.8% indicando un aumento en la productividad.

El punto en común entre los países, independientemente del grado de aceptación, es que la implementación de la IA debe ser siempre transparentada.