Fogdog, espacio de pensamiento estratégico, y el Instituto de Juventud realizaron la Encuesta Nacional de Juventud entre 2018 y 2019. Entrevistaron a jóvenes de entre 15 y 25 años, los centennials, en diferentes zonas geográficas de Argentina y de diferentes grupos socioeconómicos. Fueron 96 horas de entrevistas a 3730 encuestados que resumieron en este primer Talk About del día martes 16 de junio titulado Estrategias para conectar con lxs jóvenes. La presentación estuvo a cargo de Matías Asencio, jefe de estrategia de Fogdog, y Juan Serenellini, estratega de Fogdog. “Bienvenides a todes”, fue el saludo inicial que hizo especial hincapié en el lenguaje inclusivo para acercarnos un poco más a esta generación que lo usa espontáneamente e inclusive muchos lo utilizaron en la entrevista con total naturalidad.
Los centennials son una generación que esta interpelada por Internet, se sienten únicos y arman su identidad a través de esta red. “Nosotros somos nuestro Dios”, afirmaron. Esto es así porque esta generación nació con las redes sociales, se miran entre sí; pero no la usan solo por entretenimiento, sino que arman debates, empiezan a encontrarse con otros que tienen realidades similares, buscan ser representados, y esto rompe con cualquier límite geográfico. Utilizan las redes para informarse, la realidad la arman con los datos, saben distinguir entre las noticias falsas y consideran que es una pérdida de tiempo discutir con alguien que no tenga argumentos. La verdad se puede cuestionar y construir, de ahí que sean tan abiertos y flexibles a diferentes cuestiones sociales. “Si no te pasó, no vale”, es el lema. La verdad se dice en primera persona, son muy abiertos a las experiencias ajenas y no tienen ídolos, sino influencers, ya que los consideran más humanos, no tienen problema en reconocer que se equivocan y eso los hace más cercanos.
Los temas más recurrentes en los entrevistados fueron el feminismo y las cuestiones de género. Los jóvenes están en constante deconstrucción: cuestionan todo. Comprenden muy bien la diferencia entre género, sexo e identidad; y a diferencia de generaciones anteriores no se encasillan, son autorreflexivos y tienen conciencia de género. En comparación con los adultos, los centennials se preocupan 2.4 veces más por cuestiones sociales como la legalización del aborto y la violencia de género. Para ellos el enemigo es el machismo, por eso las causas feministas llaman mucho la atención en esta generación. La idea que tienen de los adultos es que son cerrados, insensibles, binarios y heteronormativos; a diferencia de ellos que son más tolerantes, abiertos y empáticos.
Con respecto a la política, lo consideran un espacio de los viejos, que quieren imponerse y no pensar. Para estos jóvenes la política es más social; no tienen miedo a hablar, para ellos no existen los temas tabúes. Hablar con saber es lo importantes, por eso para ellos su principal fuente de conocimiento y credibilidad son los profesionales, porque saben que tienen datos y fundamentos para sostener sus ideas. Sin embargo, de un tema que tienen poca educación es de lo financiero, no saben qué hacer con el dinero, lo que ganan se lo gastan. Son una generación que crearon una estética propia: los memes; que los usan como acto político y para relajar tensiones.
Si bien en líneas generales se pueden encontrar ideas y pensamientos en común entre todos los jóvenes entrevistados, hay dos grandes divisiones que hacen que tengan diferentes posturas con respecto a cinco tópicos: familia, cultura, movilidad, trabajo y discurso. La primera es la división de mayores o menos de 18 años. Esa edad es el punto medio, es donde salen al mundo, lo que les genera mucha confusión; antes de eso viven con sus padres y van al colegio, la lucha con la autoridad es otra. La otra fragmentación es la clase socioeconómica a la que pertenecen, ya que no tienen las mismas oportunidades, accesos o herramientas. De todas maneras, lo que une a estos dos mundos es la educación superior, “te abre la cabeza”.
Una vez expuesta toda esta información, la pregunta es cómo llevarlo a la marca. Para esto, desde Fogdog presentaron seis take outs estratégicos. El primer punto es pensar afuera de capital federal, hay realidades que son muy diferentes al interior del país; el segundo es dialogar en vez de escuchar, la charla hace que conozcamos a las otras personas; como tercer punto es importante no ser oportunistas, no se compra una bandera o un movimiento, sino que se construye; como cuarto punto hay que actuar en “modo singles”, porque la producción de contenidos es constante, no es solo la campaña; como quinto punto está el tema de la verdad, hay que amplificar verdades más que fabricar percepciones; y por último, hay que tener en cuenta que no hay targets, hay temas: lo que junta a la gente son los temas. Para finalizar la charla, se hizo foco en usar los diferentes sistemas de comunicación para conectar un tema con una audiencia. La complejidad es el valor estratégico en tiempos de cambios constantes.
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