Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿ A sus habitantes, Señor, qué les pasa ?
¿ Odian el perfume, odian el color ?
Baldomero Fernández Moreno (1886-1950).
Poeta argentino y abuelo de una amiga publicitaria.
Enero inicia el 2007 con algo que parece ser una constante en demasiados países: muchos comerciales evidentemente truchos o de autopromoción de agencias y yo me pregunto: ¿para qué y para impresionar a quién?
Y me lo pregunto porque la mayoría de los anunciantes aprueban o inducen a realizar engendros impresentables que, después, sí se emiten.
Una vez un periodista publicitario brasileño me preguntó: “¿Hasta dónde defiende usted una idea ante el cliente?”
Y yo le di la siguiente -y honesta- respuesta: “Depende del hambre que tenga”.
Pero eso no es lo peor: hay grandes anunciantes multinacionales, con conocidas y prestigiosas agencias que aprueban, producen y emiten verdaderos engendros dignos de una visión con delirium tremens.
A veces las agencias responsables llevan el nombre de geniales publicitarios que murieron en otro país y hace mucho tiempo y que, estoy seguro, volverían a morirse al ver a esos spots que avalan sus nombres.
Quizá yo sea de otra generación, es posible que -como Bill Clinton- sea fanático del Mustang Clásico (y de la publicidad de VW que hacía Bernbach).
Pero, a diferencia de Bill, yo elegiría mejor a mis amantes -como Kennedy- y sólo quisiera ser ciudadano de los Estados Unidos para votar a su señora: a la de Clinton, por Dios...
Y también me pregunto: ¿Quién aprobó el relanzamiento, en
Quizá yo esté equivocado y estemos ante el fin del mundo publicitario tal como lo conocíamos los admiradores de la vieja publicidad con concepto.
Soy fanático de Coca-Cola y, cuando me diagnosticaron que el exceso de peso me producía diabetes, tuve que cambiar mis hábitos: desde que me dieron Coca Zero en una promoción no dejo de pedir esa excepcional creación de marketing, aunque me pregunto: si todo se resolvía con sólo quitar el azúcar, ¿por qué no lo hicieron antes ?
Pero quiero creer y la seguiré consumiendo -como lo hago desde fines del año pasado- a pesar de la publicidad que acabo de “juzgar” en adlatina.com.
Y sé que Coca Zero será un éxito: ni la Señora de Onassis pudo con la imagen de Jack ni Monica Lewinsky con la de Bill...
También tengo fe en nuestra publicidad iberoamericana porque, al contrario del viejo Baldomero, encontré algunas flores en los spots de tv y una orquídea ente los anuncios gráficos.
Tv
En primer lugar, gracias por el alivio de poder ver un excelente spot, creativo y conceptual, a Grupo Gallegos (USA) para su cliente Energizer: una empresa acostumbrada a tener la mejor publicidad en casi todo el mundo.
Felicitaciones, también (porque la publicidad bancaria es muy difícil) a Remo (España) para Bancaja.
Muy bueno el concepto de ADN (Argentina) para el spot Paloma, del Suplemento de Automóviles de Clarín.
Me gustaron mucho la sencillez y el concepto de Cravero Lanis (Argentina) en el spot Flores, de Cinzano: es un mensaje sano.
Muy buen concepto e idea de DDB (Argentina) en el spot Paneles para su anunciante Trenet.
Obviamente -y quienes los hicieron lo saben- hubo otros mensajes profesionales (tanto por parte de la agencia como del anunciante, porque de lo contrario es imposible) y ésta es sólo mi opinión.
Gráfica
La orquídea que salvó a la categoría de un desierto sin flores es de CraveroLanis (Argentina) para su anunciante Grand Vitara.
Superior, incluso, a la excelente campaña que destaqué, el mes pasado, para el mismo producto.
Pero tengo una duda: ¿se justifican ambas ?
Además, a ninguna la vi publicada y eso que miro mucha publicidad de automóviles...
En fin, muchachos, felicitaciones y perdón si salieron a rodar por periódicos y revistas que no leo.
Si no, ¿por qué no le presentan esta orquídea a Land Rover o Toyota?
El Suzuki Vitara es un gran producto, pero esta campaña es aún mejor.
Gabriel Dreyfus
gdreyfus@adlatina.com