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EL PUBLICITARIO VENEZOLANO DA UN NUEVO PASO EN SU CARRERA

Sebastián Arrechedera lanza Rainbow Lobster: “Apuesto a un modelo de negocio distinto y al poder de la colaboración”

Tras vender la agencia que fundara junto a Juan Claverol, ArrechederaClaverol, al grupo Dentsu en febrero pasado, la voz detrás del podcast El Martínez que cada semana publica Adlatina pone en marcha su nuevo emprendimiento: un centro de librepensadores con sede en Los Ángeles cuya misión es cocrear y producir narrativa transmedia, que abarcará contenido original, branded content, arte y activismo.

Sebastián Arrechedera lanza Rainbow Lobster: “Apuesto a un modelo de negocio distinto y al poder de la colaboración”
Arrechedera: “Lo que hacemos es crear y producir narrativa que conecta con la gente”.

Sebastián El Pana Arrechedera nació en Venezuela, donde comenzó su carrera como creativo. Pasó por agencias como McCann-Erickson, Concept Lowe y JMC Young & Rubicam. Ganó la competencia de Jóvenes Creativos de Cyber en el festival Cannes Lions de 1999.

En el año 2000 llegó a México, país que, como él mismo dice, lo “adoptó”. Allí pasó dieciséis años. Trabajó en Gibert DDB y tres años más tarde se convirtió en vicepresidente creativo y miembro del board creativo regional de la red. Lideró el Círculo Creativo mexicano y, en 2007, lanzó su propia agencia, AC, junto a Juan Claverol. En febrero pasado ―y cinco años después de haberse unido a la red McGarryBowen― vendieron la agencia al grupo Dentsu.

“Tengo cuatro pasaportes (venezolano, mexicano, chileno y español), vivo en Los Ángeles, mis hijos son mexicanos y viven rodeados de diferentes culturas ―sostiene Arrechedera, tras anunciar oficialmente el lanzamiento de su nuevo emprendimiento: Rainbow Lobster―. Esa es la base del arcoíris, de la variedad de colores, de gente de sexos, de puntos de vista. Creo que es ahí donde reside la riqueza creativa: en mezclarnos y remezclarnos”.

―¿Cómo definiría Rainbow Lobster, este nuevo emprendimiento que lo tiene como protagonista y en el que lleva trabajando el último tiempo?
―Bueno, fíjate que me tardé casi un año completo en llegar a poder sintetizar lo que somos en pocas líneas: somos un centro de librepensadores con sede en Los Ángeles cocreando y produciendo narrativa transmedia. El trabajo creativo de Rainbow Lobster abarca contenido original, branded content, arte y activismo.

―¿Puede ampliar un poco más sobre qué tipos de proyectos concretamente trabajan?
―Cuando digo transmedia me refiero a que hoy en día podemos contar historias de múltiples maneras y con múltiples plataformas, incluso complementándose entre sí. Entonces, más allá del medio en el que se exprese, lo que hacemos es crear y producir narrativa que conecta con la gente.

―¿Por ejemplo?
―En contenido original acabamos de terminar, en colaboración con Whisky, un largometraje documental sobre la vida de Jonathan Shaw, un famoso artista que en los años ochenta revolucionó el tatuaje en Nueva York y que fue considerado el nuevo Bukowski por Rolling Stone. Terminamos para el canal TUDN una serie documental en los Juegos Olímpicos llamada Un Godínez perdido en Tokio, que hicimos en colaboración entre talentos de Tokio, Londres, La Habana, Los Ángeles y México DF. Nuestro podcast-bar El Martínez fue el primero y ya estamos produciendo dos nuevos podcasts que están por estrenarse. Estamos desarrollando proyectos de branded content con clientes en los Estados Unidos que pronto verán la luz y, en la parte de arte y activismo, somos el hub creativo de Reinserta, una ONG mexicana que transforma la vida de niños y niñas marcados por la violencia. Por ejemplo, este año, en colaboración con Made y Humano, creamos y produjimos un proyecto para transformar sueños de niños reclutados por el narco y convertirlos en obras de arte.

―¿Cómo fue el proceso de desarrollo de Rainbow Lobster?
―No quería salir a decir que iba a hacer una nueva compañía y a contar todo lo que quería hacer. Por eso estamos lanzando con varios proyectos ya ejecutados y otros varios en desarrollo.

―Después de tantos años en agencias de publicidad, de haber fundado la suya propia y de haberla vendido, ¿cuál es la búsqueda detrás de este emprendimiento?
―Le estoy apostando a crear un modelo de negocio diferente al que estaba acostumbrado hasta ahora, que siento heredado de la era industrial, cuando empleaba gente creativa a los que les pagaba un sueldo por tener ideas. Hoy le apuesto al poder de la colaboración. Un modelo que genera un lugar seguro en el que creadores de distintas partes del mundo, con diferentes backgrounds y habilidades, se pueden juntar ―en una dinámica basada en proyectos― a producir ideas, siempre con mucho respeto sobre la propiedad intelectual y con transparencia en la remuneración por esas ideas.

―¿Quiénes conforman este hub?
―Guionistas, creativos, activistas, productores, directores, artistas, estrategas, periodistas, sound designers. Incluso en uno de los proyectos usamos a un genealogista y a un historiador. Aquí la idea es encontrar la mayor variedad posible de puntos de vista que hagan fit con lo que necesite el proyecto.

―¿Por qué Rainbow Lobster?
―Un día, obsesionado por consumir podcasts científicos, aprendí que la langosta es el único animal que para crecer debe salir de la comodidad del caparazón que la protege y queda en el estado más vulnerable a merced de los depredadores. Me gustó esa metáfora de la naturaleza como símbolo de la importancia de la incomodidad, que desde que fundamos Arrechedera Claverol siempre fue nuestra palabra preferida. A eso le sumo que durante la investigación del nombre descubrí que en Canadá una langosta tornasol con todos los colores del arcoíris se había hecho famosa y salvado de las redes de un pescador gracias a ser diferente y exótica. Fue ahí que decidí que no era cualquier langosta, era una Langosta Arcoíris: Rainbow Lobster.

―Además de los proyectos que mencionó, ¿con qué otros clientes están trabajando?
―TUDN, la división deportiva de Univisión: con ellos estamos trabajando contenido original. Fana, que es una marca de joyas basada en Nueva York para la que estamos haciendo branded content.

―¿Cuál es para usted el poder que tiene la narrativa en el mundo de hoy?
―Para mí, la narrativa es la que mueve el mundo. Con narrativa se generan los grandes cambios, las ideologías, las creencias y hasta las religiones. Desde la Biblia, el Corán y la mitología griega hasta Fortnite y Squid Game, todos son grandes ejemplos de lo que digo.

―¿Qué elementos considera que no pueden faltar para que una buena historia esté bien contada y sea atractiva?
―Un gran personaje. Creo en los protagonistas “one in a million” que nos inspiran y transforman el mundo en el que viven. Personajes complicados, que creen saber lo que quieren, pero no saben lo que realmente necesitan. Para mí, sin grandes personajes no hay grandes historias.

―¿De qué manera toda su experiencia no sólo en publicidad, sino también el bagaje que fue adquiriendo a través de los viajes, de la vida en distintos países, del desarraigo del propio país, de la adaptación a uno nuevo y de los conocimientos acumulados confluyeron en este proyecto? ¿Y por qué el momento es ahora?
―Ahí das en un clavo importante. Yo tengo cuatro pasaportes (venezolano, mexicano, chileno y español), vivo en Los Ángeles, mis hijos son mexicanos y viven rodeados de diferentes culturas. Esa es la base del arcoíris, de la variedad de colores, de gente de sexos, de puntos de vista. Creo que es ahí donde reside la riqueza creativa: en mezclarnos y remezclarnos. Por eso siento que ahora es el momento, cuando todos empezamos a entender ―por todo lo que ha pasado― que las cosas pueden ser diferentes y que la industria no tiene por qué quedarse estática con los estándares que conocemos hasta ahora. No creo en las fronteras creadas por nadie, siento que el mundo está donde está porque la mayoría decide quedarse en su caparazón, con miedo a lo desconocido. Al quedarnos en esa concha protectora cómoda, no hay crecimiento. Por eso creo que hay que aprender de la langosta y, cada cierto tiempo, tratar de salir de nuestra casa para buscar un poco de peligro allá afuera.

Hubo un gran trabajo detrás de la creación de la imagen de marca, ¿verdad?
―En este afán de Rainbow Lobster de darles importancia a los créditos, es importante mencionar a la agencia española Maart que, con dirección creativa de Pablo Martí, estuvo a cargo del sitio web; al estudio con el que colaboramos para hacer posible el arquetipo de marca, que se llama Sideral (sideral.mx); y a un artista mexicano, el famoso Doctor Morbito, quien explica mucho mejor que yo el proceso creativo de nuestra nueva imagen.


EL CASO RAINBOW LOBSTER
Por el Doctor Morbito


Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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