Siempre soñamos con tener nuestra propia agencia”. La frase, de Gastón Bigio y Anselmo Ramos, se materializó dos años atrás, cuando lanzaron al mercado Gut.

Con oficinas en Buenos Aires y Miami, la agencia nació 100 por ciento de sus tripas y hoy, con sede también en San Pablo, ya es una minirred independiente, que trabaja con clientes de la talla de Tim Hortons, Popeyes, Philadelphia Cream Cheese, Patagonia Beer, Natural Light, Skol, Dominos Pizza, Nestlé, Garoto, Baton, Quinto Andar, Dove Men Care, Pedidos Ya, Stella Artois, Becks, Noblex, NotCo, BigBox, Sprite, Coca-Cola, Jugos Del Valle, Mercado Libre y Mercado Pago.

“Ni en nuestros mejores pronósticos y ejercicios de Excel imaginábamos estar en dos años trabajando para marcas que nos generan tanta admiración y pasión”, aseguran con orgullo.

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―¿Cómo fue ese gran salto para poder abrir la agencia sin un holding detrás que respalde financieramente?
―Básicamente, pusimos todo para empezar Gut. Los dividendos de nuestra agencia anterior, una segunda hipoteca en nuestras casas y muchas ganas. Hicimos un budget para invertir dos años en la compañía. Volvimos a viajar en coach, nos quedamos sin auto y no fuimos a ningún lugar fancy de vacaciones. En la vida nada muy bueno viene sin sacrificio. Decidimos hacerlo sin ayuda de ningún inversor. Para nosotros era fundamental ser self-funded. La independencia total tenía que ser desde el lado financiero también. Fue la mejor decisión que tomamos. Los resultados de Gut Miami y Gut Buenos Aires del primer año nos permitieron fondear Gut São Paulo en el segundo año. O sea, Gut ya está fondeando Gut. Desde el discurso uno siempre habla de saltar, de la libertad de su propia agencia, de decisiones que pueden tomarse con mayor agilidad, sin tanta burocracia.

―¿Pero cómo es el día a día desde lo financiero?
―Del lado financiero es igual. Somos igual de ágiles. Tomamos decisiones rápidas, probamos, cambiamos, nos equivocamos. Estamos aprendiendo mucho. Pero desde el principio, llevamos el lado financiero muy en serio. Nuestra primera contratación fue Giselle Reggiani, nuestra CFO. No compramos un café sin su aprobación. También tenemos suerte de que a Gastón le encantan los números. Entonces tenemos casi dos CFOs, uno oficial y uno que cree que podría serlo también. Pero de una cosa estamos seguros: nuestra industria es un creative business. Entonces cuanto más creative, más business lo vamos a hacer.

―A dos años de la creación de la agencia, ¿cuántos “clientes valientes y marcas audaces” se han encontrado en el camino?
―Hoy tenemos veinticinco valientes y muy relevantes clientes. Marcas grandes y otras con gran potencial. Marcas nacionales y globales. Todos saben nuestro nombre, saben que trabajan junto a una agencia que busca la disrupción y la propagación a través del impacto cultural; saben que cuanto más arriesgado es el salto, más grande puede ser la recompensa. Y también saben que para dar grandes saltos hay que caerse y aprender. Nada es tan fácil. Son clientes valientes porque saben atravesar todo el journey, no sólo la parte en que llega el éxito.

―Hace dos años, el proyecto iniciaba con doce talentos diversos. ¿Con cuántos profesionales cuenta hoy Gut?
―Somos una sola agencia de 110 talentos, que nacieron en catorce diferentes países y trabajan desde tres oficinas. Tenemos talentos de los Estados Unidos, Brasil, la Argentina, Corea del Sur, Italia, Panamá, República Dominicana, Venezuela, Ecuador, Marruecos, Francia, Canadá, Puerto Rico y España.

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