Por Javier Álvarez Pecol
Director de tendencias del consumidor en Ipsos Perú

El baile de los que sobran es el título de una canción que ofrece una metáfora elocuente que invita a reflexionar sobre la resistencia a la inteligencia artificial (IA) en Latinoamérica.

En un contexto global en el que la IA se afianza como una fuerza transformadora, la imperativa necesidad de integrarse y adaptarse se hace evidente para evitar quedar rezagados en este constante baile de innovación y progreso. Aunque la letra fue escrita hace décadas, su poderosa alegoría sigue resonando en la actualidad, capturando la esencia de la desconexión social y la resistencia persistente. Funciona como un espejo que refleja la elección de aquellos que optan por no participar en la danza tecnológica del siglo XXI. Si usted aún no ha explorado el mundo de la IA o lo ha hecho en el pasado y lo dejó de lado, este artículo está especialmente redactado para usted.

La IA en la región

Antes de profundizar en el segmento de la población que muestra reticencia hacia las tendencias tecnológicas, resulta fundamental comprender la situación actual de la inteligencia artificial en Latinoamérica. Según datos disponibles, aproximadamente el 70% (*) de la población posee un cierto nivel de conocimiento acerca de la IA, ya sea a través de noticias, educación formal o experiencias personales. Sin embargo, no todos la utilizan; por ejemplo, en el Perú, únicamente un 40% (**) la incorpora en su vida cotidiana, y en muchos casos, su uso es esporádico.

Es importante destacar que la mayoría de las personas asocia fuertemente la IA con aplicaciones como el ChatGPT, sin comprender plenamente su diversidad de aplicaciones y herramientas.

¿Apocalípticos o integrados?

La principal actividad asociada con el uso de la IA es la realización de preguntas curiosas, que es la puerta de entrada para muchos usuarios. Aquellos más experimentados la usan con fines educativos o laborales, y destacan la versatilidad de esta tecnología en diversos contextos. A pesar de que la conciencia sobre la existencia de la IA es generalizada, una proporción significativa de la población muestra resistencia a integrarla activamente en sus vidas.

La actitud de algunos individuos, que a pesar de contar con acceso a dispositivos tecnológicos optan por no participar activamente en la conversación sobre la IA, puede atribuirse a la desconfianza hacia la tecnología, el temor a lo desconocido o una arraigada preferencia por métodos más tradicionales.

Un consenso generalizado es la creencia en la necesidad de regulaciones sobre el uso de la IA, sustentado por preocupaciones sobre su potencial uso malicioso, la posibilidad de reemplazar a humanos en ciertas tareas laborales y la propagación de información incorrecta.

La curiosidad como clave

En este contexto, la adaptación y la disposición para aprender se convierten en elementos cruciales. Aquellos que adoptan activamente la IA experimentan ventajas en términos de eficiencia, acceso a oportunidades y mejora en la calidad de vida. Mientras algunos resisten, la IA avanza de manera constante y constituye un loop tecnológico que no se detiene. Aquellos que optan por no participar se encuentran en una constante lucha contra el progreso tecnológico y corren el doble riesgo de aislarse en un mundo cada vez más interconectado y de perderse oportunidades valiosas.

La diversidad entre aquellos que muestran resistencia a la adopción de la inteligencia artificial resalta que este rechazo persiste sin importar las diferencias individuales. En un contexto en el que América Latina avanza hacia una era cada vez más tecnológica, es fundamental comprender la importancia crítica de integrarse y ajustarse a la IA. Esto se vuelve esencial para evitar quedar fuera del continuo proceso de avance y evolución tecnológica.

Las estadísticas actuales respaldan la prevalencia de la resistencia y subrayan la urgencia de fomentar la educación, promover la confianza en la tecnología y construir puentes para una adopción más generalizada de la IA en la región. Para utilizar la inteligencia artificial de manera efectiva, es importante tener curiosidad por aprender y explorar nuevas tecnologías, así como una mentalidad abierta hacia el cambio y la innovación. La capacidad de aprender y adaptarse a nuevas interfaces, algoritmos y aplicaciones es esencial, ya que la IA está en constante evolución. Además, el pensamiento analítico permite interpretar datos y tomar decisiones informadas, mientras que la IA puede potenciar la creatividad al combinarla con la capacidad de pensar de manera innovadora para encontrar soluciones originales a los problemas.

Conclusión

La rapidez con la que la IA está transformando diversas industrias significa que aquellos que no se adaptan o no adquieren conocimientos básicos sobre esta tecnología pueden encontrarse en desventaja en términos de empleabilidad y oportunidades.

Por lo tanto, es recomendable que las personas comiencen a familiarizarse con la IA y sus aplicaciones, y a adquirir habilidades relacionadas con la tecnología para no quedarse rezagadas en un mundo cada vez más impulsado por la IA y la automatización.

¿Está usted listo para el baile de los que se adaptan y adoptan la IA?

(*) Ipsos: Reporte de Global Advisor, junio de 2023.
(**) Ipsos: Estudio Comportamiento Digital Peruano, noviembre de 2023./p