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(AD AGE) - NOTA DE OPINIÓN DE VINCE SOLIVEN

Por qué las grandes ideas mueren en Slack

Vince Soliven, director creativo ejecutivo de Copacino Fujikado, comparte las claves para asegurarte de que tu gran momento creativo se materialice y perdure en lugar de perderse en el éter digital.

Por qué las grandes ideas mueren en Slack
La comunicación digital es eficiente, pero no aporta los matices de una conversación real. (COMPOSICIÓN DE AD AGE: ADOBE STOCK)

A todos nos ha pasado: una idea que te encantaba pasó por las típicas pruebas: hilos de Slack, comentarios en Google, interminables comentarios fragmentados. Poco a poco, fue perdiendo su forma. Lo que antes era emocionante se volvió seguro. Anodino. Aburrido.

Lo cierto es que las ideas no se marchitan por una mala retroalimentación. Se marchitan por cómo las presentamos. La comunicación es clave, y la comunicación digital es una plataforma abrumadora. Además, no aporta los matices que aporta una conversación real.

A continuación te mostramos cómo asegurarte de que tu gran momento creativo se materialice y perdure en lugar de perderse en el éter digital.

La retroalimentación transaccional puede ser el enemigo

¿Quieres llevar tu trabajo más lejos? Conoce al enemigo.

En este caso, no se trata de un competidor ni de una idea errónea. Se trata del auge de la retroalimentación transaccional a través de Slack, los comentarios de Google y documentos llenos de notas de animales anónimos. Hemos acelerado la colaboración, pero al hacerlo, la hemos fragmentado, apresurado y, a menudo, superficial. Sí, es eficiente. Pero la creatividad no se supone que sea eficiente. Se supone que debe ser reflexiva, desordenada y viva.

Cuando dejamos que los comentarios breves reemplacen las conversaciones reales, perdemos el hilo. Fijamos fragmentos en lugar de centrarnos en el conjunto. Y con demasiada frecuencia, las buenas ideas se van desechando hasta que no queda nada más que algo "ordinario".

Pero la retroalimentación transaccional no es mala. Solo necesita un traductor. Si alguien deja una nota en Slack, contáctalo. Pregúntale qué quiere decir, qué ve, qué siente. Convierte sus cinco palabras en cinco minutos de verdadera crítica constructiva.

La retroalimentación es un diálogo, no una lista de verificación
La mejor decisión que puedes tomar con tu idea es ir más despacio. La verdadera retroalimentación, la que realmente mejora el trabajo, se encuentra en la conversación. Esa en la que las personas pueden impulsar, cuestionar y explorar juntas. Así que, dedica un tiempo para hablarlo cara a cara. (O al menos, de Zoom a Zoom).

Dedica tiempo a reuniones de retroalimentación crítica en la vida real, porque ahí es donde se produce el verdadero progreso. Deja espacio para la resistencia, ya que la tensión agudiza las ideas. Y no digas que no demasiado rápido. Inténtalo, tantéalo y luego decide qué hacer a continuación.

Haz tu parte, no la de todos

Una idea creativa es como una pieza musical. La estrategia marca el ritmo, los medios marcan el tempo, la creatividad aporta la melodía y la cuenta mantiene al grupo en sintonía. Cuando todos hacen su parte, la pieza triunfa.

Pero a veces, el baterista agarra el saxo. El violinista se lanza a la percusión. ¿La música? Empieza a tambalearse.

La mejor retroalimentación se produce cuando cada persona habla desde su punto fuerte. La estrategia verifica la alineación de la idea. Los medios se aseguran de encontrar la audiencia adecuada. El equipo creativo protege la narrativa. El equipo de cuentas observa la adecuación de la marca.

No se trata de aislarse. Se trata de fortalecer el conjunto aportando desde tu puesto. Así que, antes de intervenir, pregúntate: ¿Estoy haciendo mi parte o la de otro?

Proteger la visión

La voz de todos importa, pero la voz de alguien tiene que importar más .

Toda idea necesita un guardián. Se necesita a alguien que se aferre a la visión central mientras se abre paso entre la retroalimentación. Esta persona escucha, considera y, en última instancia, decide. No todos los comentarios se implementan. No todas las sugerencias son válidas. ¿Pero las mejores? Impulsan la idea sin descarrilarla.

El mismo principio se aplica a nuestros flujos de trabajo digitales, ya sea respondiendo a un hilo de Slack o a un comentario en un documento de Google con un contexto reflexivo, reconociendo que se ha considerado la retroalimentación, pero que se opta por mantenerse fiel a la intención original. Esto demuestra respeto por el proceso y, al mismo tiempo, indica que si alguien desea profundizar en el tema, la puerta está abierta.

El equilibrio entre escuchar y liderar es lo que define a un verdadero guardián de la visión. Sin uno, terminas con un montón de notas y sin dirección.

¿Estamos mejorando esto?

Adoramos la velocidad, incluyendo plazos de entrega y aprobaciones más rápidos. Pero a veces, reducir el ritmo es la mejor estrategia.

No todo tiene que resolverse en Slack o en los comentarios de Google. No todas las ideas deben fragmentarse. Algunas ideas merecen protección. Otras necesitan aire, no urgencia.

Así que la próxima vez que envíes retroalimentación, pregúntate: ¿Estamos mejorando esto? ¿O simplemente lo estamos haciendo diferente? ¿Me estoy excediendo? ¿Dónde puedo ayudar mejor?

Si quieres crear algo verdaderamente grandioso, primero necesitas conocer al enemigo. En este caso, se trata de la retroalimentación, que prioriza la velocidad sobre la profundidad, y los comentarios sobre la conversación. La solución no son más notas. Es más diálogo. Porque las grandes ideas no llegan a la meta rápidamente; allí evolucionan juntas.

Ad Age

por Ad Age

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