Loreto Edwards
DIRECTORA DE MARKETING SENIOR DE P&G CHILE
¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
La verdad es que estudié ingeniería sin ningún plan de dedicarme al marketing o a las áreas comerciales. Sin embargo, tuve la oportunidad de hacer mi práctica en P&G y se me abrió un mundo nuevo al poder combinar mi habilidad con los números con una parte creativa que pude desarrollar gracias a las tareas y los proyectos que me asignaron. Si pienso en lo que disfruto del trabajo hoy en día, hay tres cosas que me encantan: primero, diseñar estrategias (esa capacidad de definir hacia dónde vamos según el contexto y las tendencias); segundo, entender a las personas (P&G destaca por el conocimiento del consumidor y por cómo eso guía nuestra construcción de marcas); y tercero, el trabajo en equipo y la colaboración entre diferentes áreas (que me desafía y me hace aprender de otros constantemente).
¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Como dije antes, trabajar en equipo es de las cosas que más me gustan. Con los años he aprendido que la diversidad de ideas y habilidades es clave para lograr grandes cosas. Cuando cada uno puede potenciar sus fortalezas en lugar de enfocarse en lo que le falta, generamos un ambiente de confianza en el que todos podemos dar lo mejor de nosotros. Eso no sólo motiva a las personas, sino que también crea equipos que realmente rinden. De mi equipo, he aprendido que cada persona es un mundo aparte, con habilidades, preocupaciones y motivaciones diferentes. Esto nos desafía como líderes a aprender a adaptarnos a cada uno para poder ayudarlos a crecer, y eso hace que trabajar juntos sea mucho más enriquecedor. Al final, esta forma de colaborar no sólo nos ayuda a rendir mejor, sino que también hace que la experiencia de trabajar en equipo sea mucho más valiosa y significativa.
¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
La inteligencia artificial (IA) llegó para quedarse, y dada la intensa velocidad de innovación, todos los días descubrimos más usos y aplicaciones. Ahora, creo que en ningún caso la IA podrá sustituir a las personas, sino que nos permitirá aumentar nuestra productividad y ser mejores profesionales. No sólo nos ayudará a simplificar tareas diarias y acelerar procesos, sino que también se convierte en un aliado estratégico que mejora nuestra toma de decisiones, nos brinda más información y potencia la creatividad. Con la IA podemos resolver problemas más complejos y crear contenido de forma más rápida y relevante, lo que nos permite experimentar, adaptarnos mucho mejor en un mundo en constante cambio y capturar oportunidades. Como líderes, debemos entender que la IA es una herramienta muy poderosa, pero no reemplaza valores y habilidades humanas como la empatía, la ética y la innovación, que son fundamentales en la estrategia, la toma de decisiones y en el marketing en general.
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Carolina Auad Selman
GERENTA DE MARKETING DE SODIMAC
¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
Lo que más me gusta es la mezcla perfecta entre ciencia y arte: hoy hay mucha data disponible para la toma de decisiones, pero siempre hay un componente de arte, la posibilidad de conectar la marca con las audiencias. Hay dos proyectos en particular que me mueven muchísimo en Sodimac: uno es haber creado el Círculo de Especialistas de Sodimac, un programa de fidelización que busca formar a los maestros y maestras de la construcción, y el otro, el programa Construyendo Sueños de Hogar, un plan que todos los años abre un concurso de fondos para mejorar la habitabilidad de las comunidades. Ambas iniciativas son una clara muestra de que el marketing con propósito es y será la forma de construir marcas tan relevantes como Sodimac hoy en día. La creatividad me emociona, el negocio me inspira, los resultados enorgullecen, a través del marketing y la comunicación somos capaces de conectar con las audiencias y de influir en la vida de las personas de manera positiva. Amo construir marca con significancia, no me imagino haciendo otra cosa y gracias a Sodimac me he podido desarrollar a plenitud. Pasar del marketing tradicional a esta era digital es fascinante: es un capítulo que aún se está escribiendo y espero ser parte de toda la historia que queda por contar.
¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Hay que entender que sin el equipo no somos nada, y no sólo considerar como tu equipo al directo, sino también a todos esos socios como las agencias de publicidad, los medios y las productoras: también son tu brazo armado para sacar adelante cada proyecto. Valoro la diversidad en los equipos, la sana discusión y, sobre todo, escuchar: ahí una aprende desde otras miradas, que se pueden hacer las cosas de distinta manera y no como siempre ha funcionado. Las mejores ideas salen cuando todo el equipo está comprometido con los objetivos: algo que siempre trato de transmitir es que hay que mantener al equipo al día con los desafíos, el propósito y los objetivos de la compañía; de esa manera tu equipo siempre te va a sorprender y se va a atrever. Trato de traspasar toda mi experiencia sin imponer mis ideas y de ellos aprendo día a día a ser mejor líder, porque ser jefe es una cosa, pero ser líder hace la diferencia. Crear un espacio seguro y confiable para que todos se puedan expresar, no tener miedo a equivocarse, sino aprender y seguir adelante. Mi equipo me da seguridad y yo a ellos: juntos somos imparables.
¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
Es un nuevo mundo y es la posibilidad de eficientar en tiempos y recursos. Son infinitas las posibilidades que tenemos de adaptar los contenidos a las audiencias. Creo que es una noticia en desarrollo. Pero sí estoy muy atenta a que esta tecnología no nos lleve a perder la sensibilidad a escala humana y la creatividad que nace de la experiencia, de los insights y, por sobre todo, a no perder la diferenciación con otras marcas. Para eso siempre lo mejor es poner por delante la estrategia y el propósito, que la IA esté al servicio de esa estrategia y no al revés. Pero sin dudas es una noticia en desarrollo.
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Carolina Pinheiro
CEO DE INBRAX
¿Qué la llevó a enamorarse de la actividad que ejerce?
Me enamoré de las comunicaciones porque descubrí que no se trataba sólo de mensajes, sino de impacto. Venía del derecho, un mundo más rígido, y encontré en la publicidad un espacio para la creatividad, para la estrategia y, sobre todo, para transformar realidades. Lo que me atrapó fue entender que la comunicación puede abrir conversaciones, generar pertenencia e inspirar cambios.
¿Qué enseñanzas y aprendizajes ha experimentado, en ambos sentidos ―hacia ellos y desde ellos―, entre usted y su equipo de trabajo?
Con mis equipos he aprendido que la diversidad no es un eslogan: es un motor. Liderar equipos con miradas, culturas y experiencias distintas me ha enseñado a escuchar más, a cuestionar mis propias certezas y a confiar en la inteligencia colectiva. Yo busco entregar visión, propósito y dirección; ellos me devuelven creatividad, resiliencia y nuevas formas de mirar los desafíos. La creatividad poderosa no sólo emociona, sino que también incomoda y abre nuevas narrativas. Los equipos diversos son los que mejor interpretan las culturas vivas, no desde el oportunismo, sino desde la autenticidad. Tratamos de que esta sea la esencia de nuestro trabajo.
¿Qué expectativas le genera la posibilidad de utilizar programas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Qué encuentra a favor y qué en contra?
La inteligencia artificial es una herramienta que me entusiasma porque puede potenciar la creatividad, optimizar procesos y ayudarnos a llegar más lejos. A favor, valoro su capacidad para liberar tiempo de tareas operativas y abrir espacio a lo estratégico. En contra, creo que debemos cuidar la ética, la autenticidad y la diversidad de voces. Oí por ahí que la creatividad sin alma no emociona y la tecnología sin alma no transforma: no podría estar más de acuerdo. La IA no reemplaza la mirada humana ni el criterio que construye cultura y sentido. Para mí, la clave está en integrarla con responsabilidad, propósito y sensibilidad cultural.