El cumpleaños número 200 es una ocasión especial para cualquier marca, y Cadbury la está aprovechando al máximo en el Reino Unido (donde John Cadbury inició el negocio en 1824) con una combinación de contenido cinematográfico generado por el usuario.

La empresa de confitería y dulces propiedad de Mondelēz inicia las celebraciones del aniversario con una publicidad de 60 segundos que cuenta la historia de otro cumpleaños: el de una madre cuya hija quiere comprarle un regalo.

La historia comienza en la Inglaterra del siglo XIX, donde la madre termina su turno en una fábrica. Las escenas sucesivas avanzan durante décadas, como se ve en los cambios de moda de la madre.

En un momento, aparentemente a principios del siglo XX, madre e hija pasan por una tienda de la esquina de camino a casa. Cuando la madre se detiene para hacer una llamada en una cabina telefónica, la hija entra a la tienda, con el deseo, si no el dinero, de comprarle una barra de chocolate.

Pasan años, sutilmente, incluso durante las escenas dentro de la tienda, una alteración principalmente visible en la vestimenta del comerciante. Al final del anuncio ya se está en el presente, cuando la hija le presenta a su madre afuera la barra Cadbury.

La publicidad de VCCP London es una nueva versión, plano por plano, de un anuncio de 2018 de la misma agencia. El anuncio anterior estaba completamente ambientado en la actualidad; de hecho, las escenas finales del nuevo anuncio están tomadas directamente del anterior. Sin embargo, todas las escenas anteriores se volvieron a filmar.

Los mismos dos actores adultos regresaron para la nueva versión, pero la niña no pudo interpretar el mismo papel; mientras tanto, había envejecido demasiado. Entonces, VCCP utilizó algunos trucos digitales para mantenerla en la película.

“El mayor desafío fue definitivamente técnico —dijo a Ad Age Angus Vine, director creativo—. Nuestra protagonista ahora era mucho mayor. Sin embargo, queríamos que fuera una recreación perfecta del anuncio original y que reflejara exactamente al reparto original. Este fue un gran reto y significó que el equipo de posproducción tuviera que abordar minuciosamente cada toma individualmente para colocar a nuestra chica original en el nuevo anuncio”.

De acuerdo a Vine, el otro desafío fue hacer que las transiciones a través de los años fluyeran naturalmente. “Aunque estamos avanzando a través de doscientos años, diseñamos el estilo, la dirección de arte y el diseño de vestuario para que las décadas cambiantes se sintieran fluidas y sutiles —describió—. Todo para que no eclipsara la hermosa historia de generosidad que se encuentra en el corazón de este comercial”.

El estudio de creación de contenido global de VCCP, Girl&Bear, trabajó en el spot publicitario con el director Frederic Planchon de Academy Films (quien también dirigió el anuncio original) y la empresa de posproducción Selected Works.

Junto con el filme, la campaña incluye anuncios exteriores y sociales que están elaborados de manera mucho menos obsesiva y que presentan fotografías sinceras enviadas por fanáticos de Cadbury en todo el país.

“No todos los días se tiene la oportunidad de celebrar el bicentenario de una empresa —afirmó Elise Burditt, directora senior de marketing de Cadbury—. Pero para nosotros esto es mucho más que eso: es celebrar doscientos años siendo parte de la vida del público británico y reconocer que no estaríamos aquí hoy sin ellos”.

Otros elementos nostálgicos de la campaña incluyen una gama de edición limitada de siete barras Cadbury Dairy Milk que se lanzarán con diseños clásicos, elaborados en colaboración con Bulletproof, la agencia de marca de Cadbury. Una serie de carteles retro también recordarán el arte de campañas pasadas.

Publicis Media se encargó de la planificación y ejecución de medios de la campaña.