En esta sociedad de la información, las informaciones se multiplican en proporción geométrica, a la vez que se siguen sumando más fuentes de información. Todo lo cual implica mayor desorientación, mayor gasto de tiempo/esfuerzo y, asimismo, mayor incertidumbre. Internet es un notorio ejemplo de esta abrumadora realidad, caótica y atractiva a la vez. Experiencia que se patentiza cuando, verbigracia, un motor de búsqueda informa que hay unas 1.555 entradas sobre un determinado ítem.
En consecuencia, cuando uno intenta una investigación en línea tiene que empezar descartando tres creencias muy difundidas: que toda la información puede estar en internet, que todo cuanto hay en la red es gratuito, y que lo único que hay hacer es escribir dos o tres palabras clave en el motor de búsqueda favorito para tener toda la información al instante. Si no es así, qué hacer entonces?
POR DÓNDE EMPEZAR
En primer lugar, darse cuenta que buscar en línea no es lo mismo que navegar. Porque la navegación apenas roza la superficie; en cambio, la búsqueda es una especie de buceo puesto que facilita el hecho de profundizar.
Cuando se investiga, una de las experiencias más frustrante, según comentan los expertos, es empezar errando o extraviando el camino. Para evitar estos riesgos, Reva Basch recomienda adoptar los siguientes correctivos:
• No existe nada parecido a una búsqueda exhaustiva en línea.
• La información tiene formas diferentes y, a veces, inesperadas.
• Ninguna herramienta de búsqueda sirve para todos los casos y temas.
• Ningún enfoque es mejor que otros y, muchas veces, resulta conveniente combinar varios de ellos.
• Solamente porque funcionó antes, no tiene porque funcionar ahora.
• Siempre es posible intentar algo distinto...y sorprendente
LOS RECURSOS EN LÍNEA
“Investigación en Internet” se recomienda para todos aquellos que buscan informaciones sobre negocios, ciencia, tecnología, marketing, publicidad y comunicaciones, entre otros y muchísimos temas. El libro, de manera amable y pedagógica, presenta y facilita las herramientas y técnicas de investigación especializadas que la red informática pone a disposición de todos.
Enseguida de un capítulo inicial, la autora enumera y comenta las herramientas, esto es, los motores de búsqueda, las referencias rápidas, las bases de datos y algunas otras. En la tercera parte, se describe como estas herramientas y técnicas funcionan en situaciones de investigación, concretas y específicas. Luego se amplía el panorama para encarar cuestiones tan importantes como la necesidad de actualizar las informaciones o, aún más, cómo comprobar la calidad de la información lograda. Con esta simple (y eficaz) metodología se evita quedar atrapado en un laberinto de vínculos irrelevantes.
Las más de trescientas páginas concluyen con un detallado Directorio de Investigación en Internet que abarca los motores, los catálogos, las noticias, las publicaciones, los servicios documentales y los servicios privados. Por ejemplo, las páginas web de las universidades, la biblioteca del Congreso de los EEUU, enciclopedias virtuales, diccionarios de citas famosas, megasitios y metamotores.
Y como debe ser en todo buen texto de este tipo, cerrar con un copioso índice temático.
Reva Basch, la autora, es consultora de servicios en línea y columnista de Online y The CyberSkeptic’s Guide to Internet Research.