Construir una agencia sólida, congruente y consistente no es fácil. Al menos no lo ha sido para mí. Desde que abrimos en 2009 teníamos claro que queríamos ser el tipo de agencia que se distinguiera por sus ideas, por generar trabajo relevante, real, que la gente comentara y que ayudara a las marcas a conseguir sus objetivos.

Y, para alcanzar eso, la única fórmula que conozco, la que me ha funcionado toda mi carrera, tiene que ver con dos cosas: la primera, ser congruente con lo que se piensa y lo que se hace; la segunda, y quizás más importante, ser capaces de reunir en la agencia un equipo de grandes profesionales pero, sobre todo, de buenas personas. Y eso no es cosa fácil. Toma tiempo encontrar a la gente adecuada, precisamente porque no se trata solamente de contratar talento, sino de elegir cuidadosamente al tipo de personas con las que compartes metas, maneras de pensar pero, sobre todo, valores.

Durante estos diez años ha pasado por la agencia mucha gente, muchos con gran talento y otros quizás no tanto, pero todos han contribuido de alguna u otra forma a construir lo que somos hoy. Me parece que después de diez años tenemos muy definido el tipo de talento que queremos en la agencia, el tipo de personas que buscamos, esas personas que queremos que formen parte de nuestro equipo. Eso es muy importante porque si hoy la agencia está en su mejor momento, tanto a nivel de crecimiento y reconocimientos como a nivel de estructura, es gracias a la gente que hoy está aquí, y a que hemos aprendido cuál debe ser su perfil. Dentro de este perfil y de este grupo de grandes profesionales, hay dos en particular que han estado prácticamente desde el principio, en las buenas y en las malas, y que me han ayudado a definir el ADN de la agencia, su estilo y su personalidad. Dos personas clave en el desarrollo de la agencia, que la conocen desde sus entrañas, me conocen a mí, al equipo y comparten conmigo la forma de ver la publicidad: Ale Ballesteros y Jorge Méndez, Cometa.

Con Ale tengo ya más de veinte años trabajando y nos conocemos perfecto, nos entendemos a ciegas. Ella ha manejado mis equipos de cuentas durante mucho tiempo y ha sido clave en la relación con los clientes y la operación de la agencia. Es una líder nata, con una energía increíble para trabajar y para llevar adelante los procesos. Hoy Ale es nuestra directora general y que estemos en una curva tan ascendente, con un record de dieciocho nuevos negocios ganados en 2019 y con una estructura financieramente sana y sólida, se debe en buena medida a ella.

Cometa, por otro lado, se ha convertido en el líder creativo que siempre busqué para la agencia. Él llegó desde el inicio como director de arte para ayudarnos a ganar el primer pitch en el que participamos para Nike y desde entonces no ha hecho más que crecer personal y profesionalmente y ayudar a construir un departamento creativo increíble. Fue head of art, director creativo, grouper, director general creativo y, desde hace un par de años, vicepresidente creativo de la agencia. Bajo su liderazgo, el salto cualitativo en el nivel del trabajo ha sido espectacular y nos acerca cada vez más a donde queremos estar. Nuestro foco ha estado siempre en generar grandes ideas y siempre hemos sido una agencia con un perfil creativo claro, pero desde que Cometa asumió el liderazgo la diferencia ha sido enorme. 2019 no sólo fue el año en que más reconocimientos creativos recibimos, sino el año en que mejores ideas hemos puesto en la calle, más nuevos negocios hemos ganado y mejor está trabajando el departamento creativo.

Hace poco leía una nota de prensa de Ogilvy Argentina anunciando la llegada de Hernán Jáuregui como CCO, en la que se decía que “volvía a la Argentina desde México, donde había estado desde 2018 liderando la transformación creativa de Anónimo”.

Hernán es uno de los mejores profesionales que he conocido en mi carrera, le deseo todo el éxito del mundo en esta nueva etapa y estoy muy agradecido del tiempo que colaboramos juntos a la distancia, pero la nota está mal, al menos en lo que a su paso por Anónimo se refiere. Hernán no estuvo en México dos años, de hecho nunca estuvo viviendo aquí. Colaboró con nosotros a la distancia durante poco más de un año, desde Buenos Aires, y vino a México unas tres o cuatro veces, pero hasta ahí. Estamos muy agradecidos a él y le deseamos toda la suerte del mundo en Ogilvy, pero de hecho hace más de un año que dejó de colaborar con nosotros y tampoco hemos llevado a cabo una “transformación creativa” en la agencia con él. La creatividad ha sido desde el día uno y seguirá siendo siempre el corazón de lo que hacemos aquí y el mérito de lo que hemos alcanzado este último año es de Cometa y su equipo.

Es por todo lo anterior que, a partir de este 2020, me enorgullece anunciar que tanto Ale como Cometa han pasado a ser socios y tener una participación accionaria en la agencia. Lo eran en el compromiso y el trabajo desde su primer día aquí, pero ahora lo son también a nivel legal y financiero. Esto no es sino un reconocimiento al increíble trabajo que han venido realizando y a su compromiso y liderazgo.