Este texto es una contribución que aporta información de primera mano a un debate necesario aunque aun incipiente: el de la pluralidad informativa en América Latina. En la práctica, hay indicios de que el nivel de concentración de la propiedad de los medios de comunicación es muy alto; lo que implica prácticas monopólicas y oligopólicas que limitan la expresión de distintos sectores sociales. A fines de 2002, el Consejo Regional del Instituto Prensa y Sociedad, que integran doce periodistas de nueve países latinoamericanos, abordó este problema de la concentración como una potencial amenaza a la libertad de expresión. Medir esta concentración no resultó fácil; fue necesario diseñar un modelo que analizara el mercado de medios y, también, el resto de las industrias culturales.
Para llevar a cabo esta investigación, se tomaron como referencia los antecedentes históricos y el aporte de colegas. Este propósito resultaba impostergable ante la dimensión política, económica, social y cultural que habían alcanzado las industrias culturales vinculadas con la creación, producción y transmisión de contenidos simbólicos.
Las etapas de la investigación
Para analizar la concentración, los investigadores crearon un índice para medir la cuota de mercado acaparada por el primer operador, y luego por los cuatro primeros, utilizando el método denominado Four Firm Concentration Ratio. Al aplicar este modelo, resultó que el primer operador acapara, en promedio, más de 30 por ciento del mercado, en tanto que los cuatro primeros concentran 80 por ciento. Por otra parte, el medio con mayor índice de concentración es la televisión abierta, con 85 por ciento, seguida por la televisión por cable (84 por ciento) y la prensa (62 por ciento). La radio es el medio menos concentrado (31 por ciento). Este hallazgo superó con creces los niveles de concentración previstos. Pero no sólo bastó medir la concentración, también fue necesario analizar los contenidos, porque los sectores concentrados se comportan como medios muy distintos.
Este trabajo de investigación se estructuró en tres etapas y tuvo una duración de dos años y medio. En la primera etapa se estudiaron las estructuras de mercado de la información y la comunicación en la región. La segunda se dedicó a medir los índices de concentración. La tercera, a la elaboración del índice de concentración y al análisis de los principales grupos de la región.
Las conclusiones alcanzadas
En relación con estas tres etapas, las conclusiones tienen que ver con las diferentes industrias culturales en los nueves países analizados:
1. Los mercados info-comunicacionales muestran importantes contradicciones, puesto que los índices de inequidad de ingresos hacen que el consumo cultural diversificado esté limitado a una porción minoritaria de la población. 2. Si bien el financiamiento publicitario es uno de los recursos económicos, el mercado publicitario en América latina es pequeño. 3) Respecto de los índices de concentración, los países con mayor cantidad de habitantes tienen menores índices de concentración. 4) La estructura de los mercados analizados presenta un doble retraso tanto en la utilización de la tecnología como en la exclusión estructural de vastos sectores sociales. 5) En todos los mercados se verificaron significativos niveles de concentración de la propiedad.
Como se ha señalado desde el inicio, lejos de la intención de quienes participamos en el proceso de elaboración de este análisis está el sostener derivaciones deterministas. Sabemos que es preciso, a partir de ahora, avanzar en el estudio de los efectos que el proceso de concentración de la propiedad genera sobre el pluralismo y la diversidad de la región. Ése es nuestro próximo desafío.
Guillermo Mastrini es docente de
El Instituto de Prensa y Sociedad (IPyS) es una sociedad latinoamericana de periodistas independientes que defiende las libertades informativas y el periodismo de investigación. Su sitio es: www.ipys.org.