-¿Cuándo comenzaron a trabajar en conjunto? ¿Qué piensan que tienen para aportar una a la otra?
TL: -Comenzamos a trabajar juntas en febrero de 2022 en un proyecto para Dove, Texturas Reales. Al conocer mucho la categoría, compartí con Joana el lenguaje de la marca y a su vez ella trajo la vivencia personal del pelo. De cómo es llevar un pelo crespo, los problemas, los prejuicios. Hicimos muchas entrevistas para tener la información de primera mano. Nos complementamos muy bien. Desde el inicio hubo buena química. Nos entendimos y supimos construir sobre las ideas que íbamos teniendo en conjunto. Ambas somos mujeres creativas con muchos años de profesión en distintas agencias. Sabemos trabajar. Fueron muchas horas de zoom con brainstorming, para entender la problemática desde un lugar más profundo. Hablamos de historia, de inmigración, de esclavitud. Joana sabe mucho y trae a la mesa historia, cultura, autores, textos, música que tiene sentido para la cultura negra brasilera. Aprendí mucho trabajando con ella. Es una persona que se lleva puesto lo prestablecido. Me encanta.
JM: Trabajar con Tamy fue un regalo. Ella es una creativa brillante y también una persona que sabe mucho del mercado de belleza. Tuve mucha autonomía para sugerir caminos acerca de lo que yo pensaba que sería mejor para hablarles a las mujeres brasileñas.
-¿Cuáles creen que son las principales falencias a la hora de entender la diversidad dentro de la industria publicitaria (y específicamente en Latam)?
TL: La primera es la falta de representatividad. Tanto en la comunicación, como en los equipos. La segunda es creer que sabemos. Los equipos necesitan enriquecerse con personas que tengan algo que decir. Que puedan contar la experiencia en carne propia. Hay que empezar a escuchar y asumir que con la empatía no alcanza. Puedo tener una buena idea sobre un tema, pero si no conozco la problemática real en profundidad, nos quedamos a mitad de camino. No alcanza.
-¿En qué escalón de desarrollo nos encontramos actualmente?
TL: El mundo cambió y va a seguir cambiando drásticamente. La comunicación va a contar lo que les pasa a las personas. No resisten las comunicaciones sesgadas. Me pregunto si sabemos buscar en Linkedin el equipo que hace falta. No se trata solo de la creatividad, sino del equipo. El criterio de armado de equipo cambió.
JM: Pienso que estamos avanzando, pero no es suficiente. Aún hay pocas mujeres, personas negras y LGBTQIA+ trabajando para grandes marcas, agencias y anunciantes.
-Hoy muchas empresas tienen departamentos de diversidad e inclusión, sin embargo, se siguen viendo directorios con poca representatividad, publicidades cargadas de sesgos o aquellas que uno se pregunta cuántos ojos la miraron y no se dieron cuenta. ¿Por qué ocurre?
TL: Es una buena pregunta. La burbuja ya se pinchó. No creo que en un equipo de diez o doce personas alguien no levante la mano cuando no esté de acuerdo. Sigue existiendo el miedo a hablar, a levantar la voz en contra del voto de la mayoría. Sin embargo, no tenemos idea del poder que tiene pedirle a la comunidad que apoye una causa cuando es honesta. Es un buen ejercicio para hacer.
JM: Para mí, eso pasa por diferentes cosas. Hay mucha prisa en hacer los trabajos, hay pocas contrataciones de personas diferentes que también tengan voz, o que sean libres para decir lo que piensan. Tampoco se contratan tantas consultorías para ayudar.
-¿Qué grado de incidencia tiene un departamento de Diversidad e Inclusión hoy en una agencia o empresa? ¿Cuáles creen que son los principales conflictos por resolver?
TL: ¿Quién conforma ese equipo? ¿Con qué agenda? ¿Cuánta diversidad real hay? Tienen que suceder varias conversaciones difíciles todavía en los equipos, pero creo que sirve mucho un departamento que enseñe y tome la posta. Decir “de esto no sé” más que humildad, hoy es una necesidad. Y a la vez es espectacular sentir la necesidad de aprender.
-¿Qué debería ocurrir para pasar al siguiente nivel?
TL: Hay que crear paz. Con ideas, entre personas, con causas. Como sea, pero crear paz lo más que se pueda.
JM: Hay que tener intención. Comprender que las personas traen cosas diferentes a la mesa, que muchas veces una persona diversa va a traer otras charlas, otras ideas y que tienen diferentes backgrounds, buscar a esas personas, mirar más allá del portfolio y ceder oportunidades.