Tarjetas de crédito, tiendas, comida, bebida, tecnología: para las marcas de casi todas las categorías, la Navidad es una oportunidad para potenciar sus ventas. Para eso, intentan llegar emotivamente a sus consumidores.  

Los motivos navideños más clásicos por lo general tienen que ver con el invierno boreal: la nieve, el frío, y la calidez del hogar. En muchos casos, las grandes marcas presentan campañas globales, que pasan por alto detalles propios de cada país. Sin embargo, también las publicidades creadas en el hemisferio sur o en el trópico, donde el clima de diciembre es decididamente caluroso, también recurren con frecuencia a esas imágenes.

Sin embargo, existen anunciantes y agencias que se diferencian del resto y sí incluyen lo que le sucede al resto del mundo. Entre los ejemplos recientes está el de Mercedes Benz Brasil, que junto con la agencia independiente Today creóuna publicidad que incluye a 342 camiones que formaron juntos un árbol de navidad, el cual ingresó en el libro Guiness de los records con el título Biggest Truck Image. El comercial correspondiente es una suerte de oda a los camioneros, que trabajan mientras el resto del mundo festeja, y en muchos casos deben pasar las fiestas en la ruta y lejos de su familia.

La campaña Polígrafo, de TBWA Argentina para Unicenter, habla de la relación de los niños con Papá Noel y la magia de la Navida, pero sin apelar a imágenes invernales.  

Hay muchos comerciales más que aluden directamente a las fiestas, pero sin mostrar gente abrigada ni nieve. Algunos hablan del intercambio de regalos, como el spot de Y&R Brasil para Pontofrio. Otros hacen hincapié en la importancia de pasar la Navidad en familia pero siempre teniendo en cuenta las costumbres y la sensación térmica real del hemisferio sur. Tal es el caso de Navidad para todos, de la agencia boliviana Athos para Sofia.

Por último, Air New Zealand y Host Sydney también consideraron el clima cálido del hemisferio sur. Su campaña navideña, dirigida al público austral, se ríe de la incompatibilidad de los villancicos más famosos con la celebración veraniega. En una pieza titulada Summer Wonderland, el joven actor neozelandés Julian Dennison ayuda al cantante irlandés Ronan Keating a adaptar la canción “Winter Wonderland” a las tradiciones y al dialecto local.