Una campaña oficial para educar al público sobre la reclasificación del cannabis fue lanzada por el gobierno británico, tratando de cambiar la creencia cada vez más extendida de que la droga será legalizada y no plantea mayor riesgo para la salud. Algunos sectores habían hecho la advertencia a las autoridades de salud de Londres.
La campaña publicitaria, que rondará los 1,8 millones de dólares, consta de avisos de diarios y radio, además de volantes para las escuelas y universidades. En sus textos se sostiene que el cannabis será clasificado como clase C en lugar de su actual B, a partir del 29 de enero, pero advierte que “sigue siendo dañina” y continúa en su condición de ilegal.
La información, que también aparece en el sitio gubernamental Frank (de asesoramiento sobre drogas), señala las penalidades que deben enfrentar aquellos que usen y provean el cannabis. En la mayor parte de los casos, la policía no arrestará a los adultos que posean una pequeña cantidad de la droga, pero pueden hacer una advertencia y confiscar la sustancia.
Otras variantes
También podrán arrestar a quienes fumen “en circunstancias agravadas”, como por ejemplo en las proximidades de las escuelas. Los que sean encontrados repetidamente en posesión de la droga serán arrestados y enjuiciados.
El máximo de pena de prisión por posesión se reducirá de cinco años a dos. Pero para quienes suministren cannabis esa reducción no tiene vigencia: se mantiene el máximo de 14 años.
Serán arrestados los menores de 18 años que lleven cannabis encima. Si se trata de la primera vez, se los llevará a la estación policial para recibir una reprimenda.
Los reincidentes podrán ser enjuiciados. La ministra Caroline Flint, en declaraciones a la prensa, afirmó que “el cannabis es dañino y seguirá siendo ilegal después del 29 de enero, cuando sea reclasificado como clase C. Ese es el simple mensaje que transmite nuestra campaña”.
“Honestos con la juventud”
“Al reclasificar esta droga –prosiguió- estamos siendo honestos con la juventud sobre el daño que produce en comparación con otras drogas, como el crack y la heroína. Es una forma practica de enfrentar los problemas asociados con las drogas clase A. Los avisos de radio y los volantes insumieron varios meses de elaboración: se los investigó y testeó con la gente joven para comprobar que eran a la vez efectivos y creíbles. Por último, decidimos lanzarlos ahora, una semana antes de la reclasificación”.
A raíz de la campaña, se imprimirá un millón de copias de los volantes, y los avisos radiales se difundirán por 48 emisoras nacionales y regionales de Inglaterra.
La British Medical Association recibió la noticia de la campaña publicitaria con beneplácito, pero expresó su preocupación de que algunos puedan pensar que con la reclasificación el cannabis se haya convertido en una droga segura.
En rigor, la reclasificación siguió a una recomendación del Advisory Council on the Misuse of Drugs, que dictaminó que la droga era “menos dañina que otras de la case B,, como por ejemplo las anfetaminas”.
La idea subyacente al cambio es que la policía y otras autoridades dediquen más atención y tiempo a la lucha contra las drogas más peligrosas, que pertenecen a la clase A.
La campaña publicitaria, que rondará los 1,8 millones de dólares, consta de avisos de diarios y radio, además de volantes para las escuelas y universidades. En sus textos se sostiene que el cannabis será clasificado como clase C en lugar de su actual B, a partir del 29 de enero, pero advierte que “sigue siendo dañina” y continúa en su condición de ilegal.
La información, que también aparece en el sitio gubernamental Frank (de asesoramiento sobre drogas), señala las penalidades que deben enfrentar aquellos que usen y provean el cannabis. En la mayor parte de los casos, la policía no arrestará a los adultos que posean una pequeña cantidad de la droga, pero pueden hacer una advertencia y confiscar la sustancia.
Otras variantes
También podrán arrestar a quienes fumen “en circunstancias agravadas”, como por ejemplo en las proximidades de las escuelas. Los que sean encontrados repetidamente en posesión de la droga serán arrestados y enjuiciados.
El máximo de pena de prisión por posesión se reducirá de cinco años a dos. Pero para quienes suministren cannabis esa reducción no tiene vigencia: se mantiene el máximo de 14 años.
Serán arrestados los menores de 18 años que lleven cannabis encima. Si se trata de la primera vez, se los llevará a la estación policial para recibir una reprimenda.
Los reincidentes podrán ser enjuiciados. La ministra Caroline Flint, en declaraciones a la prensa, afirmó que “el cannabis es dañino y seguirá siendo ilegal después del 29 de enero, cuando sea reclasificado como clase C. Ese es el simple mensaje que transmite nuestra campaña”.
“Honestos con la juventud”
“Al reclasificar esta droga –prosiguió- estamos siendo honestos con la juventud sobre el daño que produce en comparación con otras drogas, como el crack y la heroína. Es una forma practica de enfrentar los problemas asociados con las drogas clase A. Los avisos de radio y los volantes insumieron varios meses de elaboración: se los investigó y testeó con la gente joven para comprobar que eran a la vez efectivos y creíbles. Por último, decidimos lanzarlos ahora, una semana antes de la reclasificación”.
A raíz de la campaña, se imprimirá un millón de copias de los volantes, y los avisos radiales se difundirán por 48 emisoras nacionales y regionales de Inglaterra.
La British Medical Association recibió la noticia de la campaña publicitaria con beneplácito, pero expresó su preocupación de que algunos puedan pensar que con la reclasificación el cannabis se haya convertido en una droga segura.
En rigor, la reclasificación siguió a una recomendación del Advisory Council on the Misuse of Drugs, que dictaminó que la droga era “menos dañina que otras de la case B,, como por ejemplo las anfetaminas”.
La idea subyacente al cambio es que la policía y otras autoridades dediquen más atención y tiempo a la lucha contra las drogas más peligrosas, que pertenecen a la clase A.