“Zoo es más que una ruptura con Z, es la transformación natural de entendimientos y experiencias sumados a la voluntad de convertir este capital en una propuesta nueva. Algo que no sería posible haciendo lo mismo que ya sabemos hacer. Necesitamos un cambio en la forma pero sobre todo en el fondo”. Con estas palabras, Raúl Olvera anunciaba los cimientos de su nuevo proyecto, Zoo, del cual es presidente y socio fundador.
Si bien Zoo como tal nació el 25 de agosto, Olvera explica que es una idea que se tomó su tiempo antes de mostrarse en sociedad. “Inicia desde experiencias, perspectivas y especialidades distintas, principalmente la publicidad, producción de contenidos, el branding estratégico y la mercadotecnia. Todos los actuales integrantes del proyecto tienen significativas trayectorias en esas disciplinas, y forman un grupo con una visión mas integral del negocio de las ideas”.
En este sentido, acompañan a Olvera como socios fundadores Miguel Alemán, Guy Mijola, Ricardo Pérez-Teuffer y Ernesto Susan. Además, hay mas de cincuenta integrantes entre mercadólogos, estrategas creativos, productores diseñadores, etcétera. “Por otro lado –explica Olvera- nos apoyamos en una comunidad multidisciplinaria adicional,
-¿A qué se debe esta evolución?
R.O.: -En cualquier negocio, siempre se encontrará a los que perpetran la tradición y a los que la cuestionan, los que tratan convivir con los paradigmas e inercias y los que las enfrentan. Todos los actores de Zoo, en algún momento de nuestra carrera fuimos parte de la tradición. Aprendimos, nos emocionamos, ilusionamos y decepcionamos con la misma sinceridad hasta que decidimos aprovechar esa experiencia para tratar de cambiar algo en la historia. Hoy, queremos refrescar las prácticas, traer una mirada renovada al negocio de las ideas.
-¿Cuál es la filosofía de la agencia?
-Hay un dicho mexicano que dice “piensa mal y acertarás”. Nosotros lo entendimos como una respuesta a nuestra inquietud de escapar al exceso de lógica y racionalidad en los procesos de análisis y creación. Zoo es la primera comunidad de instintos puros, genuinos y naturales; el lugar perfecto para aprender a mal pensar, a mirar en la direcciones que la lógica ignora, a volver a dar un valor a las hipótesis sobre las certezas, en fin, a volver a diferenciar una idea de una simple conclusión.
-¿Cuál es el valor agregado que quieren ofrecer?
-Al empezar Zoo, lo primero que debatimos y acordamos es como volver a unir la cadena de fabricación de ideas bajo un marco teórico unificado e inspirador, en vez de las actuales camisas de fuerza. No queríamos seguir concibiendo la exploración, el análisis, la concepción y el desarrollo estratégico o creativo bajo premisas teóricas parciales y heterogéneas. El método “Mal Pensante” es el punto de partida de este primer consenso. Gracias a él, fue mucho mas fácil “mal pensar” en una estructura, en procesos y en composición de talento mas productiva y menos predecible. Así, encontramos como ajustarnos a las nuevas condiciones de contratación sin sacrificar la calidad de las ideas. El secreto es tener herramientas adaptativas y evolutivas al servicio de un marco teórico común claro, no al contrario. Las agencias están al revés, tienden a tener herramientas, talentos y procesos fijos concebidos a partir de marcos teóricos fragmentados e incoherentes.
-¿Para qué mercados trabajan?
-Se dice que une buena idea no tiene frontera. Nuestros objetivos y ambiciones tampoco. Zoo está en capacidad de operar en México, región andina y Argentina. Ya tenemos proyectos en Latinoamérica y la idea es seguir llevando la experiencia de ZOO donde sea necesaria.
-¿Con qué clientes?
-Entendiendo que nacimos hace apenas dos meses, estamos atendiendo Televisa, Teleton, Chedraui, Disney, Interjet, Sushi Itto, por lo que podemos mencionar ahora. Muy pronto creemos que volveremos con unas novedades.
-¿Cómo definiría el presente de la industria publicitaria en México? ¿Qué aspectos le hicieron pensar que estaba haciendo falta en la industria un modelo de agencia como el de Zoo?
-El problema de cualquier modelo de negocio es que debe responder primero a sus necesidades de rentabilidad, lo cual a la larga termina afectando la idea original. Es decir que a pesar de las buenas intenciones y de los talentos, en muchos casos parece que el modelo de las agencias está atrapado en sistemas de trabajo, en procesos o teorías que difícilmente pueden ser cuestionados sin poner en peligro los ingresos principales. Zoo es un modelo concebido para mantener el valor y protagonismo de su idea en armonía con su rentabilidad y prosperidad. Por eso no queremos definirnos como una agencia de publicidad, queremos trascender este concepto.