Sebastián Castañeda tiene más de veinticinco años de trayectoria en el mundo publicitario y quince de experiencia como DGC en grandes redes de agencias. Ahora da un giro a su carrera y lanza Lugo.
“Me di cuenta de que el 50% del tiempo que te demanda estar al frente de una agencia de red no es el laburo creativo ―cuenta―. Yo entré a esta carrera para pensar ideas creativas y llevarle soluciones al negocio de los clientes. Tenía esta idea hacía muchos años y estoy cumpliendo los objetivos desde que era trainee: quería ser DGC y, después, tener mi agencia”.
Fue así que habló con Máximo Rainuzzo y Pedro Morrone y se pusieron de acuerdo con el lanzamiento.
—¿Cómo surgió el nombre? ¿Qué servicios brindará la agencia?
—El nombre lo pensé por meses. De chico tenía una relación muy particular con mi abuela, que era de Galicia y venía de un pueblo llamado Lugo: por eso decidí llamar así a la agencia. Es volver al origen, porque cuando yo arranqué con las agencias de publicidad nosotros éramos socios de los clientes y luego se fue perdiendo eso (y más, adentro de una gran estructura). El objetivo es recuperar esa relación, entendiendo que el cliente es un socio, y trabajar con pasión. Por eso quiero volver a los orígenes, a cómo arranqué en la publicidad: el nombre es mi raíz.
—Ser socios de los clientes, justo en este momento de pandemia, en que la forma de contactar cambió, ¿cómo los afecta?
—Pienso que lo que nos vino a traer la pandemia es encontrarle el gusto. Por ejemplo, en los tiempos de las reuniones, que al ser virtuales se hacen más rápido. Me parece que entre todos está bueno repensar qué es importante y qué no en la vida: yo tengo dos hijos grandes y estoy empezando a conectar con ellos de otra manera. ¿Qué es más importante que eso? Por ahí, en el medio de una agencia no parás la pelota. Me gusta escribir y estoy escribiendo una novela: creo que la pandemia, si la tomás bien, vino a modificar un montón de cosas.
—Salió mucho la parte creativa de las personas. ¿Tal vez fue un momento justo para concretar este lanzamiento?
—Eso es importante. Yo soy una persona que se caracteriza por liderar agencias ya establecidas, pero tengo un pésimo interés por lo comercial. Y tuve que aprender algo que no hacía antes: ahora llamo a los clientes y les cuento cómo es la agencia. Después de muchos años como DGC tenía que cambiar: uno siente que se estanca y de pronto es uno mismo quien decide con qué clientes trabajar. Los clientes no son para todas las agencias. Quiero que la agencia tenga pocas personas, que sean senior y que cada persona pueda aportar en una reunión, para que lo que hacemos tenga un valor agregado. Quiero hacer un buen laburo que afecte positivamente a mis clientes y de manera sana, con buenas relaciones y gente que sume.