We Believers, agencia que trabaja con la marca Corona en América Latina, quería seguir potenciando la asociación de la marca con los atardeceres de playa en Perú, Argentina y Ecuador. Pero los presupuestos de producción en esos mercados son limitados, por lo que la agencia encontró una solución de bajo costo: obtener una licencia de imágenes de archivo del sol poniéndose sobre el océano, donde el reflejo parece una botella de Corona, y agregarles el logotipo de la marca. Todo por un valor de cien dólares.
No hubo costes adicionales, ya que las imágenes se compraron sin necesidad de retoques.
Puede parecer extraño celebrar el uso de arte de archivo en una campaña para una marca tan establecida, pero Gustavo Lauría, cofundador, presidente y director creativo de la agencia, dijo a Ad Age que era una solución práctica que está aportando valor a la marca.
“En las ciudades abrumadas por la contaminación visual publicitaria que la mayoría de la gente prefiere ignorar, veo un gran valor en mostrar imágenes gigantes de puestas de sol donde el reflejo tiene la forma de una botella de Corona, y el único agregado de su logotipo. La campaña difunde una sensación muy necesaria de relajación y conexión con la naturaleza”, dijo Lauría.