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CEO DE FUTURE TODAY INSTITUTE

Amy Webb, en SXSW 2024: “La incertidumbre está paralizando a nuestros líderes”

La futuróloga habló de un “súperciclo tecnológico” definido no por una, sino por tres general purpose technology: la inteligencia artificial, los ecosistemas conectados y la biotecnología, que se conectan con cada faceta de la vida diaria. “Se trata de una ola de innovación tan intensa, potente y omnipresente que literalmente remodelará nuestra existencia humana de manera emocionante y aterradora”, dijo.

Amy Webb, en SXSW 2024: “La incertidumbre está paralizando a nuestros líderes”
Webb culminó su conferencia con un mensaje esperanzador: “El superciclo tecnológico puede ser netamente positivo. Podemos dejar a la humanidad en un lugar mejor. Podemos hacer la transición a algo realmente sorprendente, pero tenemos que ponernos a trabajar”.

El South by Southwest comenzó el viernes pasado y, entre los platos fuertes del primer día, estuvo la presentación de Amy Webb, CEO de Future Today Institute, con la revelación del Tech Trends Report, que ya va por su 17° edición.

Después de hacer un guiño al público brasileño, al alemán y al japonés, la futuróloga sostuvo que es un momento emocionante para estar viva, con una inteligencia artificial que ya forma parte de nuestro presente.

“Lo que está sucediendo ahora mismo, lo que estamos presenciando y de lo que todos somos parte ya no se puede definir solo por tendencias -dijo Webb-. En los últimos cinco años ha habido un salto en tres áreas primarias de la tecnología: inteligencia artificial, los ecosistemas conectados y la biotecnología. Y su efecto es tan potente que ha comenzado a impactar en cada segmento de nuestra economía”.

A estas tres áreas las definió como General Purpose Technology (GPT), cuya característica es tener la capacidad de dar forma radical a la economía y la sociedad, tal como lo hicieron la electricidad, la máquina de vapor e internet, cada una a su tiempo.

La novedad, según Webb, es que hace un par de años, estos segmentos comenzaron a converger, dando lugar a un súperciclo tecnológico, definido no solo por una tecnología, sino por las tres GPT, que se conectan con cada faceta de la vida diaria de las personas.

“Esto significa que se trata de una ola de innovación tan intensa, potente y omnipresente que literalmente remodelará nuestra existencia humana de maneras que creo que son emocionantes, buenas y absolutamente aterradoras”, sostuvo.

El problema, especificó Webb, es que las personas detrás de las tomas de decisiones están estancadas. “Este es el entorno operativo más complejo que he visto en 20 años de negocios y en lugar de planificar ciclos más lejanos, se están reduciendo a los próximos dos trimestres. La incertidumbre está paralizando a nuestros líderes. Ahora están tomando decisiones por miedo y FOMO (el miedo a perderse algo)”, afirmó. Y trajo a la escena una nueva palabra: FUD, acrónimo en inglés de miedo, incertidumbre y duda.

En este sentido, expresó que hoy los líderes están profundamente preocupados por una IA que todavía les resulta muy abstracta, por una transformación digital que muchos todavía ni empezaron porque “es costosa y lleva tiempo”, por alcanzar sus objetivos de ingresos e, incluso, por si podrán conservar sus trabajos. “Estamos pasando por un momento de preocupación colectiva. Somos la generación de transición; nuestra sociedad se verá muy diferente después de que esta transición haya completado su ciclo”, dijo.

Y agregó: “El súper ciclo tecnológico está aquí y cambiará el curso de la historia humana, pero no tenemos que someternos, no tenemos que renunciar a nuestra agencia, podemos apoyarnos unos a otros durante esta gran transición”.

Y hasta aquí fue solo la introducción para un informe de tendencias que incluye 695 tendencias y 95 escenarios distintos. Se divide en 16 secciones interconectadas. La mitad del informe cubre tecnologías específicas, como IA, metaverso, Web3, entre otras, y la otra mitad cubre industrias individuales, como atención médica, servicios financieros, y las tecnologías emergentes que son específicas de esos campos.

La inteligencia artificial: la base del súperciclo tecnológico.

Luego de hacer reiteradas pruebas con Mid Journey para encontrar una persona CEO de una compañía, con diferentes características, y ver la imagen repetida de un hombre blanco con traje (al igual que ya sucedió el año pasado), Webb mostró la primera tendencia en inteligencia artificial: la responsabilidad, y mencionó que todavía no se han cumplido las promesas respecto a la resolución de las cuestiones de sesgo de la IA.

“El problema es desafiante y enorme porque los modelos ya se construyeron”, sostuvo. Y agregó que es esperable que la velocidad y la escala lleven a que haya más sesgos y no menos.

La segunda tendencia la llamó concepto concreto. “Hoy tienes que escribir un mensaje muy literal para obtener lo que quieres, pero eso cambiará en dos años y ya no se necesitará especificidad, en lugar de eso, simplemente se comenzará con un concepto general, muy amplio, se realizará una lluvia de ideas junto con una IA, para perfeccionarlo continuamente hasta obtener lo que se desea, un marco concreto, especificaciones técnicas, un nuevo plan de negocios. Se irá desde el concepto a lo concreto. Ya no hará falta darle un guion literal, sino que simplemente se puede comenzar con algunas ideas básicas”.

La última tendencia que repasó en cuanto a la inteligencia artificial tiene que ver con la falta de seguridad: “Hoy en día la inteligencia artificial todavía se parece mucho a una caja negra, está restringida, pero es un jardín amurallado seguro. El beneficio de un sistema restringido es que, si una empresa lo desea, puede mantener controles muy estrictos para asegurarse de que nadie envenene ese sistema o haga cosas malas con él, y hasta hace poco, aunque los sistemas estaban cerrados, las empresas seguían publicando sus trabajos de investigación con alguna explicación de lo que estaban aprendiendo, pero ahora ya no publican artículos porque hay demasiado dinero en juego”, expresó. Y agregó: Los modelos de código abierto son sistemas de IA potentes pero no seguros, que dan mucho más control sobre cómo funcionan, por lo que eliminan esa caja negra, lo cual es bueno, pero también crea más puntos de vulnerabilidad”.

Por otro lado, Webb opinó que “las plataformas más grandes del mundo han sido inmunes a la responsabilidad cuando los usuarios publican contenido dañino y ahora serán inmunes cuando los usuarios generen contenido dañino usando IA”.

En este marco, planteó distintos escenarios a partir de los datos que se tienen hoy, las tendencias que se pueden modelar, combinado con incertidumbres, y extrapolado con resultados plausibles. En este sentido, planteó algunos microescenarios hipotéticos para el futuro de la IA: ¿Qué pasaría si permitimos que la IA se utilice sin una licencia profesional? ¿Qué pasaría si alguien utiliza la IA para crear un evento falso? La futuróloga fue más allá y planteó la escena de un evento falso, en medio de la guerra palestino israelí, que pudiera generar la reacción de una de las partes, y convertirse en un conflicto regional. ¿Qué pasaría entonces?

Ecosistemas conectados de cosas

Esta segunda tendencia está basada en la idea de que, en el futuro, no solo se necesitarán más datos, sino más tipos de datos, justamente porque los grandes modelos de lenguaje no son suficientes y además es mucho más difícil obtener esa información. Lo que se viene son los grandes modelos de acción. “La segunda tecnología de propósito general, esta otra capa del súperciclo tecnológico, tiene que ver con la constelación de dispositivos portátiles de realidad extendida. Internet de las Cosas, Autos inteligentes, Oficinas inteligentes, Apartamentos inteligentes, sensores en todas partes. Una red de dispositivos interconectados que se comunican e intercambian datos para facilitar e impulsar el avance de la inteligencia artificial. Estamos a punto de ver una explosión cámbrica de dispositivos y, al principio, muchos de ellos van a ser bastante extraños que nadie quiere ni necesita hasta que haya una normalización y terminemos con un equipo que vamos a terminar usando todos los días”, sostuvo Webb.

Incluso, señaló un dispositivo conectable con el que ya las personas están familiarizadas: el Apple Vision Pro.  “Esta tecnología tiene 14 cámaras que capturan todo tipo de detalles dentro y fuera de los auriculares, sensores largos que usan luz para medir la distancia y crear un mapa 3D a tu alrededor, cámaras infrarrojas, acelerómetros, giroscopios, todo y alimentan toda esa información en un sistema multiespacio dimensional. Las computadoras están siendo diseñadas desde tu punto de vista para ayudarte a interactuar con el mundo de manera diferente. Desde mi punto de vista, también están siendo diseñadas para otros propósitos: para leer tus intenciones, pueden hacerlo en parte leyendo y prediciendo el movimiento de tu pupila, porque, básicamente, cuando piensas en algo, tu pupila comienza a reaccionar. Lo que significa que tu computadora sabrá lo que vas a hacer y lo que estás a punto de pensar, incluso antes de que lo hagas”, sostuvo.

Y concluyó esta segunda parte diciendo que “las empresas están muy motivadas para crear grandes modelos de acción y obtener más tipos de datos, por lo que se avecina una batalla para enfrentar a las empresas que compiten para que las personas usen su hardware de otra manera”.

“Los conectables permiten la recopilación ubicua de datos en tiempo real y el entrenamiento de IA; los datos de los conectables le dan a la IA los datos que necesita, pero a medida que avanzamos, todos estos sistemas y plataformas se vuelven mucho más hambrientos de energía. Todos hemos oído hablar de la escasez y los desafíos de los chips semiconductores; ahora tenemos un problema colosal en nuestras manos, estamos alcanzando límites, por lo que necesitamos algo nuevo”, expresó. Y en este punto es donde entra a jugar la tercera tendencia.

¿Qué tiene que ver la biología con la IA y los conectables?

“Si estamos tratando de construir máquinas que puedan pensar y comportarse como nosotros, literalmente necesitamos hacerlos más parecidos a nosotros”, explicó Webb.

“Se están desarrollando tecnologías que potencialmente podrían impulsar tecnologías futuras para que se pueda generar nueva biología, lo que significa nuevas terapias, nuevas formas de gestionar el cambio climático, nuevas formas de lidiar con la escasez global de alimentos, pero la pregunta que les haría es: ¿esto ayuda a nuestro problema con los chips semiconductores? Eso me lleva a la tendencia final: en algún momento de la próxima década la IA trabajará junto con la inteligencia organoide”, agregó. Pero, ¿qué es un organoide? Es básicamente una pequeña réplica de tejido que funciona y está estructurado como el órgano. “Lo que hay en el horizonte son biocomputadoras hechas de células cerebrales humanas. Esto no es ciencia ficción. Esto ya se hizo hace unas semanas”, alertó. “La biotecnología nos llevará más allá de los sistemas informáticos basados en silicio y eso nos lleva a nuestro conjunto final de escenarios: ¿qué sucede cuando combinamos IA, conectables y biotecnología ¿Qué pasaría si en lugar de reducir más transistores en chips cultivamos nuestras computadoras? ¿Qué pasaría si en lugar de células madre anónimas pudiéramos encargar una computadora hecha a partir de las células cerebrales de una persona en particular?”, preguntó.

Para concluir, Webb puntualizó: “La tecnología no es mala ni buena, es cómo la gente usa bien la tecnología, ¿qué pasa con las personas que construyen la tecnología, la financian y sus empresas tienen un control cada vez mayor? El poder se está concentrando en un grupo peligrosamente pequeño de personas que tiene una influencia significativa en la sociedad, en el gobierno, en la política, en nuestras economías porque controlan nuestros recursos tecnológicos, porque han acumulado una gran riqueza y porque controlan cómo comunicamos ideas entre nosotros. Cada uno tiene su propia idea sobre cómo salvarnos, lo llaman altruismo efectivo, o tecno optimismo, pero desde afuera se parece mucho más al tecno-autoritarismo del libre mercado. No necesitamos que alguien nos salve, solo necesitamos hacer una mejor planificación para el futuro”.

Y con el objetivo de que nadie se vaya frustrado, finalizó con algunas ideas de lo que se puede hacer. Primero, a nivel gobiernos: “Nuestros líderes electos deben mirar hacia adelante, no hacia atrás. Necesitan establecer un departamento de transición. Reconocer que ciertas empresas y empleos van a desaparecer y crear un aterrizaje suave enfocándose en los campos donde definitivamente se necesitará a un ser humano. Dejar de insistir en que todos vayan a una universidad de cuatro años y obtengan un título y recordarles a las personas que los oficios son igualmente valiosos e importantes. Ayudar a las familias en el momento en que pasen por la transición hacia otro tipo de trabajo”.

Para las empresas, definió: primero, mapear la red de valor; luego, crear escenarios estratégicos y utilizar la previsión estratégica.

Webb culminó su conferencia con un mensaje esperanzador: “El superciclo tecnológico puede ser netamente positivo. Podemos dejar a la humanidad en un lugar mejor. Podemos hacer la transición a algo realmente sorprendente, pero tenemos que ponernos a trabajar”.




Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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