—¿Por qué hace lo que hace?
—Amo mi trabajo en todas sus etapas, soy un workaholic del pre, el rodaje y la post. Desde chico supe que quería filmar comerciales, es un formato que me gusta mucho, porque se pueden contar historias cortas y contundentes. Recuerdo ver un comercial de Hellmans de Agulla y Baccetti de 1991, el de la niña que hablaba con el padre por teléfono, y quedé flasheado por la creatividad. Desde ese momento supe que quería hacer publicidad, a los 10 años le decía a mi viejo que quería “pensar propagandas”.

—¿En qué proyecto está trabajando actualmente?
—Desde Rebolucion estamos colaborando en varios proyectos de contenido junto a About-Entertainment, en los que podemos dar rienda suelta a la creatividad fuera del ámbito de la publicidad. También estoy editando un comercial que filmé en Ecuador la semana pasada y pitcheando comerciales para el Mundial, que se nos viene encima.

—¿Qué otras cosas hace además de dirigir?
—Cuando no estoy dirigiendo, estoy produciendo contenido para mi pareja,  que es actriz y dirige ficción. Y cuando no estoy con lo audiovisual, aprovecho para leer y estudiar sobre psicología, historia y arquitectura, que son mis carreras fallidas. Para mí es súper importante bajar a tierra en mis tiempos libres con actividades concretas, como tocar la batería, entrenar y dedicarme al jardín de mi casa, y cocinar, que es otra de mis pasiones.

—Si tuviera que recomendar una película, un disco y un libro, ¿cuáles serían y por qué?
—Me declaro fan total de Stanley Kubrick, por lo que recomendaría todas sus pelis, y si tengo que elegir una, recomiendo Dr Strangelove, a full. También estoy muy copado con Adam McKay: de él recomiendo Don’t look up y The big short. Soy muy ecléctico para la música, por lo que voy a recomendar un sello que se llama Back to mine, que saca compilados de bandas grosas en las que ellos te arman la playlist de la música que escuchan cuando vuelven de tocar, medio de after tranca. Y de ese sello, el disco de Royksöpp. Para seguir con lo ecléctico a nivel literatura puedo recomendar para los amantes del cine La conquista de lo inútil, de Herzog, que es el diario de filmación de Fitzcarraldo. Y también un libro de cuentos cortos súper audiovisuales que es de mis favoritos: El espejo en el espejo, de Michael Ende, el escritor de La historia sin fin.

—¿Qué consejos puede darles a los que quieren hacer esto en el futuro?
—Empiecen de abajo, aprendan todo, de todos los departamentos, estudien, no dejen de estudiar nunca, pero también aprendan en el set, aprendan de los que laburan hace años, este oficio se aprende con horas y horas de set. Y creo que es importante, para dirigir, conocer todas las áreas.

—¿Cuál es su filosofía o frase?
—Una famosa frase que me repito siempre, y que me dijo Pucho Mentasti cuando era su asistente fue “las excusas no se filman”: me quedó grabada a fuego. A fin de cuentas, lo único que importa es lo que queda delante de la cámara. Mi filosofía es encontrar qué me motiva y enamora del proyecto que esté haciendo. No puedo no involucrarme personalmente para buscar cómo se puede mejorar la idea, fuera cual fuera.

—¿Qué creator colega de Iberoamérica recomienda a la comunidad Bloomclouds, y por qué?
—Hay una nueva generación de directores que la están rompiendo y de los cuales aprendo mucho. Aportan una mirada súper fresca a la industria: Nameless, los Mumu y Swan Duo. Creo que uno como realizador tiene que estar siempre pendiente de los nuevos talentos para mantenerse updated.

Compartimos algunos de sus trabajos y en Bloomclouds pueden verse el perfil y más contenido de Nicolás Núbile.

TRABAJOS DE NICOLÁS NÚBILE