Marina Beláustegui se recibió en 1992 con el título de Bachelor of Arts en dirección de cine en la Universidad de Nueva York. También hizo una especialización en Humanidades, y realizó varios cursos en psicología, ciencias sociales, filosofía y problemas sociales; y estudió fotografía en Parsons School of Design, Film Department.
Sus primeras experiencias las hizo entre 1989 y 1992, dirigiendo videoclips y cortometrajes para la Universidad de Nueva York. Trabajó en Telefé junto a Tato Bores; dirigió varios videoclips de artistas reconocidos como Charly García, Los Fabulosos Cadillacs y Julio Iglesias, entre otros; y realizó trabajos para Clarín, Arcor, Cereal Snack y Villa del Sur.
adlatina.com-¿Por qué, de todas las artes, eligió el cine?
Marina Beláustegui: -Crecí con cine de súper acción, y luego viendo cine. En casa se hacian ciclos de tres o cuatro películas temáticas por día. Estudié teatro desde los 14 años y sabía que no quería ser actriz. Elegí el cine, también, por los amigos de mi madre, que frecuentaban la casaquinta donde crecí, estuve siempre rodeada de grandes referentes en la actuación. De chica, mi madre me decía que con mi carácter de “mandona” y “controladora” iba a ser directora de escuela, pero por suerte eso se desplazó al cine. Fui a la universidad de Nueva York y, luego de cuatro años y medio, me recibí de licenciada en Artes, especializada en dirección de cine y con una segunda carrera en humanidades.
-¿Qué significa el cine para usted?
MB: -El arte no es sólo para entretener, es para transformar. Creo que los que comunicamos tenemos una responsabilidad frente al que recibe.
-¿Qué cree que la diferencia de los demás directores?
MB: -Cada ser tiene su propia huella digital irrepetible. Creo que hay que aferrarse a eso, ésa es la diferencia entre cada uno. Mis propias experiencias personales, como las de cada uno, nos hacen únicos. Así, la diferencia es cómo cada uno procesa la información que nos alimenta y hace con ello una expresión única. En mi caso, identidad estética, una conexión personalizada con los actores, los técnicos, creativos y clientes, motivados por una pasión apasionada con cada cosa que hago.
-¿Cuál es su principal virtud como director?
MB: -Disfruto y soy feliz con mis filmaciones por hacer lo que me gusta. Lo humano es un aspecto primordial para mí, así como la pasión y el detalle con el que encaro cada proyecto. Busco converger en ellas, mi visión con el objetivo de potenciar la idea del creativo, y exponer todos los puntos clave del producto que el cliente necesite comunicar. Me gusta trabajar con los briefs del cliente para empaparme de los detalles del producto. Y trabajar codo a codo con el equipo creativo sumando opiniones, objeciones, intuiciones, acercándome e intentando superar las ilusiones de cómo se los imaginaron.
-¿Qué aptitudes debe tener un futuro director?
MB: -Rigor de trabajo, curiosidad insaciable, interés en cuantos más temas posibles, una existencia vivida a pleno, valentía, determinación, una buena formación, saber aprender de los grandes, y hasta de todos los demás.
-¿Qué consejos les daría?
MB: -Que sueñen, que los sueños se hacen realidad, construyéndolos metódicamente día a día, momento a momento y decisión tras decisión. Ver los detalles de la vida, intentar ser buenas personas, nunca satisfacerse con lo requerido. La insaciable búsqueda de la optimización práctica, productiva y creativa. Que no tengan miedo de fallar y que no tengan miedo de las oportunidades que se pueden perder si ni siquiera lo intentan.
-¿Cuáles son en su opinión las virtudes y defectos de la región en cine?
MB: -La mayor virtud es la virtuosidad de nuestros creativos. La creatividad argentina sobresale en todos las regiones. Tenemos una identidad que se destaca por las ideas que son a la vez originales, ingeniosas y de alto impacto, tanto en el espectador como en los resultados. Podemos ser referente a partir de los resultados, tanto en los números en ventas como en los premios de festivales.
-¿Cómo es su relación con la agencia y el cliente? ¿En qué medida siente
que puede hacer su trabajo con libertad?
MB: -Me gusta trabajar en equipo. Me gusta trabajar codo a codo con los creativos. Saber y asimilar todo lo que les pasó en la cabeza al crear el guión, sus ilusiones, tanto en la pre-producción -para unificar criterios- como en la filmación, donde cuatro ojos siempre van a ver más que dos, sobre todo si hay afinidad de criterios. Me suma saber los puntos que le son claves al cliente, las virtudes y detalles del producto que estoy vendiendo. Cada idea, cada encuadre, cada detalle debería ser en función de la suma de todo esto. Me siento libre cuando siento que estamos en la misma línea y todo fluye, suma y da satisfacción.
-¿Cuál cree que debería ser el rol de la agencia y del cliente durante la preproducción y durante el rodaje?
MB: -Cuando el cliente expone claramente sus necesidades, la agencia las puede volcar en una idea clara, todo debería ser la suma en la búsqueda del mejor resultado.
-¿Cuál considera que es su mejor comercial?
MB: -Fanta light. Es un concepto claro, una idea fuerte y además, fue una filmación gloriosa, con un equipo ideal. Fue un proyecto que me permitió disfrutar de mi oficio e imprimir mi identidad estética en cada encuadre o movimiento de cámara.
-¿Qué directores la marcaron?
MB: -Zeffirelli, por su uso de la estética y la elección de guiones motivadores. Hermano sol, hermana luna, es la primera película que recuerdo. Recuerdo haber señalado la pantalla con el dedo índice y decir “yo quiero hacer esto”, provocar en otros lo que yo estaba sintiendo ahí. Hitchcok, por sus sombras y determinación.
De Sica, por su realismo mágico. Stone, por aprovechar su experiencia personal para marcar (quizás demasiado redundantemente ), con la intención de representar y experimentar la cruda realidad, y promover que no se repita.
-¿Con qué aspecto del proceso de creación de un comercial disfruta más?
MB: -La primera lectura del guión. Todo lo que se me representa en esa primera lectura lo tomo como base indiscutible, ya que surge de lo más intuitivo, antes de toda racionalización. La filmación es mi momento de máximo disfrute. Es el momento en que más disfruto estar viva, la motivación de mí misma y el propósito de mi vida. Existencialismo puro.
-¿Qué influencias artísticas y laborales adquirió de los lugares del
mundo en los que estuvo?
-MB: -Siempre fue una prioridad viajar. De todo aprendí y me impregné. Todo es una olla donde se cuece mi presente. Colores, olores, expresiones, hábitos sociales, características culturales, economías, arquitecturas, artesanías, música, museos, paisajes, creencias, ritos, pasado, entre otras cosas.
-¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
MB: -Filmar, y el poder de realizar el trabajo en equipo.