Las presentaciones se llaman “world premiers”; los vehículos se muestran en stands modernísimos y arrancan suspiros de los amantes de los autos y del diseño. Alfa Romeo acaba de lanzar sus dos nuevos modelos: el Alfa Romeo 159 y el cupé Alfa Romeo Brera y, de esa forma, marca el inicio de una  nueva generación de automóviles para la compañía. Ambos fueron presentados en el Salón de Ginebra.

El Alfa 159 es un auto de tamaño medio que llega para suceder al modelo 156 y que estará disponible en los concesionarios del mundo desde junio. Ofrece un habitáculo más amplio que el de su antecesor, además de varios cambios estéticos.

Entre ellos, se destacan los faros, que ahora son redondos y tienen un aire desafiante. También la clásica forma de triángulo invertido aproxima sus rasgos a los de los últimos lanzamientos de Alfa Romeo: se estira hacia abajo hasta casi “sentir” el asfalto y las líneas de su “sombra” se perciben a lo largo de todo el capó.

Entre los equipos de entretenimiento e información, Alfa Romeo ofrece para este modelo el Cruise control, navegador vía satélite con mapas y opción de “vista de pájaro”, mandos vocales y teléfono manos libres GSM integrado, autorradio con lector de CD y MP3 y cambiador de CD con capacidad para diez discos. También ofrece sensores de lluvia, crepusculares y de estacionamiento, asientos con regulación eléctrica y puesta en marcha del motor mediante un pulsador situado en la consola central.

Diseño Brera

El Brera es el nuevo coupé de cuatro plazas de Alfa Romeo, que también fue presentado en el Salón de Ginebra. Este modelo, que saldrá a la venta a finales de 2005, será el primero que la firma construya sobre una nueva plataforma.

Nuevamente, a la ya habitual carrocería en forma de triángulo invertido, se ha añadido la prolongación hacia los lados de los grupos ópticos, que ayudan a acentuar la agresividad y deportividad del frontal.

En los laterales, además de las enormes puertas sin marcos metálicos, sobre las que se asientan los retrovisores, lo más llamativo es el perfil alargado de la unidad. Destacan también unas pequeñas superficies acristaladas, idénticas a las que se montan en el Alfa GT, que proporcionarán cierta visibilidad a las plazas traseras, que no se habían incluido en el prototipo presentado hace tres años, y las llantas de cinco radios.

Pero la parte más trabajada de todo el vehículo es la posterior. La zona acristalada tiene una curiosa forma de pentágono invertido, y está acotada en su parte superior por un alerón en el que se instaló la luz de freno. En la misma línea del portón, por debajo y a los lados, se sitúan los grupos ópticos, muy alargados, que se prolongan hasta los laterales del vehículo. En la parte más inferior del paragolpes trasero se sitúan las salidas de los cuatro tubos de escape, dos a cada lado, que son de forma elíptica.

El Brera contará con una motorización 2.2 turbo diesel de 200 caballos de potencia. Además de este propulsor, el más potente de los diesel de la marca, el Brera dispondrá de dos motores de gasolina JTS, una de 2,2 litros, que logra 185 caballos; y otra de 3,2 litros que desarrolla 260 caballos de potencia. Estos motores estarán gestionados por dos cambios -instalados según la versión, una manual y otra automática-, ambos de seis velocidades.

El sello

El lanzamiento de los modelos Alfa Romeo 159 y Alfa Romeo Brera es el punto de inflexión de una de las automotrices con más carisma y tradición deportiva, que en junio de 2000 festejó los 90 años. Su historia está llena de altibajos, pero con el denominador común de la orientación “deportiva” que se imprime a todos sus modelos.

La marca nació el 24 de junio de 1910, cuando un grupo de empresarios italianos fundó, en Milán, la Anónima Lombarda Fabbrica Automobili (ALFA). ¿Y Romeo? ¿De dónde salió? Esta segunda parte del nombre proviene del ingeniero napolitano Nicola Romeo, quien el 2 de diciembre de 1915 se hizo cargo de Alfa, cuando el comienzo de la Primera Guerra Mundial hundió las finanzas de la compañía.

Desde un principio, Alfa Romeo se valió de una estrategia empresarial que perdura aún hoy: fabricar autos atractivos y potentes para vender al público, junto a eficaces modelos para ganar carreras. El comienzo de ambas actividades, la deportiva y la comercial, fue casi simultáneo.

Uno de los grandes íconos de la marca es su escudo, compuesto por dos

emblemas de la capital lombarda: la cruz roja del municipio y la serpiente-dragón

de los Visconti, símbolo que representa la fuerza, la astucia y la potencia, y que se utilizaba en las banderas de guerra. Salvo pequeñas modificaciones (en 1915, 1925, 1946 y 1971), el escudo de Alfa permaneció prácticamente inmutable.

Alfa Romeo  tiene un gran número de clubes de aficionados por todo el mundo. La fogosidad de los  “alfistas” es tan grande como la incomprensión que este fenómeno produce en los “no iniciados”.

Probablemente en contra de su voluntad, Alfa Romeo depende de sus fieles. Los intentos de vender coches a clientes que no son “alfistas”, de momento, no han dado el resultado apetecido.