Management Latinoamérica

(POR JORGE MARTÍNEZ MOSCHINI) - EL ACELERAMIENTO DEL TRABAJO REMOTO PUEDE GENERAR INGRESOS EN AGENCIAS

Con buena legislación se abre una oportunidad de negocios

Con buena legislación se abre una puerta al futuro. Latinoamérica puede exportar creatividad y talento.

Con buena legislación se abre una oportunidad de negocios
Cheil Colombia: las sillas de la oficina, listas para ser distribuidas entre las casas de los empleados, según imagen publicada hace dos semanas por Mariana Andrea Orozco Páez, gerenta general de recursos humanos de la agencia.

Por Jorge Martínez Moschini
Director de Adlatina

 

Varios meses atrás, Matías Rulo Asencio me recomendó con vehemencia y acertadamente la serie de la BBC, de seis episodios, Years and years. Se trata de un ejercicio que mira a un futuro no muy lejano y que advierte de todos los cambios que están por llegar. Algunos agradables; la mayoría, preocupantes.

Sigue la vida de una familia de clase media británica, los Lyons, entre 2019 y 2034. Desde la perspectiva de estos personajes, se presentan las turbulencias que provocarán en la sociedad el avance de la tecnología y de la inteligencia artificial, el giro político hacia los partidos populistas de extrema derecha, el endurecimiento de las leyes de inmigración y la consolidación del llamado transhumanismo, entre otros aspectos.

Los futurólogos vaticinan que durante los próximos diez años nuestra vida diaria cambiará gracias a las aplicaciones de la inteligencia artificial, la conectividad de las redes 5G, el potencial de procesamiento de datos que traerá la computación cuántica o la realidad virtual. Aseguran que será el final del dinero en efectivo, que los bancos de datos serán uno de los activos económicos más importantes y, en paralelo, que se deberá asegurar la privacidad de los individuos, que trabajaremos en profesiones que aún no existen, que las energías serán menos contaminantes y que serán más ponderadas y valiosas las empresas y marcas que actúen con un propósito verdadero.

 

Las claves de la empresa del futuro

Peter Thomson y Alison Maitland, autores del exitoso libro Future work (2011), plantean tres claves para la empresa del futuro:
-Empleados autónomos: el poder ha de delegarse hasta los individuos de los niveles inferiores de la organización para que se sientan incluidos.
-Equipos virtuales: los individuos ya no necesitan estar físicamente juntos para formar un equipo, gracias a las nuevas tecnologías y sistemas de videoconferencias.
-Recompensas basadas en resultados: en lugar de premiar el esfuerzo y fomentar largos horarios de trabajo, la empresa del futuro recompensará los resultados.

“La capacidad de combinar trabajo y placer con la ayuda de la tecnología será un factor clave que modelará las vidas de las personas durante la próxima década ―sostienen los autores―. Si las empresas no se adaptan a esta tendencia, es posible que pierdan a sus mejores talentos, que se marcharán a organizaciones más ágiles y optarán por alguna modalidad de autoempleo”.

 

Seis meses de aceleración de tendencias

Todo parecía previsto. Todo, menos la pandemia que hoy azota al mundo entero y no sólo genera enfermedad y muerte, sino que además agiganta los problemas económicos y de seguridad social. Entre tanto mal, a la vez funcionó como un acelerador de tendencias; entre uno de los cambios más visibles y bienvenidos se encuentra la intensificación del trabajo remoto.

• El coronavirus llevó a 3.900 millones de personas a permanecer en sus casas y el trabajo remoto se presentó como la clave para que las empresas pudieran dar continuidad a sus negocios.

• Un reporte de Gartner revela que ocho de cada diez CFOs considera trasladar algunos empleados a trabajar remoto de manera permanente luego de la pandemia de covid-2019.

• Según Global Workplace Analytics, el 77% de los trabajadores quiere continuar trabajando desde sus casas al menos una vez por semana una vez que la pandemia haya finalizado.

• El mayor desafío de esta transformación digital es el cambio cultural. De acuerdo con un estudio de Gartner, el 64% de los CIOs perciben a la cultura como una de las mayores barreras para lograr la digitalización, aunque un 25% lo ve como una oportunidad.

 

Oportunidad en Latinoamérica

El trabajo remoto ha sido una gran experiencia obligada por la cuarentena en la mayoría de los países de la región. Obvio, con la excepción de la industria del software y también de algunos rubros incluidos en la economía naranja que lo utilizaban rutinariamente.

La agencias de publicidad latinoamericanas también en algunos casos han sido excepción y están ante las puertas de una gran oportunidad: no sólo manejar sus equipos remotos, sino contratar talento liquido y flexible de cualquier lado.

Latinoamérica junta dos cualidades esenciales a la hora de decidir con quién ejecutar trabajos: talento y mano de obra barata en relación con mercados más desarrollados.

Entonces, estamos a las puertas de una nueva oportunidad de exportación de trabajo creativo y talento. Lo que debería traducirse en nuevos ingresos monetarios y mejora de la ocupación laboral privada.

Es que, como dijera Felipe Buitrago, viceministro de gobierno de Colombia y uno de los creadores del concepto economía naranja, mientras tenía un puesto en el BID, durante el foro previo a +Cartagena hace un par de semanas: “La sanación puede venir por la cultura”. Y así como en el país de Juan Valdez las industrias creativas generan más ingresos que la industria de la construcción, lo mismo se repite en muchos de los países latinoamericanos.

La rubros incluidos en la economía del conocimiento son proclives al trabajo remoto y es necesario que gobernantes, legisladores y empresarios concerten normativas y procedimientos legales que acompañen este proceso con claridad y honestidad buscando una armonía entre los derechos de las empresas y de los trabajadores.

 

Reglamentación del trabajo remoto

En líneas generales, los países de Latinoamérica tienen algunos denominadores comunes entre los males que los aquejan: alta tasa de economía informal, pérdida de capacidad de empleos en la actividad privada, déficit fiscal justamente por la gran cantidad de empleados estatales, inflación, miles de pymes que concentran la mayoría del trabajo privado. Y, lamentablemente, la declinación de un importante porcentaje de estas compañías por la crisis y que concluye en mayor desocupación.

La pandemia no hizo más que agudizar estos males a los que suma la necesidad de emisión de dinero por parte de los bancos centrales justamente para paliar los problemas de la gente sin trabajo en blanco y de las pequeñas y medianas empresas paralizadas, sin producción y sin reflejos.

Muchos países ya tienen su normativa, como Chile, Perú, Costa Rica y México; Colombia está a las puertas de recibirla.

 

La Argentina en tiempo de descuento

Finalmente, la Argentina está también en proceso, y las industrias de servicios creativos incluidas dentro de la economía del conocimiento necesitan urgente una ley.

“La pronta promulgación de la Ley de Economía del conocimiento es esencial para liberar el potencial de todos nuestros jóvenes en todo el país ―reflexiona Aníbal Carmona, CEO de Unitech―. Es el motor para generar divisas en un modelo sustentable y transfomar digitalmente a la Argentina. Es la vacuna para la desocupación estructural de las economías regionales”.

En tanto, hace un par de semanas el Senado Nacional aprobó una ley de Telebrajo que contiene varios puntos objetables y que deben ser revisados y corregidos para que realmente se pueda poner en práctica.

Un avezado player de la publicidad en el mercado argentino sostiene que “el trabajo remoto no es una solución de emergencia debido a la pandemia, sino una tendencia mundial. Su principal ventaja no es una reducción de costos para el empleador: es una modalidad preferida por muchos de los trabajadores. Articularlo bien tendrá mucho que ver con la competitividad del país en la economía global”.

Claro, más allá de la presión de sindicatos no se pierden aún las expectativas de llegar a buen puerto con la intervención del ministro de Trabajo del gobierno nacional.

 

Cuando lo pienso, ya llega

Creada por el galardonado guionista Russell T. Davis (Doctor Who), Years and years presenta cambios que podrían comenzar a suceder mañana mismo. Como dijera el maestro de la ciencia ficción, Ray Bradbury (Farenheit 451): “No trato de describir el futuro: trato de prevenirlo”.
Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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