Augusto Elías Paullada tiene 94 años y a sus 26 se puso al frente de la agencia que el 24 de octubre de 1944 había fundado su padre, Augusto Elías Riquelme. Una agencia que llegó a sus bodas de brillante manteniendo su independencia, que se convirtió en un ícono de la publicidad en ese país y que hoy sigue siendo identificada con el tagline Con toda confianza es Herdez, nacido en los años 60 y usado durante muchos años por el gigante mexicano de los alimentos, a tal punto que dos de las notas escritas en estos días para celebrar el aniversario fueron tituladas Con toda confianza es Augusto Elías: la que escribió la influencer de marketing y tecnología Ingrid Motta en la revista especializada Etcétera y la que en el diario El Universal suscribió la escritora mencionada en el título, Mónica Lavín.
“Cuando mis hijas, siendo adolescentes, en alguna tertulia de familia escucharon a Augusto Elías, dijeron asombradas que era más joven que sus amigos y más interesante que cualquiera ―arranca su homenaje Lavín―. Que sabía de temas de actualidad, que les hablaba como adultas y atendía las opiniones de ellas. Quedaron fascinadas y prolongaron el cariño de mis padres, mis hermanos y sobrino por nuestro querido amigo Augusto”.
Quedan así planteadas la celebración y la cercanía, que aprovechó la escritora para redondear el panegírico tras haber sido invitada, la semana pasada, a los festejos: “Las palabras de Augusto Elías durante la celebración permitieron hacer un rápido recorrido y una reflexión acerca de las primeras agencias, los personajes olvidados de ese arranque, la innovación en su momento, su papel en nuestra vida, lo difícil de permanecer y seguir enfrentando el mundo desde el orgullo de ser una empresa mexicana cuyas campañas nos han hablado al oído a varias generaciones. Es cierto, crecimos con los anuncios que acompañaban nuestros programas favoritos, con la televisión Philips donde se veía mejor el siguiente programa, con el ambiente que ponía Bacardí, con Domingos Herdez conducido por Jorge Labardini: un programa de revista con sketches cómicos, con intervenciones musicales para cerrar la languidez dominical y escuchar aquella frase sintética, Con toda confianza es Herdez. Los canales eran pocos y los referentes que tejían una conversación común, una manera de identidad moderna y urbana. Con humor, con sagacidad, con virtuosismo para acercar y hacer de ciertos productos parte natural de nuestra vida, las campañas son parte de la memoria con que podemos atestiguar un México que se mudó de la pantalla al ciberespacio, de lo tangible a lo virtual, de lo local a lo global”.
Como cierre, Lavín recuerda que ella misma, el día que pensó que quería ser escritora consideró que una forma de ganarse la vida podía ser trabajar de copy en una agencia, se acercó al publicitario con su duda, y que Augusto Elías fue tajante y le solucionó el problema: “¿De verdad quieres hacer una carrera en publicidad?” Ella le respondió que no, que quería escribir. “Hacer una carrera publicitaria requería de la pasión y la entrega en primer plano ―escribe ahora Lavín―. Esa respuesta me ayudó a entender que de eso se trata la elección que uno haga: de pasión y entrega”.
Pasión y entrega que, según la escritora, Augusto Elías Paullada puso en juego desde muy joven, desde la muerte de su padre, y se convirtieron en una forma de vida que volcó en su agencia, “la única que ha sobrevivido tanto tiempo en Latinoamérica”.