Aníbal Pérez Zarlenga tiene una trayectoria de más de veinte años en la industria de las comunicaciones en Latinoamérica y Europa. Fue CEO de McCann Argentina entre 2015 y 2017 y de Porta Chile de 2017 a 2019, año en que se destacó como la agencia independiente número uno de ese país. A Niña se incorporó en agosto de 2020 en plena pandemia, y como balance, reconoce que fue “muy positivo en este contexto”.
Además de haber sido CEO de grandes agencias, antes había pasado por The Coca-Cola Company, donde fue director de creative excellence, con base en Viena, para veinticuatro países de Europa. También trabajó con Ramiro Agulla y Carlos Baccetti entre 2006 y 2010.
—Lleva casi un año en Niña y entró en plena pandemia. ¿Qué balance hace de estos meses?
—Positivo, y muy positivo en este contexto. Tuvimos —y tenemos— un montón de desafíos. La pandemia nos dio a todos la posibilidad de repensarnos, y ese timing coincidió con las inquietudes de Niña, una búsqueda de evolución para darles a los clientes un producto creativo y un servicio acordes a los tiempos que corren. En ese sentido, luego de una etapa de incubación en Niña, avanzamos mucho en las nuevas verticales de negocios que pronto vamos a lanzar, vinculadas a la creación de marcas e identidades para pantallas, y la producción de ecosistemas audiovisuales para campañas integradas. Entendemos que hay mucho valor para aportar en esas áreas. El equipo de Niña es felizmente muy diverso y en los últimos meses creció mucho, y nos hicimos el tiempo para hacer talleres de comunicación sin estereotipos, con especialistas que nos asisten en estos temas (en nuestro caso, el equipo de MedioMundo). Tenemos muchísimo para seguir recorriendo en ese sentido, tanto desde el producto creativo como desde las estructuras y el funcionamiento de las agencias. También tuvimos la suerte de sentirnos reconocidos, porque sintetizamos años de trabajo junto al equipo de Molinos Ríos de la Plata al conseguir el oro en Effie al Éxito Sostenido con Mamá Lucchetti para plataformas digitales, que es mérito de todo el equipo creativo y de social de la agencia, que lleva una gran plataforma comunicacional al mundo digital y expandiendo las capacidades de interacción de la marca. Sumamos clientes, lo cual es vital, pero más felices todavía nos hace seguir renovando relaciones, y con Fiat renovamos por quinto año consecutivo; con el Banco Patagonia y con Disney también tenemos relaciones de años. Pensando en la industria, un punto muy positivo fue el nacimiento de Agencias Argentinas, que es clave para el desarrollo futuro de las agencias, productoras y profesionales.
—Comentó que con Fiat renovaron por quinto año consecutivo y que con el Banco Patagonia y con Disney también tienen relaciones de años. ¿Cómo es la relación con los clientes hoy? ¿Tuvieron que cambiar algunos procesos u objetivos?
—Muy cercana. Somos realmente una agencia de personas. Todo lo que nos quitó el distanciamiento social lo atacamos desde el primer día con plataformas tecnológicas y sociales. Cambiamos algunas dinámicas, inevitablemente, y seguramente muchos de los aprendizajes que tomamos se van a mantener independientemente de cualquier contexto. Dicho esto, extrañamos terriblemente el bar de la agencia. Hay cosas irremplazables.
—¿Qué nuevos clientes sumaron?
—Todo Pago (Prisma), Puma Energy, Consultatio, Tenpo (fintech Chile). Avon sigue confiando en Niña para distintos proyectos a lo largo de la región. Y, siendo una agencia independiente, en que ningún contrato internacional obliga a los clientes a elegirte o mantenerte, sentimos como nuevos clientes a cada cliente que renueva año a año su confianza en Niña. Hoy somos una agencia con una base sólida de negocios, y con una visión optimista de lo que viene para nuestro equipo. Finalmente, lo que más ilusión nos hace al sumar un nuevo negocio, es saber que eso va a potenciar a nuestros equipos y al producto de la agencia. Esa es nuestra búsqueda constante.
—¿Cómo ve hoy la creatividad latinoamericana?
—Más fuerte que nunca. Si bien no tenemos el mismo acceso a las capacidades tecnológicas de algunos mercados más desarrollados, el crecimiento del impacto creativo a nivel región es evidente. Aparecen ideas brillantes en todas las latitudes. Hace años que ya no señalamos a un par de mercados como los creativos de la región. Es un fenómeno de empuje cultural que atraviesa la música, la moda, la gastronomía, al cine, y a todas las ramas de las cuales se nutre la creatividad publicitaria. Como región nos hemos enriquecido.
—¿Cuáles son las expectativas para este año?
—Como comentaba al principio, concretar el lanzamiento de las nuevas unidades de servicio, para que nuestros clientes actuales y futuros tengan más soluciones y opciones de trabajar con Niña. Pandemia mediante, queremos que el producto y la cultura de Niña puedan no sólo entregarse en toda la región (cosa que hacemos hoy), sino desarrollarse también en otros mercados. Creemos en la presencia local en países clave. Si podemos cuidar a nuestro equipo, y además cumplir estos objetivos, va a ser un buen año.
