Apple lanzó la semana pasada el nuevo modelo de iPod, un reproductor portátil de música a través del cual se podrán ver, por sólo 1,99 dólares, conocidos programas de televisión como Lost y Desperate housewives, de la cadena ABC. La pregunta es si, tal como lo ha hecho el teléfono celular o internet, este nuevo modelo de iPod también revolucionará la industria publicitaria.
El marketing directo está creciendo en el mundo a pasos agigantados, y los anunciantes deben adaptarse a los cambios en un abrir y cerrar de ojos, para no quedarse atrás. El desafío será lograr mantener los mensajes de marca delante de los consumidores de iPod, utilizando otros medios que compitan contra él, o, en su defecto, encontrar un espacio para comunicar su marca a través del exitoso invento.
“La idea de que los consumidores controlen el contenido ha sido la predominante”, afirmó Andrew Swinand, vice consejero delegado de Starcom Worldwide de Publicis. Otra gran pregunta es qué impacto tendrá el nuevo sistema de iPod en la publicidad televisiva. Y más aún, cuáles son sus potencialidades como medio publicitario en sí mismo.
En efecto, si uno puede “bajar” a su dispositivo un capítulo de su serie favorita, ¿por qué pensar que por el mismo canal no bajará una especie de tanda publicitaria híperpersonalizada? Prima facie, esta hipótesis no suena políticamente correcta, pero, examinando las posibilidades técnicas que un dispositivo como el iPod video –y ni hablar del mucho más corriente teléfono celular- ofrece como medio publicitario, es una idea que seguramente tentará a muchos. La polémica queda abierta.