CLM BBDO y Snickers, perteneciente a Mars Wrigley, realizaron la campaña #SnickersGate en la que engañaron a sus consumidores para recordarles que nada reemplaza a esa marca de chocolate. Dentro de los envoltorios del producto se encontraban barras de Bounty, chocolate relleno con coco. Un día antes de que comience el engaño, la marca lanzó un spin off con el concepto No somos nosotros cuando tenemos hambre.
La agencia francesa y la marca querían demostrar a los consumidores lo que podría pasar si sus propios empleados tenían hambre. En solo unas horas, el hashtag #SnickersGate se volvió viral, y provocó más de 20.000 interacciones. La marca de dulces dejó que la sensación continuara durante 24 horas antes de finalmente develarle a sus fanáticos el engaño. Un recordatorio de que nada satisface como Bounty Snickers.